20.

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Me alegra tanto que todos hayamos podido superar todo esto por lo que pasamos. Porque nos mantuvimos los tres juntos, así como se lo prometí a Jungkook. Es algo tan increíble de creer;

Secuestrados, abusados, despojados de nuestra libertad, quedamos marcados.

Pero juntos, nos curamos las heridas con amor y dedicación. Las cicatrices permanecen ahí, tanto física como interiormente. Duele, claro que duele. Pero el cariño de cada día es lo que nos hace fuertes, lo que hace que todo lo malo que tenemos se esconda y nos sintamos como nuevos. Nadie nunca sabe lo que algún día nos llegará pasar, si es malo o bueno.

Esa mañana, algo invadió mi cuerpo. La pasión recorrió mis venas y volteé a ver a Taehyung quien me daba la espalda mientras no lograba conciliar el sueño. Desde que salimos de aquél infierno, ninguno de los dos había pensado en hacer algo más que besarnos o abrazarnos, ya saben...

—Taehyung...—lo llamé, haciendo que este volteara a verme.

—¿Sí?—cuestionó Taehyung en forma de respuesta.

—Lo lamento, ¿Te desperté?

—No, no, está bien. Aún no podía dormir—respondió con una sonrisa.

—Amor, ven, acércate—lo llamé posando una de mis manos en su hombro.

Cuando lo tuve mirando hacia mí, lo tomé de sus mejillas y lo acerqué aún más a mí, quedando a escasos centímetros de su rostro. —Te amo tanto, Taehyung—dije mirándolo a los ojos, para luego sellar mis palabras con un beso. Un beso al cual Taehyung correspondió rodeando mi cuello con sus brazos.

—Te amo aún más, Hoseok—respondió sonriendo como nunca. —Mi Hoseok, mi perfecto té y galletas.

Me alegraba tanto oír esas palabras de nuevo, había pasado tanto tiempo desde la última vez que me lo dijo. Como olvidar esa etapa de nuestras vidas, en donde los problemas no tenían lugar y las sonrisas llenaban todo nuestro hogar.

Pero las dificultades y los problemas siempre llegan, creanme.

—Hay que despertar a Jungkook para decirle a donde iremos hoy, ¿Está bien?—dije besando su frente suavemente.

—No—dijo tiernamente, deteniendo todos mis movimientos. —Quédate conmigo, quiero tenerte aquí y besarte lo más que pueda—completó abrazándome mientras me acercaba a él.

Lo besé nuevamente, pero esta vez duró menos. —Amor...

—Sólo hasta que suene la alarma, ¿Va?—preguntó besando mi mejilla, tratando de convencerme.

—Hasta que suene la alarma—acepté riendo.

Luego de oír mi respuesta, para mi sorpresa Taehyung se subió sobre mí y me beso, tomando mis mejillas. De vez en cuando, se separaba y lamía mis labios, eso hacía que se sintiera mejor. Llevabamos tiempo, mucho tiempo así y no planeabamos nada más que besarnos el uno al otro.

—Me tienes realmente enamorado de tí, Hoseok.

Y en ese momento, la alarma sonó.

—Ahora sí, mi vida—dije abrazándolo. —Iré a despertar a Jungkook, ¿Sí? Tenemos que alistar todas las cosas juntos.

—Está bien, ya puedes ir—respondió sonriendo y dejándome un beso en ambas mejillas, las cuales por supuesto, estaban ruborizadas.

—Te amo—dije levantándome de la cama, todavía algo ardomilado.

Entonces, me dirigí primero a la cocina, para poder servirme algo de tomar. Pero no sabía que me llevaría un gran susto.

—¡Jungkook!—él estaba en la cocina, bebiendo jugo de naranja. —Casi me das un susto, pensé que eras una rata gigante.

Promise - [HopeV]Where stories live. Discover now