XI

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Llevaba exactamente un año y medio viviendo con su tía favorita al otro lado de la capital y disfrutando de los lujos que ella podía mantener siendo una corredora de propiedades.

No había cortado sus lazos con Gain, ni con Jieun, ni tampoco había dejado de hablar con su madre, quien ahora tenía un trabajo más relajado y un nuevo novio con quien vivir.

Todo había cambiado en tan solo un año, tenía nuevos amigos y un nuevo color de cabello, disfrutaba de su último año como adolescente como si no hubiera un mañana y sus calificaciones eran más que excelentes. Aunque había una cosa, la excepción a la regla y es que no podía evitar soñar una y otra vez con la muerte de Wook, quizás no soltaba gritos desgarradores o terminaba llorando tras despertar, pero lo que sí es que su corazón latía con rapidez y no hallaba como detenerlo o aligerar los golpeteos.

Dejó un beso en la mejilla de Kim Hyuna, la mujer le apretó los cachetes y dejó estampado el color de su labial justo en la mejilla izquierda de Baekhyun, ella era completamente diferente a su hermana mayor. Primero que nada Hyuna era la hija exitosa, que conseguía todo sin ningún esfuerzo y que no necesitaba de nadie para ser feliz, Hyena, en cambio, era una mujer decidida, con altibajos en su vida e intentando encontrar el amor nuevamente desde que el padre de Baekhyun murió.

Baekhyun amaba a su madre, pero Hyuna también había logrado ganarse un pedazo de su corazón—. Bebé, ¿mañana me acompañarás al centro para comprar pintura nueva? Quiero redecorar mi habitación.

—No hay problema, cuenta conmigo.

—Eres el mejor, bebé, ¿quieres que te lleve a clase hoy o Junmyeon vendrá por ti hoy? —Hyuna bebía uno de sus batifos matutinos mientras lo revolvía una y otra vez con su pajilla metálica, últimamente estaba ocupada con una campaña para ayudar al medio ambiente.

Baekhyun negó con la cabeza vertiendo jugo sobre una taza cualquiera y sentándose frente a la mujer—. Hoy no me apetecía escucharlo hablar sobre el chico que le gusta, así que le pedí a Soo que venga por mí.

—Recuerda avisarme cuando llegues a clase, no quiero que me llamen otra vez más porque fuiste a besuquearte con otro chico a la playa.

—No me besaré con nadie hoy, te lo prometo.

—Más te vale. Y deja de ilusionar a Kyungsoo, es un muy buen chico y tú no eres del tipo que hace llorar a los demás.

Baekhyun le sonrió y negó—. Kyung y yo solamente somos amigos, que él se me haya confesado hace meses no significa que siga gustandole.

—Cariño, si alguien me rechazara no iría a buscar a esa persona a su casa para llevarlo a su destino. Lo dejaría mojándose en la lluvia hasta que le de gripe.

El cuerpo de Baekhyun tembló al oír esa palabra lluvia. Odiaba la lluvia, le tenía pavor, no quería recordarlo, quería escapar, quería que el otoño nunca terminara, quería respirar. Pero a sus pulmones les faltaba el aire y toser fue inevitable, fue inevitable porque lo había recordado y... recordar a Chanyeol lo hacía recordar su vida pasada.

—¿Estás bien, bebé? —Hyuna le tendió un vaso de agua a su sobrino, se levantó corriendo hasta el refrigerador para darle algo de agua. Baekhyun nunca se había enfermado o algo por el estilo, tampoco era época de alergias, él no tenía asma y no había comido nada como para atragantarse—. ¿Necesitas algo más? ¿Quieres que te lleve a un médico?

Baekhyun negó intentando tranquilizarla. Dejó el vaso sobre la encimera y besó la frente de su adorada tía.

—Ha sido mi culpa, perdóname. Esperaré a Soo afuera, ¿sí?

All AgainWhere stories live. Discover now