Never Ending | Larry *PAUSADA*

Thirty-Six.

"Lou, muñeco, despierta, finalmente hemos arribado. Necesitamos registrarnos en el hotel. Mañana es un gran día".

Louis murmuró mientras se desperezaba, el sol entraba por las ventanas hacia la cubierta de la nave, donde podía ver tierra. Le sonrió a Harry. El vampiro sonrió, besándolo suavemente en la mejilla. Louis rió, agarrando a Harry por la corbata y haciéndolo caer sobre la cama.

Harry gruñó mientras se dejaba caer sobre el pequeño humano.

"No quiero hacerte daño, Lou".

El niño pequeño puso los ojos en blanco con cariño. "Oh, cállate, solo dame un beso". Harry se movió para presionar sus labios en la mejilla del niño. Louis se quejó, “Un beso de verdad".

El vampiro sonrió, presionando sus labios contra los labios rosados ​​del chico, que estaba haciendo pucheros, "Ahora arriba Ángel".

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"Nunca dejas de impresionarme con estas habitaciones de hotel". Louis miró la gran habitación del hotel.

"Ah no, esto realmente no es nada, es bastante pequeño en realidad. La imagen en línea lo hacía lucir mejor". Harry se relajó, evidentemente no impresionado por el lugar donde se estaban quedando. Louis simplemente puso los ojos en blanco con cariño, riéndose para sí mismo mientras se dejaba caer sobre la cama. Harry sonrió, se arrastró sobre el niño pequeño y lo hizo rodar, por lo que estaba a horcajadas sobre él.

"Te amo."

"También te amo bebé." Harry sonrió.

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"Hola Lou, tengo que llamar por teléfono al Consejo, a las personas que visitaremos mañana. ¿Podrías correr y recoger algunas cosas del centro comercial que hay al final de la calle?"

Louis bostezó, acabando de despertarse, con los ojos bien abiertos, listo para complacer, "Por supuesto pa-um-Harry".

Las mejillas de Louis se sonrojaron al casi rebelarse. Recientemente había estado soñando con Harry en formas que ciertamente no eran platónicas. Y los nombres con los que él había estado llamando a Harry, también eran... ciertamente no platónicos.

El vampiro no pareció darse cuenta. Justo cuando el chico estaba a punto de irse, Harry lo llamó, "Lou... Ven aquí, bebé".

El vampiro agarró la cintura de Louis acercándolo a él antes de inhalar su olor, "Haz..." Louis murmuró cuando el vampiro se acurrucó en su cuello.

"¿Estás... oliéndome?"

Harry sonrió y le dio un beso casto en el cuello a Louis antes de asentir. "Tengo que estar seguro de que estás a salvo y que la gente sepa que no deben tocarte. Aquí hay algo de dinero". Harry le pasó al chico $1500 en efectivo, los ojos de Louis se agrandaron, "Ahora puedes ir a buscarme un nuevo macbook pro, el mío es viejo y es hora de una actualización".

Louis asintió, feliz de complacer.

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"Lo siento, Harry, el que querías estaba agotado, lo ordené para ti, pero tardará otros dos días. Lo siento".

Louis se sentó en el regazo del hombre, moviéndose para pasarle a su pronto- compañero el dinero que le había dado.

Harry levantó una mano, moviéndola distraídamente, "Oh no Lou, quédatela. No la necesito". Louis frunce el ceño, "Haz, es tu dinero..."

Harry se levanta, dejando que Louis caiga suavemente en el sofá, "Hago dinero a cada segundo, Lou. No lo necesito".

El niño pequeño resopló, moviéndose para llegar a la bolsa de trabajo de Harry y metiendo el dinero dentro. Los ojos del CEO se abrieron ante la actitud de Louis, algo que nadie había mostrado delante de él.

Miró al pequeño ojiazul con los ojos entrecerrados, descolgando su teléfono, marcando un número mientras miraba directamente a los ojos de Louis.

"Liam, sí, hola. Quiero que transfieras $1500 a la cuenta bancaria de Louis. Sí, en serio. Bien, adiós".

La boca de Louis se abrió ante Harry, "¡Harry!" Él dejó escapar un pequeño grito incrédulo. Harry solo sonrió, creyendo que había ganado.

Louis resopló, agarrando el teléfono de Harry y marcando nuevamente a Liam. "Liam, es Louis. Quiero que devuelvas los $1500 de mi cuenta a la de Harry. Liam, ahora... Bien, gracias".

Harry se sentó en un rincón, con los ojos bien abiertos y la boca abierta en forma de "o", "Te dije que lo guardaras cachorro".

"Y yo dije que no lo quería".

Harry gruñó suavemente, acercando al niño a sus brazos, "No sé si azotarte o caer a tus pies".

Harry sabía que, aunque él extremadamente poderoso, era Louis quien lo poseía. Estaba envuelto alrededor de su dedo meñique y todos lo sabían.

Louis se cayó de la risa cuando Harry comenzó a hacerle cosquillas sin piedad. Se estaba divirtiendo más que nunca, se sentía más feliz que nunca.

No estaba preparado para lo que averiguaría en el Consejo.