—¿Y que vamos a hacer hoy? —preguntó, jugando con mi cabello.

  Me encogí de hombros. Había pasado tanto tiempo entrenando y preocupándome por todo que no sabía que más hacer. Era primero de Marzo, y estaba segura de que la guerra no tardaría en comenzar, pero de verdad necesitábamos descansar al menos un día.

   Seguía pensando cuando Blaise salió de su habitación, despeinado y en pijama. Parecía no entender ni en donde estaba parado. Supuse que se había quedado despierto hasta tarde, y me pregunté si Pansy tendría algo que ver. Sus ronquidos solían mantener despiertos a la mitad de los de Slytherin. Todavía no entendía como habían terminado juntos.

Blaise se apoyó en el hombro de Draco, pero este lo apartó bruscamente.

—No soy una almohada —se quejó.

—¡Pero a Astrid si la dejas! —exclamó, mientras yo me apoyaba en el pecho de Draco.

—Porque a ella la quiero.

   Blaise se llevó una mano al pecho, poniendo una cara extremadamente exagerada de indignación. Yo le saqué la lengua a modo de burla. Era lindo poder bromear como lo hacíamos cuando estábamos en Hogwarts. Habían algunas cosas que nunca cambiaban.

   Estaba a punto de decir algo, pero en ese momento Theo salió de su habitación, ya vestido y peinado. Tal vez Astoria lo había despertado la irse y no había logrado volver a dormirse.

—¿Que hacen? —Preguntó.

—Molestar a Blaise —respondí.

—Estaba pensando en subir al techo —propuso Theo —seguro hay una linda vista del bosque.

   Todos estuvimos de acuerdo, por lo que nos abrigamos y subimos. Él tenía razón, la vista era preciosa. Se veía un mar de árboles a nuestro alrededor y podía distinguir un pequeño arrollo a lo lejos. Era un día soleado, pero a pesar de eso hacía bastante frío. El viento movía levemente las copas de los árboles que nos rodeaban, me recordaba mucho a Hogwarts, pero no sabía por qué. Tal vez era porque el bosque que nos rodeaba se parecía bastante al bosque prohibido. Tal vez era porque la temperatura se parecía al frío permanente que había en la sala común de Slytherin. Tal vez era porque estábamos los cuatro juntos, como antes.

   Todos nos acostamos en el techo, mirando hacia arriba. Draco me acercó a él y me abrazo por la cintura. Yo me acomodé en su hombro, sonriendo. Ya habían pasado dos años desde que habíamos empezado a salir, pero todavía me parecía que solo habían pasado unas semanas. Había entrado a mi primer año con planes de dominar el mundo sola, y había salido convencida de que, lo lograra o no, tenia que tener a aquel albino a mi lado.

—¿Saben que es lo más extraño de todo esto? —preguntó Blaise, su mirada estaba perdida en el cielo. Parecía estar pensando en voz alta, más que hablando. —Que ni siquiera extraño Hogwarts. Todas las personas que me importan están acá. En este lugar no hay nadie que nos mire mal por ser de Slytherin. No nos ahogan en tareas. Y tampoco esta Harry, siempre llamando la atención y recibiendo ventajas en todo menos pociones porque es "El Elegido". Estoy bien acá.

    Nadie opinó nada. Sabíamos que tenía razón. Y, aunque nadie lo dijo, una pregunta quedó flotando en el aire. Una que todos nos veníamos haciendo desde hacía mucho tiempo ¿Por qué pelear? ¿Por qué ir en contra de nuestras familias por personas que siempre nos odiaron? ¿Por qué defender un lugar que nunca nos había aceptado? ¿Por qué pelear por mantener una escuela en pie, donde los de primer año eran abucheados si quedaban en nuestra casa? ¿Por qué ir en contra de todo lo que se cree de nosotros, si, sin importar lo que hagamos, nada va a cambiar? ¿Por qué los de Slytherin deberían pelear, si los de Gryffindor siempre se llevan toda la gloria? No tenía sentido arriesgar nuestras vidas por personas a las que nunca les habíamos importado. Personas que nunca harían lo mismo por nosotros.

    Solo había una razón por la que iría a pelear, y era por Hunter. Porque no merecía morir, y su hijo definitivamente no merecía tener que crecer sin padre. Pero los demás, Theo, Draco, Blaise, Pansy, ellos no tenían razones para ir allá a morir en manos de alguien que pudo haber sido nuestro aliado si hubiéramos elegido el bando correcto.

—Después de la guerra, no voy a volver más a ese lugar —decidió Theo —Si tengo hijos, van a ir a beuxbattons o a Dumstrang.

—¿Vas a pelear? —pregunte, sorprendida.

—Si. Esta bien que los de Gryffindor nos odien, pero los de Ravenclaw no son tan malos y los de Hufflepuff no son fastidiosos si no están en grupos muy grandes. Además, todavía quedan Slytherins ahí. Algunos incluso de primer y segundo año, no saben defenderse, si los encuentran en las mazmorras y ellos intentan algo... no me interesa Hogwarts, pero nuestra casa es nuestra familia, y creo que para la nuestra en particular, eso afecta mucho más que en las otras.

   Tenía razón.

—Entonces vamos los cuatro —decidió Draco, aunque la voz le tembló un poco.

—Hay que bajar —dijo Blaise —Siempre nos ponemos pensativos cuando estamos en techos, y terminamos queriendo saltar. Hay que bajar para distraernos un poco.

   Los tres seguimos al moreno hasta el bosque. El cambio de perspectiva me mejoró un poco el humor. Tal vez tenía algo que ver con las piruetas que Blaise intentaba hacer, y que le salían horriblemente. Draco, Theo y yo reíamos a carcajadas. 

–¿De que se ríen? –preguntó Zabini, fingiendo indignación. 

–De tu inutilidad –le dijo Draco. 

–¡Como si pudieras hacerlo mejor! ¡No sabes hacer nada que no sea babear por Astrid! –se burló Blaise, en broma. 

–Eso no es cierto. –dijo el albino. 

   Sonreí. 

–Yo creo que si –dije, risueña. 

   El me miró, alzando una ceja. Dio un paso hacia mi y yo retrocedí. Unos segundos después, él me perseguía entre los árboles. Recién logró atraparme después de unos minutos, justo en frente de la casa. Al abrazarme para que no escapara, los dos caímos al suelo, él encima de mi. Tenía sus brazos apoyados a los lados de mi cabeza, cuidando no aplastarme. Estaba a punto de besarme, cuando alguien cayó encima de él. Blaise. 

–QUE LINDO EL AMOOOOOOOOR –gritó en el oído de Draco. 

–Callate –dijo el albino, tratando de sacárselo de encima. 

–¡Pesan mucho! –me quejé, ya que yo era la que estaba soportando el peso de los dos juntos. 

–THEO SUMATE –gritó Blaise. 

    El dudó antes de dejarse caer como un saco de papas sobre el moreno. Los tres reíamos a carcajadas, pero nos callamos al escuchar pasos en el bosque. 


   Este capítulo me tomó un poco más de lo que esperaba (me agarró un bloqueo y no pude escribir nada en un tiempo) pero ustedes querían un capítulo con más Draco, y acá está. Espero que les haya gustado. 

   Como la historia ya está cerca de terminar, voy a intentar publicar más rápido así logro terminarla y no la dejo a medio hacer, pero no puedo prometer nada, ya que tengo muchas cosas para hacer en el colegio (en este momento debería estar estudiando para las cinco pruebas que me quedan esta semana, pero como soy la persona menos responsable de este mundo, estoy acá escribiendo)

Su Mejor Amiga (Draco Malfoy) -TERMINADA-Where stories live. Discover now