Redemption [h.s.] ✓

Capítulo 61. Parte I.

 EL PRINCIPIO DE ESTE CAPÍTULO ESTÁ INSPIRADO EN UNA RECIENTE Y VERDADERA HISTORIA.

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Era 2010, y un muchacho de dieciséis años de edad, estaba junto a una parada de autobús solo. Su cabello estaba húmedo por la lluvia que caía sobre su equipo de fútbol, ya que lucharon para ganar. Él sonrió ante el recuerdo de ayudar al gol de último minuto.

Oyó unos pasos cada vez más fuertes y se volvió para encontrar a tres adolescentes que estaban todos enfermizamente delgado. El más alto se adelantó. Tenía las mejillas hundidas y ojos hundidos, sus manos eran grandes y huesudas y él tenía una capucha que cubría su frente.

"Tú", dijo. "¿Tienes algunas juntas?"

"¿Qué?" el muchacho murmuró, sus cejas frunciéndose.

  "Cigarros," otro dijo. 

  "No, lo siento," el joven Harry Styles dijo y volvió su mirada hacia la carretera, esperando que su viaje a casa llegase pronto. 

  Los tres chicos se acercaron a él en silencio, con las manos en sus bolsillos. 

  "¿Dinero?" el tercero preguntó en voz baja. 

  "No," Harry dijo, molesto. Claramente; los chicos lo notaron. 

  "Si puedes permitirte un taxi, pienso que puedes pagar un paquete de cigarrillos," el tercero se burló.

   Harry no dijo nada.

   "Sólo tienes que darnos el maldito dinero o algo," el alto, dijo con calma y agarró la mochila en la espalda de Harry en un intento de buscar monedas sueltas. Harry se echó hacia atrás y empujó al extraño al suelo sucio.

   "Jódete," gruñó justo antes de que uno de los chicos le arrancara la mochila de encima y el otro agarrara sus brazos. El muchacho arrojó la mochila a un lado y ayudó a su amigo a agarrar a Harry contra la pared de vidrio de la parada de autobús. Harry gruñó mientras el cristal se quebró bajo su cabeza y dejó de luchar mientras círculos oscuros empezaron a comerse los bordes de su vista, como el moho.

   El chico alto se impulsó del suelo y levantó los brazos, mostrando sus mangas mojadas y se sacudió un poco el agua.

   "Tú lo pediste," dijo, señalandolo, y estrelló su puño en el estómago de Harry.

  Era 2014, y un hombre de veinte años estaba de pie contra una pared de ladrillo en la lluvia. Su pierna rebotaba con impaciencia, la mandíbula apretada. Su amigo estaba junto a él, sus ojos barriendo a través de la carretera.

  "Ese," Harry Styles susurró mientras un cuerpo borracho se dirigió hacia ellos. Su amigo giró la cabeza para ver a un joven tropezar que les pasó.

   "¿Por qué?" Louis preguntó, sus ojos fijos en el hombro.

   Harry apretó los labios. "A nadie le importará si muere esta noche," dijo, luego fue detrás del hombre claramente drogado que acaba de salir del bar.

   En diez minutos, Harry, Louis y Liam, que había aparecido recientemente de su escondite, estaban todos viendo un cuerpo retorcerse en el aire. El hombre borracho que había rogado por su vida y resistido a la petición de suicidio ahora colgaba del techo de la escuela abandonada. Su cuerpo se estremeció una vez más, y luego dejó de moverse por completo, con el rostro en una mueca congelada. Harry hizo un gesto a la pared, y Liam agarró la lata de aerosol del bolsillo profundo de su pantalón. Él escribió en la pared Tal vez Dios perdone mis pecados.

   "Harry Styles comete suicidio," Louis dijo. "Genio." Y después se fueron, porque su trabajo estaba terminado.

 -

 Harry iba a recogerme a las tres, y eran casi las una. No pude dormir después de acostarme en la cama durante dos horas - tal vez era la adrenalina de que en realidad podría ser considerada una criminal; Yo le quité la vida a alguien, y vi a otros morir delante de mis narices pero no hice nada excepto enamorarme del hombre que hizo eso. Así que tomé mi edredón y almohada para llevarmela a la planta baja y decidí ver la televisión hasta que me quedase dormida en el sofá.

   Estaba viendo ese show de TV del que nunca he oído hablar y escuché una patrulla de policía fuera pero lo ignoré, como estaba acostumbrada a hacer. Demasiadas quejas sobre lo jodidamente irritante que las Stalker Choppers eran por lo que pensaron en una idea brillante; camiones.

   El espectáculo estaba volviéndose demasiado dramático, así que cambié los canales hasta que acabé en alguna cosa de las noticias, a la izquierda del sofá durante dos minutos para coger mi libro de la biblioteca y un vaso de agua. Yo aún no lo había terminado. Era un libro interesante, la página que estaba leyendo consistía una conversación que era así:

   "¿Qué?"

   "Oh, nada. Pensando en voz alta."

   "Eso es lo que realmente te gusta. La gente con la que puedes pensar en voz alta delante de ellos."

   "Las personas que han estado en tus escondites secretos."

   "La gente con la que te muerdes el pulgar delante de ellos."

   "Hola."

   "Hola."

   "..."

   "..."

   "Wow. Mi primera Lindsey." (Como él sólo sale con chicas llamadas Katherine "coincidentemente". 19, para ser exactos.)

   "Mi segundo Colin." (Referencia al otro Colin, AKA su estúpido novio. Suena familiar.)

  "Fue divertido. Vamos a intentarlo de nuevo."

   "Vendido."

   "..."

   "..."

   "..."

   "..."

   Siete páginas más adelante, había por fin terminado el libro y, curiosamente, comencé a explorar hasta el final, donde había un adelanto de otro libro del autor - No sé, algo acerca de un paciente de cáncer supuestamente deprimido que estaba viendo a un "caliente chico" fuera - cuando el televisor finalmente me llamó la atención. En realidad, no - yo sólo parpadeé mi mirada a un par de veces y la última vez me hizo quedar mirando el titular.

   El cuerpo del hombre más buscado del mundo se encontró después de un asedio de tres horas.

   No me moví. Mi corazón ni siquiera palpitaba, pero mi respiración se aceleró. Mis piernas se estremecieron cuando vi dos personas sostener algo cubierto con una sábana blanca sobre una camilla. Mi boca se abrió y el libro se me cayó de las manos.

   "La muerte fue lo mejor para él." Harry Styles se suicidó.

   Me bajé del sofá y cogí mi teléfono de la mesita del café. Inmediatamente me desplacé hasta el número de Harry, etiquetado como 1hs, el 1 así que su número estaba el primero, y rápidamente le llamé. Ni siquiera sonó.