Capítulo #12: Conjuros.

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Antes de que nuestro nuevo profesor pueda hablar, levanto la mano y hablo:

—Lamento interrumpir antes de haber iniciado la clase, pero ¿qué asignatura nos enseñará?

—Estaba apunto de decirlo— el profesor ríe casi en silencio—. Cómo es mi primer día con ustedes, por supuesto no saben quién soy. Soy su profesor Liam Payne, les enseñaré a hacer Conjuros. Sé que esperaban que Zayn les diera clase hoy, pero yo les daré clase porque está un poco enfermo.

—Ahora, hacer conjuros es sencillo— continuó Liam—. Es igual hacerlo con varita y sin varita, pero con la varita el conjuro es más poderoso. Abran la página 14 de su libro Los conjuros nos sacan de los problemas y saquen su varita.

—Jamie— digo en un tono casi inaudible—, no tenemos varitas.

—En realidad, Alexa, sí tenemos— dice y saca dos varitas de unos 25 centímetros de un bolsillo de su túnica—. La tuya es la roja, y la mía, por supuesto es la verde esmeralda— Jamie me entrega mi varita. Es de madera suave, pero no creí que fuera madera por el hecho de que es roja y la de Jamie azul.

Cuando mi nueva varita toca mis manos, estas se prenden fuego, pero no me quemo, y no entiendo por qué sucedió esto. La varita cae al suelo, el sonido resonando en la callada aula, y la recogería del suelo de no ser por mis manos en llamas. Luego las puntas de mi cabello se encienden también. Todos me observan sin entender qué sucede, Jamie me mira nervioso, yo busco la mirada de Liam por ayuda. Su mirada se cruza con la mía, él se levanta del escritorio y me hace un ademán con la mano para que vaya junto a él.

Me levanto rápidamente de la mesa y voy hacia el profesor. Él se me acerca y dice:

Mishaint.

Las llamas de mi cabello y mis manos desaparecen, y pienso que debería aprender ese hechizo, conjuro o lo que sea. Siento todas las miradas del lugar posadas en mí, y me siento extraña con todos mirándome, pero alivida de que le fuego ya no esté.

—¿Cómo te llamas?— me pregunta Liam.

—Alexa— respondo, apenada por el hecho de que tubo que solucionar mi problema.

—Alexa, ve a sentarte por favor— dice y me siento junto a Jamie de nuevo después de haber recogido mi varita del suelo—. Siempre he creído que los magos tenemos, aparte de un poder especial, un elemento especial. En este caso, el de Alexa es el fuego, supongo que eso explica la túnica con estampado de llamas ardiendo— cuando menciona mi nombre me averguenzo más. Mantengo la vista fija en mi varita, y veo que en la base hay una serpiente en forma de círculo con su cabeza sobre la punta de su cola y en el centro del círculo hay un notable triángulo azul.

—Por supuesto, todos tenemos dificultades alguna vez— continuó Liam—, por eso les enseñaré a realizar este hechizo en lugar de lo que tenía planeado para hoy. Quiero que estén preparados para cuando tengan un problema con la magia. El conjuro corrige daños hechos por la magia, así que hagan una fila y les diré como hacer el hechizo.

Todos nos levantamos de nuestros lugares con las varitas en la mano, y como dijo Liam, hacemos una fila frente a la puerta, mirando hacia su escritorio, yo soy casi la última. La primera en la fila es Diana, y la veo algo nerviosa, sin embargo, la entiendo, tengo miedo de arruinar la clase sólo por problemas con el fuego.

—¿Cómo te llamas?— Liam pregunta a Diana.

—Diana- ella responde.

—Bien, Diana ¿que es lo que temes que suceda y no puedas reparar— él pregunta amablemente.

—Supongo que es que todo flote a mi arrededor y no pueda ponerlo en su lugar— dijo Diana, y se oyeron algunas risitas.

—¿Supones, o estás segura?

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