CAPITULO 11

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El servicio de habitaciones no tardó en subir la cena y, al verla, tan apetitosa, Melissa recuperó el hambre.

—Has mencionado hace un rato que tu madre murió hace tres años — comentó Donghae mientras comían—. ¿Fue de repente?

—Sí y no —contestó Melissa. Estuvo enferma unos cuantos meses, pero su muerte nos pilló por sorpresa. Supongo que la muerte siempre es repentina... por cierto, siento mucho lo de tu hermana. Supongo que sería duro para tu madre y para ti.

Donghae la miró con tristeza.

—Sí. Me cuesta creer que haya muerto.

—¿Qué le ocurrió?

—Empezó a encontrarse muy cansada y así estuvo varios meses. Le hicieron análisis de sangre, pero no tenía nada mal. Fue con un médico en Beijing a que le hicieran unas radiografías y descubrieron que tenía un linfoma. Murió a los nueve meses. Se suponía que la quimioterapia, tan agresiva, le iba a prolongar la vida, pero al final, lo que le desencadenó fue una neumonía.

Melissa supuso que su madre habría quedado destrozada. Ahora que ella era madre, entendía la profundidad del amor materno. Al fin y al cabo, ésa era la razón precisamente por la que estaba allí sentada frente a aquel hombre, el padre de su hija, para proteger a Emily, le costara lo que le costara, incluso el respeto hacia sí misma.

—Lo siento mucho —insistió—. Era una chica maravillosa.

—Ahora, mi madre está deseando que me case y tenga hijos — comentó Donghae pasándole la ensalada—. De momento, he conseguido librarme.

Melissa comenzó a servirse con manos temblorosas.

—¿No crees que haya llegado el momento de casarte?

—Sólo tengo treinta años, así que tengo tiempo de sobra para pasármelo bien un poco más.

—Típico de los hombres... —murmuró Melissa.

—¿Y tú? Tienes ya casi veinticuatro años, ¿no? ¿Todavía no has encontrado un marido rico?

—No me interesa encontrar un marido rico. La verdad es que no me interesa ningún tipo de marido.

—Entonces, tú también prefieres pasártelo bien un poco más...

—No, a mí las relaciones cortas que se llevan tanto hoy en día no me gustan nada.

Donghae sonrió con cinismo.

—Aun así, has accedido a mantener esta relación conmigo, ¿no?

—Porque no me has dejado otra opción —contestó Melissa con amargura—. ¿De verdad crees que estaría aquí contigo ahora si hubiera tenido otra alternativa?

—Por supuesto que tenías otra alternativa. Si no hubieras querido estar conmigo, habrías podido devolverme el cheque y dejar que la policía se hiciera cargo de tu hermana. Todavía estás a tiempo.

Melissa apretó las mandíbulas. Imaginarse a Stacey inyectándose heroína hizo que se mordiera la lengua.

—¿No tienes nada que decir?

—Tengo muchas cosas que decir, pero no puedo decirlas porque me he comprometido contigo a ser una compañía agradable y educada —se indignó Melissa—. Pero ¿sabes lo que te digo? ¡Ya estoy harta de que me insultes cuando te dé la gana! ¡Me quiero ir! —añadió poniéndose en pie y dejando la servilleta sobre la mesa.

—Te irás cuando te dé permiso para hacerlo —aulló Donghae poniéndose también en pie.

—Así que, además de hacerme chantaje, estás dispuesto a secuestrarme.

father - donghaeWhere stories live. Discover now