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Oscuridad [37]

: : 3 años atrás : :
(2014)

Le fue muy complicado a Brian el separarse de James. Sin embargo, tras investigar absolutamente todo lo que envolvía el hospital al que estaba a cargo, supo que era mejor actuar en solitario hasta que sus objetivos se culminaran.

Su padre se había encargado, desde su fundación, de contactar a un grupo de personas que reclutaría gente de bajos recursos para que se les realizaran exámenes médicos. Una vez que se aseguraban de que algunas partes de sus cuerpos servirían para transplantes, los mataban y realizaban las operaciones para las cuales los hombres poderosos pagaban fortunas.

La idea tuvo éxito pues no sólo beneficiaba a los pacientes, quienes esperaban únicamente horas para tener un órgano nuevo en lugar de meses o años; sino que el gobierno pronto encontró un beneficio egoísta.

Reos de prisiones e inmigrantes pronto comenzaron a ser enlistados como donantes, haciendo del negocio algo mucho más grande y cruel.

En cuanto Brian supo todo lo anterior, decidió destruir lo que sus ancestros habían construido.

El problema era que la red de socios era ya demasiado grande y resultaba extremadamente peligroso simplemente cerrar las puertas del hospital.Así que él comenzó a trazar un plan que le permitiría resultar ileso y exterminar su propio pasado.

-Craig, ¿cómo le va? -preguntó Haner a la persona que acababa de entrar a su oficina.

-Escuché que comenzarás a abrir puestos para pasantes -respondió un hombre de estatura promedio y cabello oscuro lacio que le llega hasta los hombros. Su voz denotaba enojo y cierta desesperación.

Brian suspiró, manteniendo la vista en un alto edificio cercano a su lugar de trabajo.

-Eso asegurará la longevidad del hospital, ¿por qué parece molestarle?

Craig Mabbitt golpeó el escritorio del médico con fuerza- Espero no intente arruinar el negocio.

Haner se dio la vuelta, mostrando una sonrisa burlona mientras agachaba el rostro.

-No, no. ¿Cómo podría? Sería como destruir a mi propia familia.

-Más le vale. No me obligue a hacer cosas fuera de mis anhelos -dijo de una forma mucho más relajada, pero aún amenazante.

-Usted tampoco me obligue a ello y le prometo que seremos grandes amigos.

Con frustración, Mabbitt salió del cuarto tan rápido como entró.

A él nunca le había caído bien Haner y, por alguna razón, sospechó de sus intenciones desde incluso antes de que él mismo las desarrollara.

-Vámonos -ordenó a su chófer en cuanto subió a su automóvil de ventanas polarizadas.

De camino a casa sólo pudo pensar en formas de convencer al resto de deshacerse de Brian Haner o de matarlo con sus propias manos.Después de todo, fue él mismo quien logró quitar a su padre del camino cuando éste comenzó a disminuir el presupuesto utilizado para la compra de "sujetos de prueba".

: : Marzo del 2017 : :

Aún ignorante a lo que sucede en Los Santos, Brian sale del hospital de manera apresurada en dirección al estacionamiento.

-Felicidades en su nueva adquisición -grita con sarcasmo hacia el hombre que le espera a un lado de su automóvil.

Luke lo mira con sorpresa. Si bien no esperaba una bienvenida amable, escuchar lo que Haner acaba de decir tampoco era algo para lo que estaba preparado.

-¿De qué habla?

El médico sonríe- Su hijo es el nuevo dueño del hospital -anuncia con una sonrisa en el rostro.

Su acompañante abre los ojos con incredulidad. No solo por la noticia que se le ha dado, sino también porque reconoce un brillo peculiar en los ojos castaños del hombre que ahora se encuentra a tan sólo un par de metros de él.

-¿Qué hará ahora? -pregunta Patterson con cierto miedo. El Brian Haner que había enterrado en su propia consciencia le mira con atención.

Ríe-. Haré lo que debí haber hecho desde que llegué aquí. Con su permiso -responde, rodeando al hombre inseguro para abrir la puerta de su auto.

-Espere -dice el mayor, evitando que él entre y le cierre la puerta-. Debo confesarle algo.

De pronto, la fría mirada de Haner se torna algo cálida.
Recuerdos llegan a su mente y termina por arrepentirse de haber tratado a Luke de tan mala forma.

El hombre que alguna vez vio -y deseó sentir- como su verdadero padre agacha el rostro.
Aquello que hizo hace _ años y que últimamente le había robado el sueño no fue su idea, pero eso no disminuía el peso que la culpa tenía sobre sus hombros.

Finalmente, toma una gran bocanada de aire y explica-: Su padre no está muerto.

Una fuerte risa por parte del cirujano hace eco en el lugar.
-¿Escuché bien? -pregunta, intentando ignorar la seriedad en cada facción del rostro de Patterson.

-S-sí, señor -responde con pena, dando un paso hacia atrás-. Él me pidió que lo hiciera cuando fue llevado a prisión. Ahora está libre.

El pánico en los habitantes de Los Santos permite que el silencio crezca alrededor de ellos durante incontables segundos.

Brian mira a Luke en busca de alguna señal que le haga creer que está bromeando y que aquella información sólo se le fue dada con el fin de distraerlo.

-¿Quiénes saben? -demanda saber, su voz un poco más callada pero aún firme.

-Sólo nosotros dos -contesta Luke sin titubear, dando todo de sí para mantener el contacto visual.

-Bien, que siga siendo así -concluye Haner antes de subir al vehículo y alejarse del hospital tan rápido como le es posible.

Le parece peculiar que las calles de la ciudad estén completamente solitarias, así que enciende el radio tras haber avanzado ya un par de cuadras hasta detenerse ante un semáforo en rojo.
Es así como se entera del escape masivo en la cárcel de Tataviam, lo cual hace que un escalofrío recorra su columna vertebral.

Baja el volumen de inmediato, deseando poner atención a la caótica red de pensamientos recién creada en su mente.

Ese era el plan de Fong.

Pero, ¿por qué su padre terminó en prisión en primer lugar?

Sacude la cabeza y levanta la vista hacia el semáforo que ahora luce apagado.
Entonces, mira a su alrededor.

La tarde ha comenzado a caer y ninguna luz parece estar encendida en 100 metros a la redonda.
Entonces, desde la parte más profunda de su ser, renace una tortuosa voz que parece reprogramar su cerebro con tan sólo cinco palabras.

"La oscuridad no puede lastimarte."