Episodio 80 - Cerrando un capitulo.

982 94 60
                                    


 Episodio 80 – Cerrando un capitulo.

Amir llega mañana en la noche y yo estoy haciendo planes para irme de casería, cambie mi turno de trabajo hace una semana para recibirlo y no pretendo hacerlo, y lo peor de todo es que no le he dicho nada, no le he dicho que no pretendo ir al aeropuerto, tampoco le he comentado de mi nueva amistad con su ama de llaves, la mujer que creó el monstruo que es mi madre y me siento mal, y no es que este pensado que algunas cosas debo guardarlas para mí, es simplemente que no he encontrado el momento de escribirle y decirle algo como.

"Cariño, Fedora antes era una caza fortunas y no tengo idea de cómo, pero mi madre y ella se conocieron antes de que siquiera naciera, y bueno le ensenó como engatusar a un hombre para casarse y obtener dinero de forma turbia, y bueno ya que lo se me ha dejado una invitación para ir a una fiesta, ¿bastante interesante, no? porque bueno cariño como me conoces tan bien sabes de sobra que iré a enfrentarla, a conocerles y a joderme yo misma un poco más."

Sé que él no reprocha mis asuntos, pero creo que lo llegaré a cansar en algún momento y no quiero que sea ahora, a casi cuatro meses de una relación, somos unos bebes.

¡Joder!

No tengo un plan, no sé qué haré, pensé joderla por el asunto de "no la conozco" cuando le dije madre en aquella fiesta de mierda que me enterró un poco más. Porque carajo, no pretendía decirlo porque parezco disco rayado, pero es mi maldita madre, es mi madre, no puedo simplemente...

–Calma. –me digo

Y mientras decido que ponerme me arrojo al suelo del mega armario que ahora tengo y miro cada vestido, cada pantalón o falda y solo puedo pensar en que haré cuando llegue si es que lo hago.

Los niños llegan a mi lado y se suben como cabras en mis pies, León que es un travieso comienza a jugar con mi cabello y a tirar de el.

–Eres un salvaje, haces lo que te da la gana. –le digo mientras rasco la cabeza de Vainilla y veo como Vendetta se lame y se acuesta bien lejos mientras nos observa. Juju está con ella, es la niña de mama.

Ya no es arisca como antes, se ha acostumbrado a mí y ahora me busca para estar conmigo, cuando le da la gana.

Sé que es tarde y que Amir no llamará, está durmiendo y lo entiendo, pero estar sola, me pone bastante incómoda ahora, me he acostumbrado a la compañía constante, los miércoles de chicos, las llamadas interminables de las chicas cuando tienen un tiempo libre, yo trabajando rodeada de personas, el ama de llaves antes caza fortunas y entonces pretendo llamar a Ezra para contarle mis planes, pero decido que no es buena idea, el pretende liberarme como desea que lo hagan con él, y no es lo que yo pretendo. Y de pronto estoy sola como al principio, pero no me siento bien, incluso no lo deseo.

Y en este momento ruego porque no llegue el día en que no esté con nadie, ruego por no ser traicionada otra vez, por no verme excluida por algo de mi pasado, ruego por no tener más problemas con progenitores sobre protectores, ni amigos heridos y menos con ex novias locas. Es lo que menos quiero, no fue tan horrible con Ra y no quiero drama con Amir.

Ramsés Farit incluso decirlo suena extraño para mi, recuerdo la salida de los miércoles a aquella tonta cafetería alejada donde solo las papas eran comestibles, donde tomábamos soda de cereza y donde nos contábamos cosas, también recuerdo nuestras peleas, nuestras reconciliaciones y la forma en la que me sentía con él. A salvo. Miro mi tatuaje y me siento nostálgica. No pretendo buscarlo porque estoy sola, es solo que luego de pensarlo tanto he decidido buscarle.

Amir no dio con el paradero de sus hijos, adopción cerrada, pero al menos sabemos que están bien, no continuó buscando porque lo que me interesaba era saber si estaban bien y lo están según las madres a las que mencionarles el nombre de él es como llamar cosas malas. Ambas dieron en adopción, no por no querer a los niños, sino porque en el momento eran demasiado jóvenes.

Drew ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora