Episodio 74 - Noche de chicos.

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Episodio 74 – Noche de chicos.

El miércoles en la mañana cuando desperté en la puerta de la habitación estaba Vendetta, corría de regreso, la perdí de vista por un momento y luego la vi con uno de sus gatos en la boca, estaban grandecitos, y gritaban.

–Vendetta ¿Qué estás haciendo cariño? – mientras me salía de bajo de la frisada. –Maldita sea, esta frio ¿Y la calefacción?

La sigo y la veo allí, en el closet de Amir hay dos gavetas abiertas, en una hay medias y en la otra camisetas blancas bien dobladas y en medio de todas las medias los hijos de Vendetta.

–Oh, hace frio, buscas calentarles, eres una buena chica. Pero Amir se molestara contigo, le vas a llenar de pelos todas sus medias negras.

Acariciándola y colocando más cosas a su alrededor para abrigarla me dirijo escaleras abajo, no sé dónde diablos puedo graduar la calefacción, esta mierda esta fría, se supone el clima mejore, pero no.

Escucho poco movimiento, es casi imperceptible, pero como no se escucha más nada, camino hacia la cocina, la despensa está abierta y cuando llamo a Amir, sale una mujer, grande, muy grande y está muy seria.

– ¿Puedo ayudarla? –no es americana, y tampoco latina ¿Rusa? ¿Alemana? No lo sé, pero tiene acento y no me mira para nada bien.

– ¿Amir? –digo sin saber que mas decir.

–El señor Van Der Poel no está. –solo eso me dice y yo asiento, debo llamarle.

Me alejo y miro alrededor, paseando por el lugar encuentro lo que buscaba y condiciono el ambiente, ¡Que frio! Vuelvo a la cocina, tengo hambre y Vendetta también, sino llevo nada para ella en los próximos tres minutos bajara a buscarlo y es insoportable cuando tiene hambre, maúlla como endemoniada.

La mujer en el lugar es el ama de llaves, lo sé porque ayer hablamos de ella, viene los miércoles, según me dijo, ella estaba de vacaciones y se reintegraba hoy.

¿Dónde está mi semental?

Anoche fue algo movido para nosotros, no dormimos nada bien, la tensión sexual es una perra. Aunque debo reconocer que es bastante interesante, parecemos dos adolescentes intentando no ser descubiertos por sus padres, metiéndonos mano y soltándonos de pronto para no caer en la tentación por completo.

Anoche mientras yo me tocaba, a pesar de haberse burlado de mi él estaba igual o quizás peor, lo escuche tocarse y estoy muy segura que me escuchó también.

Imaginar sus manos en mi cuerpo y el bombeo y movimiento de esa cadera gloriosa me...

– ¿Vendetta? –giro la cabeza al escuchar se maldito maullido. –Ya voy nena.

Joder que no me he dado cuenta de que me quede parada como tonta con el cuchillo de mesa en el tarro de mermelada.

Le doy la comida a mi chica, termino mi sándwich de mermelada y mantequilla de maní y me siento en la isla.

–No debería sentarse ahí. –escucho y me siento avergonzada. A esta mujer no le agrado y para ella soy una intrusa.

–Lo siento. –me disculpo por inercia y la miro.

Ella permanece con su mirada en mi, atenta, me estudia y yo a ella.

–Lamento no haberme presentado antes, mi nombre es...

–No me interesa. –dice fuertemente y se gira.

Vas a escuchar lo que tengo que decirte, maldita mal educada.

Drew ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora