Episodio 20 - Yo no te pertenezco

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Y cuando la soledad me golpeó pensé en mama, en que quizás era tiempo de que la buscara, si yo consideraba la familia importante y ella es mi madre sin importar lo mala que allá sido, supongo que mi cariño hacia ella, incluso con resentimiento, sigue igual.

Mi viejo móvil estaba entre las cosas que traje de casa de Ra, con llamadas perdidas de Ramsés y las chicas, incluso Wyatt me había llamado, pero no estaba para hablar con él.

Busque el número de mama, aquel que me dio hace un largo tiempo, recuerdo que la última vez que hablé con ella, literalmente la mande a la misma mierda. Esperaba que ella me hablara, sino no iba a ser mi culpa mas distancia entre ambas.

Vi el cincuenta y cinco, el código de área, y suspirando tomé mi móvil y marque el numero.

–Drew...– su tono de voz no fue para nada bueno. Yo quede sin habla– ¿Qué sucede? – dijo y no fue nada bueno, escuché aquello como si la llamaba porque necesitaba algo.

Y cerré el móvil.

Suspirando cerré los ojos, no estaba por llorar y no quería llorar por ella, ya lo había hecho mucho.

&

– ¿Qué quieres? – grité contestando el móvil.

Eran las dos de la mañana, y Ramsés no dejaba de llamar.

–Maldita sea. – Juró– Maldita sea. – Volvió a despotricar– Maldita sea– entonces repitió por tercera vez–. No puedo creer que te hayas ido sin decirme nada. Dime. ¿Donde estas?

–Quiero dormir– dije cerrando y el volvió a llamar–Por favor.

–Drew, no puedo creer que te hayas ido, fui a buscarte y me dijeron que te mudaste ¿Dónde estás? Por favor.

Le di la dirección, molesta y me incorporé de la cama, el no duraría ni tres minutos para llegar, estaba próxima a su casa. Abrí el acceso al ascensor para que subiera y cuando se abrió y el salió mirándome mal yo rodé los ojos.

– ¿Crees que deberías estar molesta? – Fue lo primero que gritó al entrar– Yo estoy molesto, pensé que estabas en casa, pensé que se te había pasado el berrinche y luego me doy cuenta de que no estabas en casa y para colmo no dijiste nada ¿Qué diablos pasa contigo, Drew?

–A mi no me jodas, si viniste a esta mierda te vas– palmee fuertemente repetidas veces mientras le señalaba la puerta. Dejándole claro que no estaba para esa mierda, ya le había dicho lo que creía y sentía.

– ¿Eres la única que puede estar en la casa de los demás haciendo berrinches?– le miré, molesta de mas–Ah sí– se dio cuenta de que me molesto su comentario– Puedo y me da la gana de hacerte lo mismo que has hecho tu, ayer, en mi casa, porque iba a salir con Tamara.

–No menciones su maldito nombre en mi casa.

No iba a aceptar eso y tampoco pretendía escucharle, si quería gritar y estrellarse allí en mi sala, bien, pero no iba a escucharle. Caminé hasta mi habitación, pero él fue detrás de mí cuando corrí a cerrar la puerta él se metió y aunque la mitad de su cuerpo quedo fuera, seguía allí y podía escucharle.

–Lárgate– grité incomoda.

–No, Drew tú me vas a escuchar. Te quiero cerca aunque me exasperes y seas así de soberbia, egoísta, pre juiciosa, con tu maldito mal genio de mierda, pero no puedo echar a todas las mujeres que llegan a mi vida.

>> Te pedí tu opinión con respecto a ellas, pero eso no quiere decir que te he dado toda potestad para influir en mis decisiones, quiero estar con alguien y lo haré aunque no te guste, no puedes tomar esa decisión, con un demonio. No puedes impedirme nada.

Drew ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora