Capítulo 24.

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Chanyeol.


– Dad un paso más, y moriréis. –Antes de llegar siquiera a girarme, sentí el metal de una pistola contra mi nuca, y dejé incluso de respirar. Miré a Luhan, que tenía una mano sobre la puerta sin cerradura, y miraba tras de mí con el rostro descompuesto. Iba a darme la vuelta, cuando escuché un "click" proveniente de la pistola que había contra mí.– No te muevas.

No podía hacer otra cosa a parte de tratar de descifrar el gesto de Luhan, cuyos ojos comenzaban a llenarse de lágrimas, y casi tira el arma al suelo.

– No es posible... –Musitó, llevándose una mano a la boca. Ni siquiera volvió a girarse cuando se abrió la puerta tras él, y de ella salió la figura del androide con el que habían compartido los ultimos meses. Le pasó una mano a Luhan por la boca, y lo arrastró dentro de la habitación.

– Mételos dentro. –Ordenó con su voz ronca, y la presión contra mi cabeza me instó a avanzar torpemente hacia el interior de la enorme sala.

– Espero que os hayáis divertido. –Se escuchó una voz anciana detrás de Sehun, y el señor Do se dejó ver.– Pensé que podía ser emocionante manteneros vivos tanto tiempo, los últimos supervivientes de la humanidad... –Caminó hasta ponerse frente a Luhan, y posó una mano sobre su mejilla.– Y además, me llegáis con la sorpresa de que este chico –Le dio una ligera palmada, y sonrió con la boca abierta.– ¡Estaba enamorado de mi último modelo de androide! –Soltó una risotada y se giró para mirarme.– Pensaba que no podría tener una despedida más digna de la humanidad, cuando me entero de que además una de mis mejores obras, también tenía historia con vosotros. Casi parecía estar viendo la última telenovela jamás creada. Supongo que la tierra realmente es un pañuelo cuando la humanidad está casi extinta, es... maravilloso... –Continuó con una sonrisa burlona, mientras se paseaba a su alrededor.

En todo su monólogo, Luhan no había apartado la mirada de la persona que me apuntaba con una pistola, y las lágrimas no parecían ir a dejar de caer de sus ojos nunca.

–En fin, que os dejé hacer lo que quisierais, y me esforcé en añadirle cierto dramatismo extra a vuestras historias, mientras me encargaba de algún que otro problema, como aquel de fabricación de 0H. El numerito de hoy... –Suspiró con un gesto cansado, mientras rascaba una manchita en la pistola que llevaba en la mano.– Al final ha quedado más cutre de lo esperado, lo lamento. Supongo que como guionista dejo bastante que desear. –Se encogió de hombros y borró la sonrisa de sus labios.– Soltadles. –Dejó de hablar y se acercó a la máquina de mandos en silencio. Entonces, la presión en mi nuca desapareció, y antes de que pudiera girarme, Luhan se abalanzó sobre mí para tomar mi rostro y forzarme a mirarle a él.

– No te gires. Por lo que más quieras, –Se le quebró la voz, y me abrazó con fuerza. Alcé la mirada y vi a Sehun observar la escena con una expresión fría. Sentía que debía hacer caso a Luhan y luchar contra la idea que se había instalado en mi cabeza en el momento en que mi amigo había comenzado a llorar de aquella manera.– No lo hagas.

– Luhan. –Le separé por los hombros, mirándole con un gesto serio.– Haz lo que tienes que hacer, ¿De acuerdo? Ya no nos queda nada. –Me miró confundido durante unos instantes, antes de que su gesto se convirtiese en comprensión y, después, en tristeza.

Me giré con pesadez, sin dejar de escuchar una risita molesta de fondo, y me quedé mirando a aquel híbrido durante lo que parecieron los segundos más largos de mi vida. Esbocé una sonrisa.

–Te he echado de menos, Baekhyun.


***



Zitao


Aquella escenita sí que era ridícula. Si no hubiese estado en mi posición, no habría dudado ni un segundo en afirmar que el señor Do chocheaba por la edad. Sabía que a la gente mayor le encantaban las telenovelas, pero ¿Qué demonios significaba esto?

Vi a Luhan apartar la mirada de Chanyeol con el rostro descompuesto y girarse hacia el viejo líder mordiéndose el labio.

– ¿Para qué nos ha traído hasta aquí, en su increíble plan maestro? ¿Qué demonios está esperando?

Volví a mirar a Do, que había esbozado una repulsiva sonrisa y reía por lo bajini.

– Bueno, Luhan, en realidad... Debo confesarte que tú y tus amiguitos me habéis... Tocado las narices más de lo que me gustaría. Todo podría haber estado muy bien, todo habría ido perfecto, pero... ¿Traer a MI hijo a MI base? Oh, eso fue un golpe muy bajo, jovencito. –El parecía confundido.

– Pero si lo moldeaste como si fuera plastilina, ¿Qué demonios te importa?

– Entre tú y yo, te lo voy a confesar: casi consigue ablandarme. –Suspiró y alzó los brazos.– Luhan, tengo un destino que cumplir, un imperio que controlar... Y ya estoy muy mayor, mi corazón no es tan duro como antes. –Posó las manos sobre el panel de control y suspiró.– Pero conseguí mantenerme en pie, porque sabía que esto era más importante que cualquier cosa que hubiera hecho en la vida, aunque esa cosa fuera sangre de mi sangre.

Miré a Kris, que parecía impasible ante todo lo que estaba pasando, y después al otro androide de la sala. Sabía que aquello significaba que tal y como había supuesto, aquel error no les convertía en malas personas, simplemente les transformaba en marionetas de un viejo chiflado. Porque si Kris hubiera tenido algún tipo de libre albedrío o motivación propia, el señor Do ya estaría en el suelo sangrando por haber tenido una idea tan absurda y ni siquiera haberse molestado en comentarlo.

Ese era el problema real de todo aquello, en realidad. Si no supiera que Kris estaba ligado a ese superordenador, ya haría años que le hubiera metido una bala entre ceja y ceja a ese viejo.

– Eres un monstruo.

– Soy el salvador de la humanidad, Luhan. –Amplió su sonrisa y miró al híbrido que no quitaba su mirada impasible del coreano de las orejas grandes.– Ven, Baekhyun. –El chico se acercó sin rechistar, mientras el otro todavía le seguía con la mirada.– No quiero acabar con la raza humana, sino mejorarla. Y él es el ejemplo perfecto. –Posó una mano sobre su hombro.– Los robots y todo eso está muy bien, pero no han sido más que pilares para lo que he convertido en este chico. Un humano perfecto: Guapo, fuerte, y con una inteligencia impecable, pero con todos los recuerdos de una vida. Tuve que deshacerme de sus sentimientos de este, me temo, porque con el tiempo iban resultando una molestia, queriendo huir para volver con... –Volvió a esbozar una sonrisa maliciosa.– Vosotros.

– Entonces nos recuerda. –Se escuchó la voz grave y temblorosa del chico que se aferraba a su muleta.

– Os recuerdo. –Baekhyun juntó las manos, mirándoles.– Luhan, Chanyeol y KyungSoo. Aunque al último no le veo, ¿Ha muerto? –Las expresiones de ambos chicos bastaron.– Vaya, es una pena.

– KyungSoo no ha muerto. –Rió el señor Do desde su posición.– ¿De verdad os pensabais que haría el cuerpo de mi hijo tan débil? En un par de horas estará de rositas, y encima, bastante enfadado con su padre. Pero no importa, ya le volveré a hacer entrar en razón, no os preocupéis.

– No ha contestado a por qué nos ha traído hasta aquí, Do. –Escupió Luhan, que parecía a punto de explotar de rabia.

– ¿No os ha quedado claro todavía? –Se frotó las manos mientras se reía por lo bajini.– Vais a ser los primeros sujetos de mi nueva humanidad.


***


Publicar una vez al año no hace daño... ¿No? :')

Recordad perdonarme si escribo alguna burrada que no tenga nada que ver con el resto del fanfic porfaplisu, que mi memoria es una caquita. <3

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⏰ Última actualización: Apr 22, 2019 ⏰

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