Capítulo 50.

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Escrito en un pedazo arrugado de papel:

        el pajarito

    voló en

        la dirección

   equivocada

  -:-:-:-

Seguí a Jackson por las escaleras hasta que se encerró en su cuarto, y me fui al mío. Planeaba tirarme en la cama tan pronto como entrase, pero me encontré a alguien sentado allí tan pronto como abrí la puerta.

"Mamá". Me desplomé en mi silla y eché la cabeza hacia atrás. "No en este momento." La cabeza me latía con sólo caminar por las escaleras.

"Pero ni siquiera sabías lo que iba a decir," se quejó airadamente y se levantó, sacudiéndose su larga falda.

"No. Me. Importa. He tenido un largo día, es que, joder."

"¿Qué te pasa, Evelyn?" mi madre me regañó y se marchó de nuevo. Empujó la puerta hacia atrás y se vuelve a su sitio. "No me dijiste nada sobre el baile de septiembre, por cierto."

"¿Huh? Oh." No voy a poder ir por mucho que quiera, para ser honesta. "Lo olvidé".

"Claro que lo hiciste. ¿Querías escaparte a otra parte de nuevo?" Su voz no era amable exactamente.

"Tú me dejaste ir esa noche," Le respondí. ¿Tenía que hablar de esto? Ha pasado el tiempo suficiente, olvidándose de eso me lo haría más fácil.

"Me dijiste que era una fiesta de cumpleaños."

"Qué es eso?" Señalé algo cubierto en negro que colgaba en la parte posterior de mi puerta. "Mamá, fuiste tú-"

"Ya sabes, en caso de que no estuvieras pensando en ir," dijo, y tiró de la percha del gancho hacia mi cama. Ella abrió la cremallera de la parte delantera de la cubierta.

"¿Por qué quieres que vaya a otra parte después de todo lo que ha sucedido, y todo lo que acabas de decir?" Ella estaba actuando como Harry con todos los cambios de humor.

"Esta no es una de esas fiestas, sino que está en manos de la escuela. Además no quiero que te quedes en casa todos los días, ahora que... No importa." Ahora que mi mejor amiga no estaba cerca. "¿Así que no vas con un chico?"

Me sonrojé. "Um, sí."

"Bueno, entonces tendrás una cita, todos los estudiantes y maestros, tu hermano y el chico de la calle de enfrente mirandote", sonrió. "Adeeeeeemás... ¡Te compré otro teléfono!"

"Espera, ¿qué?" La miré con incredulidad.

"Sí, un teléfono nuevo."

"No, no, ¿el chico de enfrente?"

"Sí. ¿No te diste cuenta de que alguien se mudó? Resulta que él vive solo, con su hermano, al igual que los Harries. Y esa casa es vieja. ¿Por qué un chico iba a querer vivir allí?" Mi madre se encogió de hombros mientras hablaba con calma, pero hizo una mueca.

¿Hermano? Probablemente uno de sus amigos.

"¿Conociste al chico, mamá?" Fruncí el ceño.

"Bueno, por supuesto. Él no fue a la escuela hoy, así que fui a saludar", dijo.

Me quedé mirando el suelo, sumida en mis pensamientos. "Pero... estaba en la escuela."

La cara de mi mamá se tensó. "¿De qué estás hablando? Lo vi."

Redemption [h.s.]  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora