Intrusos

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Clary se retorcía incomoda en su asiento del Gard, obvservando cómo Jace discutía con Maryse acerca de cómo pudo haber entrado Sebastian.

-Son ciegos -dijo una voz conocida mientras el asiento acolchonado continuo al suyo rechinaba.

- ¿Cómo son ciegos?-preguntó mientras volteaba para encararse con Elizabeth.

Elizabeth rió, Clary supuso que le estaba jugando una broma.

-Al parecer tú también, observa, Clary. ¿Quién no estaba en el Instituto cuando pasó el ataque?-levantó las cejas.

Clary frunció la boca he hizo memoria.

Todos estaban en el Instituto, la Cónsul Penhallow, los representantes de los subterráneos, los directores de los Institutos alrededor del mundo, los Nuevos Cazadores estaban en el jardín delantero y algunos durmiendo o robando algún bocadillo de la cocina, todos.

Menos uno, y nadie había preguntado por él.

-Robert, Robert Lightwood.-contestó en un susurro.

Elizabeth se levantó del asiento.

-Felicidades, lo descubriste - y sonrió.

Clary no podía creerlo, llevaba horas dandole vueltas a ello, incluso después de la reunión. Ella no entendía la razón, ¿cómo Robert podría tracicionar a su familia? No, más, su sangre. Todos los nefilim saldrían heridos si eso fuera verdad.

Que él era el traidor.

Clarissa no aguantó más y fue a ver a Elizabeth, caminó por los pasillos oscuros del Instituto, por más que costara aceptarlo, la presencia de Hodge faltaba. Y más en este momento, Clary lo necesitaba para comprender todo esto, necesitaba un té y el sillón.

El ángel caído la estaba esperando antes de que siquiera llegara. Elizabeth había cambiado sus vaqueros y camiseta por un equipo de combate exactamente igual al que Clary llevaba puesto.

-¿Algun lugar dónde quieras ir? -preguntó Clary al llegar.

Elizabeth puso los ojos en blanco y le entregó una capa negra a Clary, jamás había visto esas runas talladas, no eran ni de los oscurecidos ni de los nefilim pero cuando la tocó sintió que eran mucho más fuertes, sintió que eran enviadas de los mismos ángeles.

-No hagas preguntas y póntela -le arrojó la capa al pecho y ella de mala gana se la puso.

Clary se devanaba los sesos en eso de "No hacer preguntas" simplemente no podía, ya había estado una hora callada y estaba cansada, no sabía a dónde iban, hasta que vió la entrada de Alacante.

-¿Saldremos? No podemos-trató de no sonar alarmada.

-Vamos, Clary, tú y yo sabemos que te gusta romper las reglas.

Elizabeth era como la hermana pequeña que alguien siempre ha querido tener, rebelde y audaz... y osada y descuidada. Un poco de todo pero...

Oh, por el ángel, ¿en qué se estaba metiendo?

-Si tienes miedo, debes saber que no iremos solos, nos acompañaran algunos amigos.-Elizabeth apuntó hacia las sombras, fuera de la entrada-. Ellos tienen un par de caballos, te juro que regresaremos antes del amanecer. Y si nos metemos en problemas podemos decir que te obligue, que te amenace con que no te dejaría comer pay de moras si no me acompañabas.

-Una convincente excusa.

Clary suspiró, no podía creerlo. Tomó valor, subió su capucha, ocultó sus rizos en ella y caminó a la entrada. Fue hasta que estaban bajo el arco de piedra cuando se detuvieron.

-Pensé que no vendrías.- dijo una voz masculina desconocida para Clary.

-Te dije que vendría. ¿Y ella? - Elizabeth bajó el gorro de su capucha y Clary la imitó.

El joven que había hablado salió de entre las sombras, era el mismo de rizos negros que se confundían con la noche, Clary lo reconoció de la sala de Nuevos Cazadores. Un Herondale, igual que Jace.

Elizabeth abrazó al chico y lo presentó.

-Clary, él es Will- dijo indicando al joven-. Will, ella es Clary.

Los ojos azules del chico se cruzaron con los verdes de ella.

-Un gusto- él le extendió la mano y besó la de ella.

-Igualmente-balbuceó Clary.

-¿Subimos?

Will jaló cuatro caballos de por donde había salido. En uno de ellos iba montada una joven de rizos castaños y ojos grises, no era la más hermosa del mundo, pero tenía una belleza poco común. La muchacha bajó de su caballo negro, quitó su capucha de la cabeza. A Clary le dieron unas ganas tremendas de dibujarla, tenía los ojos grises más penetrantes que había visto jamás, la nariz delgada rodeada de diminutas pecas, y los labios gruesos.

-¿Tessa? -preguntó la acompañante de Clary.

La joven-Tessa-le sonrió a Elizabeth.

-Elizabeth, pensé que no volvería a verte dentro de un par de años.

Un crujido se escuchó desde la entrada de Alacante, como una rama al romperse. Will sacó un cuchillo de serafín y Elizabeth un arco. Clary no tenía ni la más mínima idea de donde había salido el arco; así que solamente se inclinó y sacó su estela de la bota, y puso una mano sobre su cinturón de armas.

Un jóven de cabellos negros y lisos salió desde las sombras. Clary lo reconoció como el hermano Zachariah, ¿qué hacía aquí?

-¿Tessa?

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VOY A TARDAR EN SUBIR CAPS, SORRY:(

BTW, ESPERO LES HAYA GUSTADO:)

xx

Cazadores de Sombras: La hija de Magnus BaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora