Capítulo veintiséis: Cena no soñada

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Drake.

29 de agosto, 2016.

—Qué elegancia —Escucho a Hayley antes de verla detrás de mí por el espejo.

Sonrío y termino de abrochar el penúltimo botón de mi camisa blanca, decidiendo dejar el último sin abotonar. Mi hermana me rodea para estar frente a mí y arregla el cuello de mi camisa, luego alisa la tela desde mis hombros hasta mis muñecas.

»Creo que se verá mejor si enrollas las mangas hasta tus antebrazos —Y tras decirlo, ella sola se encarga de eso bajo mi atenta mirada, luego me sonríe —. Listo. ¿Cuál es la ocasión para que no te veas tan feo?

Río y me observo en el espejo. Pantalón negro, unos zapatos tipo botas del mismo color, camisa blanca y una chaqueta de jean que espero ponerme al salir. Creo que es lo suficiente no casual para el restaurante al que planeo llevar a Alaska.

—Tengo una cita con Alaska.

—Ow —Suspira de manera soñadora y se alza sobre las puntas de sus pies, aun cuando es alta no me llega, y reposa su barbilla de mi hombro viéndome a través del espejo—. Debo admitir que ustedes son muy lindos juntos. Siempre sospeché que Alaska tenía un enamoramiento por ti, pero fuiste realmente bueno ocultando lo que tú sentías.

»Aunque había veces en las que parecía que tenía celos y sospeché.

—Yo tampoco me esperaba caer tanto —Me encojo de hombros—. Supongo que fui ingenuo pensando que nunca caería por esos encantos de la Hans menor.

—Y con honestidad, pensé que mis hermanos nunca tendrían una novia seria y que me gustara mucho —Su sonrisa crece—. Para empezar, Dawson es dulce, es cierto, pero también un poco idiota, tú no mostrabas interés en alguna relación y Holden... Él tiene más posibilidad de terminar adoptando un hijo con Derek que conseguir a la mujer de su vida o darse cuenta.

—Eres un poco cínica, no es que tu historial de novios sea un buen procedente —Me giro para observarla, frunce el ceño—. Tú masticas los corazones de esos pobres infelices.

—¡Oye! Solo no encuentro todavía al señor correcto —se justifica—. Y ellos tampoco terminan siendo buenos novios.

—Y eso justifica que rompas sus corazones, por supuesto.

Golpea mi hombro y luego resopla. Amo a mi hermana, pero reconozco que en lugar de espantar a los idiotas de su vida, siento que más bien debo advertirles porque ella es un poco bruja y mastica almas, me alegra saber que no soy el receptor de su rara manera de buscar el amor. Supongo que no es que pretenda hacer daño, solo no es tan precavida para pensar en dos cuando se trata de una relación, suele solo pensar en ella.

Ahora que lo pienso, si lo analizas, soy el primero de los hermanos Harris en enseriarse en una relación, eso me enorgullece si soy sincero. Para este punto, seguramente mis padres tienen todas sus esperanzas puestas en mí.

—¿Qué le pasó a tu ojo? —Cuestiona y yo frunzo el ceño en respuesta—. Tienes uno de los vasos roto, juraría que no estaba ahí hace un momento.

Me volteo hacia el espejo y rectifico que tiene razón. Eso explicaría por qué siento algo de incomodidad en mi ojo.

—Supongo que debería intentar dormir mejor.

—Sí, supongo —concuerda—. Entonces, ¿A dónde estás llevando a Aska?

—A ese restaurante del que Holden tanto hablaba. Él consiguió hacerme una reservación. Espero y sea tan bueno como lo dice.

—Bueno, espero y se diviertan —Hace una pausa—. Y siempre recuerda el condón.

No puedo evitar reír y besar su frente antes de tomar mi chaqueta, ponérmela y salir de la habitación, paso por la habitación de Dawson justo en el momento en el que suspira con la vista puesta en su celular.

+18  (Libro 1 Saga Inspírame)Where stories live. Discover now