🏍️19🏍️

138 14 0
                                    

Era increíble, si lo era y demasiado creer que estaba enfrente de mi armario, debatiendo entre que ponerme

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Era increíble, si lo era y demasiado creer que estaba enfrente de mi armario, debatiendo entre que ponerme.

Tiene que ser casual pero no tanto

Mire esa camiseta negra con la insignia de el Capitán América de color blanca, mis jeans algo ajustados y tenis. Luego mire a un lado en mi cama, esa camisa de vestir manga corta azul celeste y los pantalones caqui.

¿Ser yo mismo o un magnate bien vestido?

Ser yo mismo

Seque mi melena rubia, mi cuerpo y me esparcí por mi pecho un poco de desodorante y perfume. Comencé a vestirme con algo de prisa, cuando termine me mire en el espejo.

Me veía como siempre, me veía normal, con mi cabello algo alborotado.

Tome del tocador un poco de esa frasco que contenía mi cera favorita, la unté en mis manos para luego esparcirla por mis cabellos amarillentos. Tome el cepillo y lo pase un poco acomodandolo, pero no lo suficiente para verse tan peinado, solo lo indicado para no verse descuidado.

Mire el reloj en mi pared y ya era hora, baje a la primera planta de mi casa en dirección a la cocina, ya ahí me encontré con la señora que me dio la vida. Mi madre.

—Hola, ma,—salude de lo más casual.

—Hola, cariño,—me dio una mirada de soslayo,—¿a dónde tan guapo?

—A ningún lugar en realidad,—rasque el nacimiento de mi cabello algo nervioso, lo que diría a continuación tal vez la saqué de sus casillas.—Invite a alguien a almorzar.

Vi sus hombros tensarse.

—¿Hoy?

Trague grueso por mi garganta.

—Si.

—¡Richard!,—su voz salto de ser una voz amable a un tono regañador.

—Mamá lo siento, ¿si?,—me disculpe sintiéndome estúpido,—fue algo inesperado yo quiero que la conozcas y-

—¿La?—su voz bajo un poco, su rostro muestra sorpresa, para luego brillar con emoción,—¡una chica! por fin, hijo creí que se te había volteado la canoa,—su sonrisa de payaso era contagiosa.

—¿Con que vamos a jugar pesado, Brenda?,—una sonrisa traviesa se forma en mi boca.

—¡Oh vamos cariño!, nunca habías dado señal de que te gustará una chica, era normal que me diera una ida equivocada,—se cruza de brazos esperando mi reacción.

—Sabes que soy estudioso, que aveces tengo la cara metida en libros, solo eso,—sonreí triste porque era cierto.

La mayor parte de mi vida es estudiar, jugar fútbol, mi mejor amigo Marco y la familia. Esta en todo su derecho de hacerse ideas como esas, porqué su hijo no dio señales de sus gustos hacia el sexo opuesto.

—Debería ir a arreglarme,—dijo algo nerviosa y horrorizada por su apariencia de ama de casa.

—Estas perfecta, aparte no tarde en llegar,—cómo si lo hubiera invocado, el timbre sonó,—debe ser ella.

—¡Oh por todos mis roles de canela con azúcar!

Reí un tanto por la expresión de mi madre, me dirigí a abrir la puerta. Pero cuando me encontré enfrente de la entrada y salida de la casa, el corazón se me aceleró.

Es sencillamente bellísima

Vestía una blusa floreada, para ser más específico rosas azul marino, una de sus faldas de siempre y sandalias. Un poco de labial rojo en sus labios, y sus pestañas con rimel y delineador de ojos.

Sé de todo esto por mi madre, no me juzguen

—Hermano ¿quién es ella?,—Lucia mi hermana menor de 9 años aún sostenía la puerta mirándome, esperando una respuesta.

No hoy, por favor

—Ella se llama Claytin, Luc.

—¿Qué eres de MI hermano?,—cómo si no hubiera respondido a su pregunta, cuestionó a Claytin.

—Soy su amiga, como ya dijo tu hermano, me llamo Claytin ¿y tu preciosa?,—la pelinegra se colocó en cuclillas estando a la altura de mi hermana menor.

—Lucia, y no me agradas,—sentenció para luego salir corriendo, no antes de mostrarle la lengua a Monriokova.

Ella se incorporó y sonrió divertida.

—Es divertida tu hermanita.

—Más que eso es algo...

—¿Molesta?,—pregunto.

—No qué va, es imperativa y celosa cuando se trata de mi,—la mire ella me estaba observando mientras tenía atrapado entre sus dientes su labio inferior,—ven, te presentaré a mi mamá,—mis mejillas se calentaron a lo cual yo escondí mi mirada, comenzando el trayecto a la cocina

—¿Sabias que mis abuelos son tus vecinos?,—cuestionó, siguiendome de cerca.

—No lo sabía, ¿quiénes son?,—entramos a la cocina, mi mamá estaba preparando pasta.

—¿Así qué tú eres la que tiene perdido a Ricky?,—la mirada de mi mamá era de lo más normal, aunque sabía que estaría observando cada paso de ella para ver si era merecedora de mi, o el menos eso decía ella cuando entraba ese tema en la familia cuando, hablábamos de que yo algún día trajera a una chica a casa en las cenas de navidad y años nuevo.

—Un gusto,—Claytin extendió su mano,—Claytin Monriokova.

La sonrisa de mi mama desapareció.

—¿Eres bisnieta de Erick?

—Si, el es mi bisabuelo,—sonrió orgullosa.

Forzó una sonrisa y luego acepto su mano.

—Un gusto Brenda Sheley.

—¿Mamá sucede algo?,—pregunte algo preocupado por su cambio tan repentino de humor.

—Es solo que... Tu padre siempre a tenido riña con los dueños de la editorial Monriokova.

—¿Tu papá es Esteban Weldons?

Esto no esta saliendo tan bien como esperaba

Rumors ✔️〽️Where stories live. Discover now