Capítulo 10.

1.6K 205 51
                                    

Luhan.

Los días pasaban, y la situación de todo no sólo no mejoraba, sino que empeoraba por momentos.

El padre de KyungSoo ha estado acercándose mucho a él, y adulándole como si fuera el mejor padre del mundo, y él no hace más que dejarse llevar. Después de todo, es el hombre que le crió, y le dejó una imagen perfecta de él mismo. Un hombre trabajador, honrado, con dinero, que cuida de sus hijos... Y que ahora, además, quería salvar a la humanidad. Pero parecía que allí, su hijo era el único que se tragaba esa imagen.

No tardé más de dos días en darme cuenta de que tenían guardias de seguridad vigilándonos las veinticuatro horas del día. Y sí, quizás lo entendería si fuera solo a Sehun, por su ya admitida condición, pero Chanyeol estaba solo en una habitación distinta, y nos había informado de que no.

En la base, no había un solo punto muerto que no estuviera vigilado por cámaras, que nos grababan incluso cuando nos metíamos en la ducha, que no tenía ningún tipo de mampara, o cortina. Ponía los pelos de punta.

El día que entramos a aquel lugar, recuerdo que pensé en lo acogedor que resultaba, y agradecí mil veces al destino por habernos dado un colchón sobre el que dormir. Ahora no hacía más que morderme las uñas, esperando al día que, o nos dejasen salir de allí, o por lo menos, pudiéramos escapar. Nunca en mi vida habría pensado que podría llegar siquiera a pensarlo, pero ahora, extrañaba más que nunca la libertad del nomadismo del que disponíamos, cuando teníamos que huir de escondite en escondite cada escasos dos días.

En cuanto al tema de Sehun... Digamos que no se había hablado mucho. Era como si de un momento a otro, mi mente hubiera apartado aquello a un lado, como si no tuviera la más mínima importancia. Aunque, todo había que decirlo, las palabras que intercambié con él desde que admitió su... "artificialidad", habían sido, sin duda, escasas. Y debía reconocer que aquello me mosqueaba. Había sido muy hablador desde siempre, y por mi enfado, odio hacia esas cosas eléctricas, y sobre todo, orgullo, no podía hablar con la persona con la que compartía habitación, y cama. ¿Y sabéis lo peor de todo? ¿Lo que más me indignaba de todo aquello? Que por si fuera poco, me había llegado a gustar como humano. Desde que le vi por primera vez, hizo que algo en mi interior se encendiera, y me diera taquicardia a la mínima que se acercaba a mí. Mis padres lo hubieran llamado "amor a primera vista", si hubieran llegado a estar conmigo para escucharme en aquel momento. Ya me lo explicaron una vez cuando era pequeño, y los síntomas concordaban perfectamente, aunque me negara a aceptar algo así.

La primera vez que me gustaba alguien aunque fuera un poco, y tenía que ser un robot. Un aplauso para Luhan, sí señor.

A veces, el estrés acumulado por pensar demasiado me quitaba el sueño, y me quedaba noches enteras en vela, tratando de mirar a cualquier lugar, que no fuera el androide que dormía en el suelo, como yo mismo le había ordenado desde que me lo contó todo. Y lo mas gracioso de todo, es que lo aceptó sin rechistar.

Fué una de esas noches en vela, cuando me di cuenta de que Sehun de verdad dormía, y no era algún tipo de programa o simulación, que le hiciera parecer dormido.

Yo estaba sentado sobre la cama, y hacía ya como una hora que me había rendido de no mirarle. Su cuerpo no se movía más que para respirar, haciendo que su pecho subiera y bajara, hasta que de pronto, un ruido feo, feo, feo, y sobre todo, ridículo, inundó la habitación. Un gran, y profundo ronquido, que sonó tan fuerte, que logró asustarle hasta a él. Se incorporó de golpe, y se llevó una mano al pecho.

–¿¡Qué ha pasado!? –Mira que quería evitarlo, de verdad que sí, pero es que fue ver su expresión de terror... Y romper a reír a carcajada limpia. Al mirarme, se destensó.– ¿Qué... ha sido eso? –Cuestionó, dudoso de si hablarme o no, según pude imaginar. Conseguí recuperar mi compostura, y traté de contestar de manera normal, sin volver a reírme otra vez, por la ridiculez de la situación.

「ERROR: 391」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora