CAPÍTULO ✖ 9

2.3K 116 29
                                    

Cinco minutos más -Pensé- Solo cinco minutos y la clase acabará. Debo aguantar este sueño que me consume. Siento mis párpados cada vez más pesados y no sé si pueda soportarlo más.

En más de una ocación el cansancio me había vencido haciendome estrellar mi cabeza fuertemente contra el pupitre. Captando la atención de todos y haciendo a más de uno carcajear.

Tomé mi lápiz y comenzé a trazar líneas en mi cuaderno para graficar los minutos que pasaban. Ya llevaba cuatro.

Frustrada y con agobio aguardé hasta escuchar el sonido del timbre.

Esta vez con un poco más de alegría tomé mis libros y mi lapicera y caminé hacia la puerta.

Fuí hacia la cafetería y al instante de llegar mi mirada se cruzó con la de la cocinera. Me observaba con autoridad y yo a ella con odio. Comenzó a mover sus manos indicándome que me dirigiera hacia ella.

Con enojo caminé en su dirección y le recibí mi almuerzo. Tres nuggets con huevo revuelto, un vaso de jugo de naranja y unos trozos de palta. No sé qué diablos haré con todo esto...

Busqué una mesa libre y encontré una al fondo de la cafetería. Frente a un ventanal. Desde ahí se podía apreciar el frío clima. El cielo estaba cubierto por un gran manto gris, provablemente lloverá en unas horas.

Me encaminé rumbo a la mesa y al llegar a esta me senté y acomodé mis cosas en ella.

Pasé unos buenos minutos observándo la comida sin saber que hacer con ella hasta que me decidí a consumirla. Pero luego tendría que sacarla de mí. Por muy mala que fuera la sensación de vomitar. Tendría que hacerlo, no tenía otra opción.

Comenzé por la palta. En algún sitio había escuchado que al comer las ensaladas primero, el cuerpo consumía menos calorías. Así que espero que sea verdad.

Al terminar la palta seguí con el huevo revuelto. Lo probé y estaba delicioso, pero al instante la sensación de culpa me invadió. Intententé pensar en otras cosas para desconcentrar a mi mente y no pensar en la comida.

De esa manera terminé el huevo. Miré el platillo y solo quedaban los nuggets. Había comido demasiado rápido. Tal vez esa fue la razón por la que comenzé a sentir algo de dolor en mi estómago. O quizás fue porque no estoy acostumbrada a comer tanto.

Finalmente me las ideé para guardar disimuladamente los nuggets en un trozo de papel que encontré en mis bolsillos.

Dejé el jugo intacto y me dirigí a dejar la bandeja en el puesto de la cocinera. Ella me observó poco convencida pero decidí girarme y salir de allí antes de que se dispusiera a revisarme.

Miré el reloj de la pared. Solo habían pasado veinte minutos desde que había comido mi primer bocado. El cuerpo se tarda una hora en consumir todas las calorías del último alimento que has comido. Aún me quedaba tiempo.

Caminé hasta en baño de mujeres y entré. Esperé hasta asegurarme de que no hubiera nadie en él.

Una vez vacío, me dirigí hacia el último de los inodoros y me dispuse a expulsar la comida.

Tarde unos cinco minutos en encontrar la ténica para vomitar. Hace mucho tiempo que no lo hacía y no tenía la menor idea de cómo hacerlo bien.

Al final pude lograrlo al poner mis dedos muy al fondo de mi garganta y hacer unas cuantas arcadas. Luego de eso se me hizo más fácil acabar.

Al terminar, la sensación en mi boca era realmente asquerosa.

Tomé mi cepillo de dientes y caminé hasta uno de los lavamanos.

ANOREXIC ||L.T|| (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora