Capítulo 1: El e-mail de Ryan Hamilton.

98.7K 5.8K 964
                                    

Me eché hacia atrás y me apoyé en el espaldar de mi silla, dejando descansar mis dedos frente a la laptop.

   Este había sido mi tema favorito hasta ahora, le daba directo en el punto a cada lector, de cualquier rango social-escolar, era real y honesto, serio, pero con humor… era totalmente perfecto.

   1:30am y yo escribiendo un nuevo artículo para mi columna en la web. Lo había terminado en tiempo record, a decir verdad, otros días no me sentía tan inspirada y lo terminaba aproximadamente a las cuatro de la mañana o cinco, una hora de sueño y el despertador sonaba, tenía que estar lista para la escuela.

   Pero hoy era un tema especial y diferente, la inspiración que sentía momentáneamente era algo increíble y escalofriante a la vez, usualmente me lo tomo con más calma, esta noche me sentía ansiosa e hiperactiva.

   Los comentarios comenzaron a llenar el espacio bajo mi entrada, la mayoría diciendo lo mismo de siempre “¿Quién rayos eres?” “Me ha encantado esta entrada, eres la mejor” “¿Por qué no nos dices simplemente quién eres?” “¿Por qué no nos muestras tu cara?” “Debes ser hermosa” “Tu artículo me ha llegado” “Tienes talento puro” “¿Te gustaría salir conmigo?”

   Sí, claro, sobre todo el ultimo mencionado, en cuanto me viera en persona diría “¿Sabes qué? Cambié de opinión.”

   No soy un monstruo, solo soy… normal, no hay nada físicamente especial en mí, soy la típica rubia americana, piel blanca pálida, saltones ojos azules, cabello dorado, cuerpo promedio, con leves curvas, pero escondidas tras mi ropa, no suelo vestirme con cosas ajustadas, le dejo eso a las chicas como Kate.

   ¿Vieron? Ya comencé a perder mi confianza, esta se esfuma en el momento en que terminó de escribir, BG abandona mi cuerpo y vuelvo a la cruda realidad.

   Soy Nina Landfield, la que conocen solo cuando el profesor o la profesora pasa la lista, luego de unos segundos de preguntarse si era nueva, es como si nunca hubiesen dicho mi nombre. El proceso se repite cada día.

   No quiero que me malentiendan, no es una cosa mala para mí, una de las razones por las que escribo bajo el nombre de Blogger Girl, es porque no quiero que nadie sepa acerca de mí, no soy muy buena manejando eso de la popularidad (en persona) y sería hipócrita de mi parte revelar mi identidad para solo aumentar mi popularidad.

   Además, la regla número uno del manual de BG: Nunca revelar su verdadera identidad, aunque sea lo último que pase.

   Y yo he estado respetando esa valiosa regla desde hace ya dos años.

   —Estúpida Penny —farfullé irritada, poniendo mi atención de nuevo en lo que tenía en mi Mac.

   Una de mis mejores amigas y compañeras de pasión por la escritura, Penny Lane Fisher (si, como la canción de The Beatles), hace una semana me había insistido en la brillante idea de publicar un e-mail donde los lectores pudieran escribirme en privado para hacer las cosas más cómodas. Resultó siendo todo lo contrario, la bandeja de entrada estaba colapsada, eran cientos de e-mails pidiéndome consejos, haciéndome preguntas o simplemente haciendo spam… y no creía poder leerlos todos de una sola sentada.

    —Que brillante y magnífica idea, Penn —Puse los ojos en blanco mientras intentaba que la laptop no se colgara.

   Entonces, el sonido de mensaje nuevo por alguna extraña razón hizo volar mi atención hacia la lista de e-mails recibidos.

   Y fue cuando vi su nombre, destacando entre los demás, el nombre de Ryan Hamilton brillaba entre un tal Shane Diamond y una Lorie Turner. DIABLOS, RYAN HAMILTON ME  HABÍA ESCRITO UN E-MAIL. Bueno, a Blogger Girl, técnicamente, pero eso no era lo que importaba, lo que me sorprendía era que él también leía la columna de BG.

XOXO, Blogger Girl ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora