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Sintió una respiración contra sus labios, acurrucándose contra las suaves sabanas que rodeaban su cuerpo semidesnudo. Entreabrió un ojo asustado por lo que estaba pasando, pero se calmó rápidamente al ver el adormilado rostro de Chanyeol tan cerca, mientras que el mayor grababa la escena en su mente pensando en lo lejana que era la posibilidad de poder repetir lo de la noche anterior.

Le regaló una sonrisa de medio lado por la posición en la que estaba, bostezando segundos después, pero ahorrándose estirar los brazos con miedo de golpear el perfecto rostro que tenía enfrente.

—¿Dormiste bien?

—Sí, aunque me arrepiento de que no termináramos la película —murmuró jugueteando, ya hasta había olvidado cuál película habían empezado a ver en un principio. Su cabeza estaba más preocupada de recordar los eventos posteriores a que dejaran la película a la mitad por comerse las bocas.

Chanyeol pasó sus dedos por el enredado cabello de Baekhyun, sonriendo al ver como en la comisura de sus labios había un casi imperceptible camino de baba. Le frotó el hombro con los dedos calientes y aunque quiso besar su hombro desnudo prefirió no cruzar la línea por el momento.

—¿Te irás temprano hoy?

Lo miró con extrañeza separándose un poco de él, ¿tan rápido quería que se fuese? Siquiera habían desayunado y parecía como si Chanyeol no lo quería merodeando el lugar.

—¿Quieres que me vaya?

—Quiero saber si tengo que cocinar un buen almuerzo para mi novio o pedir una caja de comida para calentar en la tienda de la esquina.

No pudo evitar sonreírle como un bobo por su tan adorable respuesta, tuvo que abrazarlo hasta con las piernas susurrándole que supuso mal y que era un tonto por pensar que alguien como él actuaría así.

Chanyeol aceptó cada una de sus pequeñas súplicas convertidas en besos, chupando sus labios con fuerza, cuidando de no ser brusco y escondiendo sus manos bajo las sábanas para disfrutar de la suave piel que su tacto estaba gobernando.

—Es lindo despertar así —sus palabras fueron apagadas por sus mojados besos que pronto le llenaron el cuello, entre mordidas suaves, pero que le retorcían los dedos de los pies—. ¿C-Chanyeol?

Un ruido fue su respuesta, al no poder decir una palabra de lo entretenido que estaba usando sus labios para construir un camino por la piel expuesta de Baekhyun, queriendo quitarle la camiseta que le había prestado la noche anterior con la excusa de que tenía alguna falla.

—No quiero arruinar esto, pero quiero hacer pipí.

—¿Te llevo hasta el baño?

—No hace falta, solo... ¿podrías liberarme?

Chanyeol se despegó de él reacio a la idea, dejando que escapara por la puerta hacia el baño mientras leía las notificaciones en su teléfono, uno que otro mensaje de Jieun sobre el libro que estaba leyendo, fotografías de Jongdae emborrachado por las amarguras de su fallida relación y dos en el grupo de maestros, al cual no le prestaba la debida atención.

Estiró los brazos soltando un ruido a la par que los huesos de su espalda crujían, desenredó las sábanas de sus piernas y se levantó con un leve mareo debido a su rapidez innecesaria.

—¿Deseas algo especial de desayuno? —le preguntó al menor recargándose en la pared contigua al baño escuchando como lavaba sus manos.

No demoró en abrir la puerta con una sonrisa—. Estoy bien con lo que desees, pero ¿podrías darme un besito antes? —estiró el índice meciendo su cuerpo intentando parecer adorable—. Solo un beso y nada más, lo juro.

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