Episodio 28 - No soy como ella.

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  @grevyhendricks

¡Feliz feliz cumpleaños feliz feliz cumpleaños a ti a mí a yo a tu a todos!

Esta maratón es dedicada ti, un beso y pásalo de lo lindo.

Yo se que muchas querrán golpear a Ra después de este capítulo y a Drew también. Un beso comenten y síganme.

Dejé que el perro se quedara en sus brazos y el momento incomodo llegó cuando íbamos en el ascensor.

–Vives en un hermoso lugar, tu padre siguió al pie de la letra lo que le pediste– asentí, el solo quería entrar conversación y mi forma me decía que le dijera "No comiences esta conversación con temas de mierda", pero no quería ofenderle.

Le hablaba normal antes, ahora las cosas están tensas y no quiero que mal interprete lo que le diga.

Cuando entramos en la casa, el perro quería ser el protagonista del momento, comenzó a correr de izquierda a derecha una y otra... y otra... y otra vez. Ramsés comenzó a reír y hacerle gracias, yo solo sonreí.

– ¿Quieres un poco de chocolate? Papa estaba aquí más temprano e hice una olla muy grande.

–Seguro.

Lo dejé quitándose parte de sus abrigos y suspirando entre en la cocina. Cerré los ojos un momento y la imagen de su rostro sonriente me golpeó, abrí los ojos de más y me mordí el labio mientras suspiraba.

¿En verdad? ¿De verdad me gusta?

Me cuestionaba.

– ¿Dónde está ese chocolate? – me giré abruptamente por su repentina llegada.

–Lo sirvo ahora– el miró por encima de mi hombro.

– ¿Qué pasa? – Le miro sin entender, negué– Tengo un momento allí sentado esperando.

– ¿De verdad? – asintió y yo vi alrededor.

–Sí, se que estuvimos algo distante, pero eso no quiere decir que los momentos incómodos tengan que estar entre nosotros.

–Lo sé– suspire. Me encamine hasta la despensa donde estaban ubicados mis tazones.

Saque dos y encendí la estufa para calentar el chocolate. Busque en la despensa aquellas galletas de mantequilla que tanto me gustan para acompañarle.

Cuando me giré el estaba mirándome, lucía un poco serio, estudiando el lugar. Por saber lo que estaba pensado regalaría al perro, pero ¿Quién lo querría?

– ¿Qué piensas? – me preguntó y yo suspiré mientras quitaba cosas inexistentes de la isla de la cocina.

–En que regalaría al perro para saber lo que piensas tu, pero nadie lo querría, es bien feo– el no pudo contener su risa, su rostro se tornó rojizo y su cabello se despeino mientras movía su cabeza riendo a más no poder.

Mis dientes salieron a dar la cara al verlo tan alegre, lucia como cuando ella le hablaba, sin embargo yo tenía que hacer un chiste malo para lograr eso.

Yo no soy para él.

Yo solo lograría poner desilusión en su mirada, molestia en su cara, agonía en su voz, exasperación y desorden en su vida.

Se supone que tengo que hacerle feliz incluso aunque no diga nada. Yo creo que para lograr eso tengo que esforzarme mucho y por más que la odie ella lo hace. Pero soy malditamente egoísta y no quiero que este con ella, haría cualquier cosa por verlo feliz, pero no dejarlo con alguien más.

Drew ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora