Capítulo 6.

2K 226 18
                                    



Chanyeol.

Minutos antes del rapto de Luhan y Sehun.

El tronco que apretaba con fuerza entre mis manos, estaba repleto de astillas, de arriba a abajo. Unas astillas, que aunque no eran demasiado largas, se clavaban en mis palmas, provocándome un agudo dolor, que me hubiera provocado una serie de gemidos, de no ser porque ya los estaba soltando.

La imagen de Baekhyun relucía en mi mente, mostrando cada ápice de su perfección en un recuerdo. Veía sus cabellos castaños revolverse de manera juguetona por la acción del viento, mientras que eran iluminados por los rayos de sol que se colaban entre unas ramas de los pocos árboles que recientemente habían encontrado.

También su piel brillaba, de un tono porcelana perfecto, resaltando una redondita nariz, junto a las dos orbes negras que formaban sus ojos, rasgados, y para mí, también perfectos.

Estábamos rodeados del entorno más bello que habíamos visto en años, y yo solo podía fijarme en lo hermosa que se veía su sonrisa, y en cómo, pese a su alrededor, sus ojos también estaban clavados en mí. Su sonrisa, involuntariamente, la había provocado yo.

¿Qué fué lo que dije...? ¿Cómo lograba hacer felíz a Baek? ¿Cómo provocaba la sonrisa más bonita y valiosa de todo mi mundo en aquel entonces?

No lo recordaba. Hacía demasiado tiempo que había dejado de verla. Demasiado tiempo sin poder hacer feliz a la persona más importante de mi vida. Sin poder sacar una risa de sus labios, ni ver sus ojos achinarse debido a una amplia sonrisa.

Volví a apretar el grueso pedazo de tronco, y lo golpeé. Lo golpeé una y otra vez, hasta que mis nudillos sangraron, mientras yo no podía hacer otra cosa que llorar, y llorar. Llevaba demasiado tiempo reteniéndolo, y solo quería desbocar mis sentimientos, y desahogarme. Quería... Quería... Sinceramente, ya no quería nada que no fuese Baekhyun.

Miré aquel trozo de madera, secando mis lágrimas con el dorso de mi mano. Lo había manchado... De nuevo.

Lancé el tronco con fuerza a un lado, haciéndolo rebotar contra uno de los otros tantos que había descartado anteriormente. Me dejé caer sobre el suelo, y cerré los ojos, con mi rostro contraído.

-Lo siento tanto... Baekkie... -Sorbió por la nariz, y respiró hondo, con una amarga sonrisa.- El inútil de tu... Amigo, -Recalcó con amargura.- no ha sido capaz de hacer ni esto por tí... Lo siento.

Y allí me quedé, lo que a mí me parecieron años, peleándome con troncos, mirando al cielo, y deshidratándome por medio de mis propios ojos, hasta que escuché un disparo, que me sacó de mi pequeño mundo de melancolía.

Me incorporé, sorbiendo una vez más con mi nariz mientras que restregaba mis ojos, para retirar las posibles lágrimas acumuladas, y le levanté con velocidad.

Lo primero que hice fué mirar a mi alrededor, y después, comenzar a caminar por el lado contrario del lugar donde pensaba que el disparo había tenido lugar. Pero se equivocó, y no se dió cuenta hasta que no escuchó el segundo tiro tras unos altos arbustos.

「ERROR: 391」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora