Ella era intrépida, inesperada y misteriosa. Todo entorno a ella era algo asombroso y increíble, al menos eso decían. Eso se escuchaba pero, no era lo único que se rumoraba.
Se dice que es fácil, difícil; que es fría, caliente . Que todo en ella pa...
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No lo dejaré pasar
-¿Estas seguro de esto?-gesticula con cansancio Frank, mi fiel amigo.
No es mi amigo, solo desea compañía y soy el único que dejó que lo persiga
Asiento ante mi pensamiento, él me enfoca y se toma ese gesto como respuesta.
El olor es insoportable, parece haber muerto un animal o persona y esta escondido entre la basura. Cabe siendo una posibilidad, aquí desechaban venganzas terminadas en asesinatos, callejón sangriento ya tiene ese nombre bien ganado por algo.
-¿Ya terminas?-me impaciento mas cada inhalada de esos gases de descomposición no mas rodear mi nariz.
-No desesperes, Denis,-trata de tranqulizarme aquel nerd de pecas y castaña melena larga, con ojos verdes aceituna,-no es fácil que digamos plasmar este signo, ¿de que?, ¿una serpiente?, ¿dragón?
-Ya te dije que es un dragón y represente el pecado de la irá,-le recuerdo acordandome de el porque de él apodo de carreras de mi difunto hermano.
No recuerdes...
-¿Que haces, Mar?-entro sin su consentimiento a su habitación, esta en el suelo pintando sobre su chaqueta de mezclilla.
-Ya te he dicho que es de mala educación acortar los nombres o apellidos de los demás, Denis,-me reprende al oír que acorto su nombre.
-Demuestro mi cariño al darme la tarea de buscar un minorizante de sus nombres,-sonrió con inocencia mostrando todos mis dientes y hasta encías.
-Si no fuera tu hermano, te creería, pero para tu mala suerte lo soy y sé que te da pereza decir todas las letras de un nombre, eres la persona mas holgazana que conozco,-no me enfoca sigue concentrado en su actividad,-y eso que solo tienes 17 años. Ya quiero verte a los 30.
-Seré un tipo genial, profesional y leyenda procedente de las carreras como tú,-me imagino a los 30, aun haciendo lo que amo.
-Ya te he dicho que las carreras no es buen futuro, lo hago porque abue esta muy mal, y abuelita gana muy poco como ayudante de cocina,-suspira algo cansado, desde que comenzó la disminución de entrada económica a nuestra familia ha cambiado.
Tiene bolsas debajo de sus ojos, negras y profundas ojeras de cansancio. Duerme tan poco por terminar tareas, proyectos y estudiar para exámenes de la universidad. Ha perdido cada ves más y más musculatura, tuvo que dejar el boxeo el cual era su medio des-estresante cotidiano. Logrando que decaiga su físico trabajado y tonificado. Su piel es mas pálida, parece zombie.
-Terminare también mis estudios, no te preocupes,-le relajo asegurándole mi futuro asegurado,-las carreras serán pasatiempo y entrada de dinero extra,-escondo mis dedos cruzados detrás de mi espalda.
-Eso espero, no siempre estará abue y Silvia toda la vida, menos yo,-me da una dura mirada desde bajo de sus pestañas,-promete que si me pasa algo no recurrirás a las carreras, buscaras un trabajo honrado.
-Lo prome...
Se levanta dejando de lado su arte en ropa para tomar mi mano aun escondida con dedos entrelazados, esos dedos que representan mentiras cuando haces promesas.
-Prometeme lo de verdad,-deshace con delicadeza mi entrelazado de dedos.
-Lo prometo,-le aseguro al ver la verdadera preocupación inundar sus pupilas.
-Bien,-regresa a estar en cuclillas en el piso de su pequeño cuarto.
-¿Qué se supone que haces?-demuestro verdadera curiosidad y me coloco a su lado, cruzando mis piernas modo yoga.
-Es mi nueva identidad para las carreras,-mete el pincel en un baso para deshacerse de la pintura y limpiar las cerdas de este,-sé que es infantil, pero no se me ocurrió algo mejor, me gusto mucho Meliodas de los 7 pecados capitales, así que ese es mi nuevo sello.
-¿Te dirán Meliodas dragón de la irá?
-Eso espero,-casi nunca veo la tranquilidad y satisfacción invadir su mirada desde que sucedió lo de nuestros padres.
Así que es un poco reconfortante ver que estos momentos de paz momentáneos le hacen tanto bien, como para revivir el brillo en sus ojos, recordándome a el gran hermanó mayor que era cuando niños.
-Me voy a las 2 a.m.,-anuncia,-¿quieres venir?
-Si, ¿porque no?-sonrió ansioso.
Denis
-¿Algún día me dejaras correr?
-A tus 18, se paciente...
Denis
-Promete lo,- le pido.
-Lo prometo.
Mentiroso
-¡Denis!
Parpadeo anonadó, miro a el nerd en esa escalera recargada en la pared de ladrillos. Me regresa a el presente.
-¿Así esta bien?-cuestiona para que evalúe su trabajo.
El signo rojo es perfecto. Pintado con la sangre de mi hermano. Sangre que conseguí de un hospital en el cual el dono para tratar de salvar la vida de nuestra madre.
El dragón en un ovillo, es perfecto.
Asiento aprobándolo,-Si, vamos baja solo queda clavar la chaqueta.
