Episodio 58 - Ultimátum

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HEY!

Espero les guste el capitulo, si tienen alguna duda o inquietud sobre cosas que han leído incluso si no es de este capítulo estaré respondiendo todas sus dudas, así que pregunten. Un beso



Ni si quiera había abierto los ojos y podía sentir el ardor de la luz del día que se filtraba por la ventana. El mal sabor en mi boca por el vomito de la madrugada o de la noche, me hicieron arrugar más el rostro, me movía y podía sentir la rigidez de mi cuerpo.

–Me excedí–mi voz rasposa me hizo volver arrugar la cara y me incorporé sin siquiera abrir los ojos. Todo se sentía extraño, incluso el ambiente, tenia frio, me sentía enferma, tenia sed y hambre.

Me incorporé de la cama y al abrí los ojos para no ir a tientas al baño a cepillarme los dientes y quitarme el sabor horroroso de la boca, la luz me provocó un dolor horrible y punzante. Me giré para ir al baño y cuando pasé la puerta esperaba encontrar el desorden del siglo, no fue así.

Mientras me cepillaba los dientes me invadió como un relámpago el recuerdo de alguien sosteniéndome mientras vomitaba, alguien hablándome. Y a mitad del cepillado, algo alarmada, salí de la habitación casi corriendo directo a la sala esperando encontrarme a alguien, pero no había nadie, y aunque no recordaba nada más, ni si quiera quien fue o lo que paso en la mitad de la noche, esperaba no haberme vuelto demasiada loca.

Lo que llamó mi atención mientras inspeccionaba la sala de estar, esperando no encontrarme ningún hombre, eran las botellas de agua bien colocadas formando un triangulo, una bandejita con pastillas, un tipo de frasco de cristal exótico en color negro, lo que no dejaba ver el color de su contenido, parecía un frasco antiguo, y luego un montón de bandejas plateadas ocupaban mi mesa de centro y una mesa que no sabía de dónde había salido.

Mire extrañada alrededor, esperando encontrarme con alguien o algo, una pista, pero nada y entonces sonreí. Luego de terminar de cepillarme lo primero que hice fue tomar agua, mucha agua porque yo era un desierto sin oasis. Sentí un dolor horrible en mi mano derecha cuando aferre la botella, sinceramente lo atribuí al malestar que sentía en todo el cuerpo, pero cuando extendí mi mano para tomar la exótica botella que decía bébeme, vi aquellos cortes leves y un pequeño hematoma.

¿Qué había pasado? Lleve mi mano a la frente y me masajee la sien, el dolor era horrible y pensar en recordar lo llevaba al límite. Tenía que comer algo, para luego investigar lo que me inquietaba ¿Qué fue todo lo que hice anoche? ¿Cómo llegue aquí? Y ¿Quien trajo todo esto?

Antes de dar mi primer trago entrecerré los ojos recordando a mi perro de repente, Taxi. Y dos cosas llegaron a mi mente, número uno, antes de comer debía saber quién diablos trajo esto y la otra era donde estaba la gata.

Mientras con mi móvil intentaba localizar a las chicas y no respondían, me paseaba por la casa buscando a la gata, sin saber dónde podía encontrarla, ni en mi habitación ni en el baño, ni en la cocina o en el cuarto de lavados. Ya la imagen de vendetta degollada, manchada en sangre, colgando en algún lugar era frecuente en mi cabeza.

Me estaba frustrando y nadie respondía los móviles, hasta que pensé llamar a recepción y ver quien había subido a mi departamento. Era probable que no supiera mucho el portero, pero esperaba que sí. Y cuando respondieron y me comunicaron con él me sentí aliviada de que me dijera que sí.

Drew ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora