Capítulo 70.

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             Afraid, The Neighbourhood

                                         Me, The 1975

                           Medicine, Daughter

// dos días antes del incidente //

"Escúchame, Evelyn." Sus manos estaban presionadas a ambos lados de mi cara, y sus ojos esmeraldas me miraban con frialdad. "Han estado buscándonos por años, desde que cometí mi primer homicidio -- hemos estado a diez pasos de ventaja pero nos han alcanzado. 

   "No lo entiendo," Dije, agarrando su antebrazo. Dejó caer sus manos a sus lados y se fue a la habitación. 

"Tenemos que irnos," musitó. "Vienen a por nosotros."

      "¿Qué pasa con los otros?" Pregunté, refiriéndome al resto de su pandilla, y le seguí. "¿Están aquí?"

      Hurgó en los cajones y cogió un paquete de cigarrillos y un mechero, metiéndolos en una mochila de cuero negro, y cogió su chaqueta del suelo. Me dio la espalda.

    "Están todos abajo. Coge sólo lo que necesites, rápido," dijo tímidamente y tiró el equipaje. "No necesitas ropa. No pierdas el tiempo. Ahora mismo están viniendo a por nosotros."

         Solté un suspiro que no sabía que estaba reteniendo. Harry no estaba cogiendo nada de su ropa aparte de la chaqueta, así que saqué una sudadera, me la puse y cogí mi móvil y el cargador.

       "¿Qué más me hace falta?" Pregunté, sintiendo un peso en mi pecho. Me sentía estúpida por preguntar esas cosas cuando claramente tenía prisa por dejar la habitación. O la maldita ciudad.

       "Uh, podrías coger todo lo que haya en la nevera y meterlo aquí-" hizo una seña hacia su mochila, "y eso es todo. Estaremos en el coche por unas horas, así que lleva todo lo que sea necesario para un viaje largo."

        ¿Un viaje largo?  Pensé. Huyendo  de la gente que quería fervientemente hacer que nuestros corazones dejaran de latir. Encantador.

        Metí el cargador de mi móvil en su mochila y me la llevé a la cocina. Tres barras de chocolate, dos cartones de leche, una botella de agua y un poco de nata era lo que quedaba en la nevera. Lo cogí todo y lo metí en la mochila, incluido la leche, porque, ¿quién no disfruta bebiendo leche de esos cartones tan adorables?

            También cogí el café complementario, el chocolate caliente y las bolsitas de té de la encimera y los aperitivos que Harry trajo cuando llegamos aquí el primer día. No todo cabía en la mochila de cuero --un asesino con una mochila de cuero-- así que cogí una bolsa de plástico y metí lo que quedaba ahí.

          Después de coger de la habitación del hotel todo lo que necesitábamos, --que nos pertenecía-- Harry y yo salimos de allí. Dejó la llave en uno de los alféizares de las ventanas que había en el pasillo porque no la necesitábamos y si volvíamos a recepción a dejarla nos dirían que revisáramos la habitación, firmar cosas, perder tiempo, etcétera.

         Harry me apresuró una vez ya fuera, donde  gracias a Dios no hacía mucho calor, pero tampoco hacía frío, una temperatura media. Él tenía una de las asas de la mochila por el hombro y yo tenía en mi mano la bolsa de plástico, nuestras manos fuertemente entrelazadas. Según él, uno de los chicos debería estar aquí con una VAN negra con muchas habitaciones y comodidades para un viaje nocturno.

               Entonces vi dicho vehículo y corrimos hacia él. Harry se tiró en el asiento y yo agarré la puerta y entré. Nuestro conductor; Niall.

Redemption [h.s.]  ✓Where stories live. Discover now