Redemption [h.s.] ✓

Capítulo 61. Parte II.

A C L A R A C I O N E S: Harry no se suicidó de verdad, explica claramente que mataron a un borracho y pusieron que era Harry porque en la historia NADIE sabe realmente cómo es. Hizo eso para que Evelyn y él pudieran huir sin problemas, ya que se acabaría lo del toque de queda y la policía dejaría de estar vigilando y podrían irse sin que los pillasen.

Las que me habéis preguntado por el twitter de Alice, lo puse mil veces o más en capítulos anteriores, es @ZerriesGap. Tengo nuevas traducciones en mi perfil, como Tumblr y Sperm Donor. Realmente os recomiendo que os paséis porque son mis historias favoritas. Seguiré subiendo esta noche de esas historias :). 

  Hola, tu llamada- 

  Corté el teléfono y volví a marcar, mi pecho agitado. Fue hasta que la mujer en el altavoz comenzó a hablar cuando se sintió como si alguien me pateara el pecho y dejé de respirar por un momento. Y aún así, lo único que pensaba era en Harry.

   Porque eso es lo que hace el amor; hace que la gente sea egoísta. A pesar de que tienen a sus seres queridos a su alrededor - una hermana que está irritantemente celosa el noventa y nueve por ciento del tiempo, pero con la que tuviste los mejores días, un hermano que se duerme a las tres por estar jugando a su PlayStation y se despierta a las cuatro los fines de semana, y un padre al que apenas ves, una madre que tiene miedo de ti, un amigo que empezó a hablarte porque él probablemente fue la razón por la que te secuestraron, un amigo que es torpe e inconcebible, un amigo que es popular y con el que apenas hablas - lo único que piensan es en el amor. El amor me convirtió en una fugitiva, casi. El amor me cambió demasiado. Porque a pesar de que había asesinado a personas delante de mis ojos y era una de las personas más buscadas en el planeta y era la razón de que mi vida cambiase, yo lo amaba. No es de extrañar por qué él odiaba estar enamorado.

   Era sólo cuestión de tiempo hasta que me di cuenta de que era otro ataque de pánico golpeándome lentamente, y entonces mi teléfono sonó.

   Me faltaba el aire - el ataque no me había golpeado todavía, estaba jadeando para evitar que sucediese - pero todavía contesté la llamada, ignorando quién era.

   "Evelyn," arrulló alguien en el otro extremo de la línea. "Lo siento, la batería de mi teléfono-"

   "Harry, ¿eres tú?" grité.

   "Uh, sí," , dijo con indiferencia.

   "Oh, Dios mío," Respiré y me senté antes de que mis piernas cedieran debajo de mí. Mi respiración finalmente se desaceleró pero mi corazón todavía estaba tronando en mi pecho. "Pensé que estabas muerto, ¡cabrón!"

   Harry se rió en su garganta. "¿Qué te hace decir eso?"

   "Salías en las noticias-" Entrecerré mis ojos en la televisión, "-Harry Styles comete suicidio. ¿Qué puñetas es eso?"

   "Te dije que lo arreglaría. Estoy ahí en diez minutos, bebeh." Él colgó. Tomé esa ventaja a usar ropa que eran cómoda para un largo viaje y lleve mi equipaje abajo. Era solamente una bolsa pequeña y estaba medio llena, de todos modos.

   En exactamente siete minutos, vi las luces de un coche brillar sobre mi ventana. Se apagan, vuelven a encenderse, y luego se apagan, vuelven a encenderla. Cogí la bolsa y mi teléfono y salí en silencio la casa. Mi pecho se sentía apretado. Ni siquiera me despedía de mi familia. Tomó toda mi energía para contener las lágrimas mientras me acercaba a un coche azul minúsculo en mi entrada. Sonreí mientras abría la puerta del pasajero.

   Harry sentado a mi lado llevaba un jersey grueso que parecía tan grande como una manta y un gorro. "Hey".

   "Hey." Tiré el equipaje en la parte trasera del asiento y me puse mi cinturón de seguridad.

   "Estás preciosa," , dijo y miró por la ventana. Entrecerré los ojos en él. "Maravilloso clima que estamos teniendo."

   "¿Qué pasó?" Le pregunté sin rodeos.

   "El vuelo se ha retrasado dos horas,", dijo y salió de la calzada.

   "¿En serio? ¿Un avión?" Di un grito ahogado.

   "El lugar está demasiado lejos en coche, cariño." Me sonrió.

   "¿Adónde vamos?" pregunté. "Y sólo para estar al cien por cien, total y absolutamente segura, aunque me hace sonar como un poco como la idiota que soy, no vamos a volver aquí, ¿verdad?"

   "Nope," , dijo, haciendo estallar la palabra. "Y vamos a Dulcelandia."

   Apreté los labios. "No vas a decirme, ¿verdad?"

   "Nope," repitió.