Furia [31]

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: : 8 años atrás : :
(2009)

Brian odiaba lo que veía cada vez que había un espejo frente a él.
En su reflejo identificaba el rostro de su padre en lugar del suyo y eso le hacía enfurecer.

Es esto por lo que decidió cubrir su cara casi por completo cuando su asistencia a Vinewood Hills comenzó a ser obligatoria. Incluso, se tomó la libertad de utilizar el mismo color de ojos de quien para ese entonces ya consideraba su hermano de sangre.

Le daba igual si para el resto de sus compañeros seguía siendo Brian Haner; mientras él pudiera ignorar sus verdaderas raíces durante al menos unas horas le era suficiente.

Su extraña vestimenta amenazó con romper el silencio dentro del campus. Sin embargo, el miedo era mayor que la curiosidad. Por ello, nadie hizo comentario alguno acerca del estudiante más joven en la universidad.

Así fue como Brian comenzó a diseñar la máscara que le protegería del dolor externo, pero que a su vez le encerraría junto a todos sus demonios.














: : Febrero del 2017 : :

-¿Dónde demonios ha estado últimamente? -Pregunta Brian con furia encendiendo sus ojos castaños.

Matt bufa, cruzando sus brazos sobre su pecho mientras se acuesta en el cómodo sofá negro dentro de la oficina de su amigo.
-Vale, te diré; he estado saliendo con alguien. No es para que te pongas así.

El enojo de Haner aumenta con las palabras de Sanders. ¿Qué no había sido él quien le aconsejó desde el principio que se alejara de Sydney? ¿A caso él ya había olvidado las "válidas" razones por las que no debía salir con ella?

-Pensé que la edad le había quitado lo arrogante, pero ya veo que no es así -dice, bajando la mirada.

El joven de ojos claros frunce el ceño con curiosidad, su mirada desviándose del techo de la habitación hacia el médico después de identificar algo más que reproche en su voz.
-¿Qué ocurre, Brian? -cuestiona el mayor con desconcierto, honestamente preocupado por la agresividad con la que fue recibido.- ¿Estás bien?

Haner lo mira fijamente, la flama en sus ojos bajando de intensidad tras escuchar a su acompañante.

No.
No está bien.
Probablemente nunca lo ha estado.

-Ya no puede andar por ahí como si nada, Matthew -dice, recargándose sobre el escritorio frente a él.

-Ahora suenas sólo como una madre molesta -responde Sanders, cerrando los ojos y apretando la parte superior de su nariz con sus dedos índice, anular y pulgar-. Explícame qué ocurre.

El silencio creado tras ese último enunciado por parte de Matt crece durante algunos segundos, limitándose únicamente a las paredes y ventanas de la oficina.
La ansiedad en Brian ha aumentado desde su última reunión con Fong hace casi un mes y ahora parece desbordarse en cada palabra que escapa sus labios y en el temblar de sus músculos sobre delgadas capas de papeles desordenados.

-¡No lo sé! -grita, arrugando algunas hojas al apretar los puños.- Poco a poco estoy deseando el ser asesinado en lugar de seguir con esto. Incluso traería a la vida al estúpido de mi padre para poder hacer caso omiso a la existencia de este lugar -continúa, pensando poco en lo que dice.

-Tu padre no fue estúpido -replica Matthew a la defensiva, sentándose en el sillón y recargando sus codos sobre sus rodillas.

-Lograron matarlo; por supuesto que fue estúpido.

Si bien el muchacho de mayor altura ha estado intentado mantener la calma, ya está bastante claro que Haner no hablará respecto aquello que en verdad le tiene aterrado. Es por esto que Sanders se levanta de golpe, su mirada volviéndose desafiante mientras da un par de pasos al frente.

-Tú no tienes ni puta idea de lo que le ocurrió -acusa, señalando a su amigo con su dedo índice-, mientras tú desatendías tus obligaciones, tu padre luchó por mantener todo esto con vida. Deberías sentirte avergonzado por preferir estar en las calles con un drogadicto en lugar de salvar cientos de vidas en este hospital.

-¿Quién le contó sobre Jimmy? -pregunta Haner, sus ojos más abiertos de lo normal después de escucharle.

Esa parte de su vida había planeado dejarla en secreto.
No había posibilidad de que Matthew lo supiera, a menos que. . .

-Te vino a buscar a finales del año pasado.

La confesión del mayor es como una dosis de oxígeno que revive la furia en el alma de Brian.
-¡¿Por qué no me lo dijo?! -reclama, rodeando el escritorio hasta enfrentar a Sanders al centro de la habitación.

-No pensé que fuera necesario. Además, tú estabas bastante ocupado con Sydney. -explica con una sonrisa satisfactoria al ver cómo el alma del médico comienza a incinerarse detrás de sus lentes de contacto.

De pronto, el momento regresa a su mente. Sin embargo, sus sentidos se enfocan más allá de la hermosa mujer frente a él.

Aquel día fue también la última vez que vio a Arin en el hospital, por lo que existe una posibilidad de que todos los eventos estén relacionados entre sí.

-¿Dónde está? -demanda saber, inseguro de la persona a la cual se está refiriendo.

La sonrisa de Matthew se amplía mientras gira la cabeza de un lado a otro.
-¿Tú qué crees? -pregunta con ironía.

Eventualmente, el alma de Haner es consumida completamente por el fuego, manifestándose en un puñetazo dirigido hacia la nariz de Sanders; quien, en lugar de intentar evadirlo, recibe el golpe sin titubear.
-¿Eso es todo lo que tienes? -desafía, dejando que la sangre se derrame lentamente desde su nariz rota y extendiendo sus brazos a los costados.

Brian, a pesar de saber que su rival podría derrotarlo con gran facilidad, se deja inundar por la ira que fluye por sus venas.
-Mi padre sólo te tenía lástima -ataca, acompañando sus palabras con otro puñetazo.

Esta vez, sin embargo, Matthew reacciona a tiempo, atrapando su puño y doblando su mano hacia atrás; destrozando parte de su muñeca. Entonces, toma la oportunidad para descargar un poco de la frustración que se ha acumulado desde el regreso de Brian.
El hombre de cabello claro había tenido que lidiar con la pérdida de una persona extremadamente importante en su vida hace 4 años y, encima, aguantar a un joven iluso que había estado huyendo desde que tenía memoria.
Así que le golpea el rostro una y otra vez, recibiendo pelea nula, hasta que es detenido por la única familia que le queda con vida.

-¡MATTHEW! -exclama Luke con firmeza, sujetando los brazos de su sobrino, quien se encuentra sobre Brian, su rostro lleno de lágrimas mezcladas con un poco de sangre.

Entonces, el médico utiliza la última fracción de energía que le queda para quitárselo de encima.

Sanders se incorpora con rapidez, dedicándole una mirada llena de odio antes de salir de la habitación.

-!Váyase usted también! -pide Haner con firmeza, señalando a Patterson- ¡No los quiero volver a ver en este lugar!

Wrecker | Syn Gates ✔️Where stories live. Discover now