Capítulo 3 - Marcas.

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Tal y como el ojigris había dicho, Petra se presentó unos minutos después para llevarla a que tomara un baño y se sintiera más cómoda.

Y era algo que sin duda necesitaba, tenía la misma ropa de ayer llena de agujeros y quemaduras producto del estallido que la trajo hasta acá.

-Te llevaré a mi habitación para que no te sientas incomoda, ahí nadie te va a interrumpir... - dijo la pelirroja mientras acomodaba las cosas de la habitación que había ocupado previamente la latina.

-Gracias... - fue lo único que pudo decir mientras observaba a la más bajita.

- ¿Tu nombre es...?

-Yari. Me llamo Yari. Yari Roma.

Petra simplemente asintió, sin decir nada más. Tal y como todos en la tropa, la curiosidad acerca de la ojipurpura la invadía, pero tenia que acatar órdenes y no preguntar cosas fuera de lugar.

Antes de retirarse, Yari tomó su chaqueta con cuidado recordando que ahí llevaba sus cosas, guardadas solo para sí misma. Si alguien en esos momentos veía algo como su celular, probablemente todo se volvería un caos por un aparato tan innovador que no puedan entender. Debía ser cautelosa.

- Las habitaciones están en el edificio contraria a este, por lo que tendremos que cruzar por el campo de entrenamiento. - comenta la pelirroja y la mira, algo dudosa - Si gustas... Te puedo prestar mi capa, para, ya sabes... - suelta una risita nerviosa, haciéndole la señal de que se la podía prestar para que se cubriera frente a los demás.

La más alta se quedó unos segundos se sin comprender, hasta que notó a qué se refería.

Claro, soy diferente. Piensa que quizá no quiero llamar la atención ante los demás por cómo luzco, dice a sus adentros.

-No te preocupes, Petra. - le dedica una sonrisa sincera - Así saldré, no tengo problema.

La ojimiel asiente, sonriendo de lado al notar su seguridad.

-Entonces, andando.

Después de eso salieron de la edificación, Petra caminaba recta y seria con Yari a su lado, siguiéndole el paso.

Mientras caminaban pudo darle un vistazo a su al rededor, totalmente encantada.

El lugar era tal y como ella siempre lo había tenido en su mente.

El sonido de las hojas de los árboles moverse con el viento era relajante tanto como los pájaros cantar. Esos detalles que no se expresaban en el manga, disfrutaba vivirlos en carne propia. El aroma del lugar sin duda desprendía deseo de libertad. Porque de eso se trataba la legión de reconocimiento.

Ser libres.

Ante tal pensamiento, se preguntó en qué punto de la historia se encontraba. La duda de saber qué tanto había sucedido de lo que ella conocía, la carcomia. Pero por lo que notaba no había pasado tanto tiempo aún, ya que Petra seguía... Con vida.

Una sensación de angustia en el pecho la invadió, mirando de reojo a la pelirroja mientras caminaban. No podía permitir que teniendo la oportunidad de detener la masacre que se avecinaba, no hiciera nada al respecto y tanta gente muriera en vano. Ella sabía perfectamente los sucesos que estaban por venir, la gente involucrada, las bajas, lo conocía todo. Tenía que hacer algo al respecto. ¿O no...?

Unos sonidos a la distancia la hicieron salir de sus pensamientos, girando su vista a donde provenían.

En esos momentos, los cadetes de la legión se encontraba entrenando en el campo. Cada quien se encontraba concentrado en sus asuntos: unos en combate cuerpo a cuerpo, otros con el equipo de maniobras, pero todos midiendo sus habilidades de distintas formas.

Traveler ~ Attack on Titan / Shingeki No Kyojin  Where stories live. Discover now