CAPÍTULO ✖ 14

En başından başla
                                    

Louis respondió de forma rápida tomándome entre sus labios.

Repentinamente tomó de mi cintura y me condujo un paso hacia atrás  hasta mantener un fuerte contacto con la pared del salón, presionando mi cuerpo levemente contra ésta y haciéndome soltar un corto gemido que al haber intentado evitar soltar juntando mis labios, salió como un quejido ahogado desde adentro de mi boca.

Sentí su lengua rozar mis labios, siendo esto suficiente para que le diera paso, abrí lenta y perezosamente mis labios.

Y como mi vida no era un cuento de hadas y yo, naturalmente, no era la protagonista de aquellas estúpidas narraciones, el momento perfecto fue interrumpido por un torpe movimiento  de mi parte.

Habían pasado ya un par de segundos jugando débilmente con nuestras lenguas y sus gruesos, y dulces pero ya profesionales labios, cuando tomé la torpe decisión de trasladar una de mis manos hasta su tibia y perfectamente trabajada espalda. Quería poder sentirlo, tenerlo cada vez más cerca de mí.

Pero cuando estiré mi brazo derecho, que se encontraba tras mi espalda ocultándose apoyado en la pared, por un pequeño movimiento en falso y sin la más mínima intención, derramé un vaso de vidrio que contenía gaseosa sobre la alfombra y parte de nuestras vestimentas.

El estruendoso sonar del  vaso chocar contra el suelo y quebrarse en decenas de pedazos que caían sobre distintas baldosas, me hizo separarme precipitadamente de la anatomía de aquel muchacho. Quién también se alarmó alejándose unos pasos hacia atrás.

Sentí como me iba convirtiéndo en un puto tomate, no pude mirarlo a los ojos, estaba por completo avergonzada, mis manos temblaban y sudaban incesantemente, no podía controlarlo.

- Lo... siento... -me excusé con la vista pegada en el suelo- Lo limpiaré enseguida. -concluí agachándome fugázmente para tomar los trozos de vidrio repartidos por el suelo con mucho cuidado. Una vez recogidos todos, me levanté y caminé con suma rápidez hacia la cocina.

Perfecto.

No había un bote de basura por ninguna parte.

 ¿Qué haría ahora? ¿Volver con el chico y pedirle ayuda después de lo ocurrido...?

Simplemente mierda.

Por alguna extraña razón mi suerte se estaba viendo constantemente destrozada en los últimos meses.

Avancé a paso rápido en dirección a la salida de la cocina con la vista baja en busca de alguna caja o bote para depositar los trozos de vidrio, hasta que me sentí chocar con un cuerpo que se encontraba frente a mí.

Desvié la vista momentáneamente del piso para encontrarme con los intensos ojos azul agua del chico con el que desde ahora conviviría.

- ¿En dónde está el bote de basura? -pregunté fingiéndo naturalidad aunque aún podía sentir leves temblores en mi cuerpo con cada movimiento que hacía.

- Al fondo del pasillo. -respondió tranquilamente indicándo con su dedo hacia un pasillo que se extendía por uno de los costados de la cocina, su rostro permanecía sin expresión.

¿Qué diablos le ocurría ahora?

- Déjame llevarlos. -pronunció tomando los vidrios quebrados de mis manos antes de que pudiera llevarlos yo mísma- Puedes cortarte. -dijo finalmente, perdiéndose de mi vista una vez que entró en el ya dicho pasillo.

Caminé de vuelta a la sala principal para continuar con la labor que tenía en mente antes de que mi trabajo se viera irrumpido por Louis.

Recogí  un par de poleras del suelo y las deposité en un canasto que parecía ser el lugar en donde se dejaba la ropa sucia.

ANOREXIC ||L.T|| (PAUSADA TEMPORALMENTE)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin