CAPÍTULO ✖ 6

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- ¡No puedo hacer esto, joder, estoy muy alto, soy tan pequeña aqui!!! -Grité mirando hacia el vacío arrepentida de haber aceptado la propuesta de Grace.

- ¡Claro que puedes Rachell, eres fuerte y valiente, debes vencer tus miedos! ¡Salta! Te sentirás fuerte y poderosa -Oí desde el otro lado de la linea telefónica que me mantenía en contacto con Grace, quien ahora estaba a más de 2500 metros de distancia por debajo de bajo mí.

Es ahora o nunca , debo ser valiente- Pensé -No puedo quedarme aquí, debo hacerlo.

- Lo haré, lo haré porque sé que valgo más que Sam, que Austin, que mi padre... Que todos esos idiotas que han arruinado mi vida y que el día de hoy me aseguraré de superar... - Le dije esta vez decidida a lanzarme.

Desde aquí podía observar la hermosa vista de Texel, Holanda.

- No se quien es Austin, ni Sam, ni tampoco se que te habrá hecho tu padre, solo sé que esas son las palabras más alentadoras que he escuchado en mi vida, vamos, siéntete como el ser humano más poderoso del mundo y disfruta este salto Rachell.

No lo seguí pensando más y con todas mis fuerzas salté al vacío.

- ¡Joder esto es impresionante!!! , ¡Por dios! ¡Me siento la persona con más suerte en este mundo!! ¡Me cago en Sam, me cago en mi padre! ¡Dios Santo!!!- comenzé a gritar mientras caía libremente por los aires.

- ¡Asi se dice Rachel! , disfruta de la vista que esta hermosa.

- ¡Mierda!!! ¡¿Cuando tengo que abrir esta cosa?!!! -Grité a través de una clase de una clase de Woki-Toki que me había entregado un instructor minutos antes de lanzarme.

- Tienes un minuto para abrir el paracaídas. -Respondió éste desde el otro lado de la línea.

- ¿Y me lo dices ahora?? ¿Acaso quieres matarme? -bromee pero no hubo respuesta alguna, ese tipo no tiene sentido del humor.

Tal como me lo habían explicado cuando llegamos con Grace, tomé de la pequeña balla que estaba a unos centímetros de mi mano derecha y jalé de esta hasta el fondo sin utilizar mucha fuerza.

Poco a poco ví como el paracaídas comenzo a abrirse a medida que la gran tela chocaba cayendo en contra del viento.

Una vez que éste se abrió por completo, solté la balla y recuperé la tranquilidad al saber que ya no había provabilidad de que algo me ocurriera.

Cerré mis ojos y me dejé caer sin soltarme de unos pequeños objetos con forma de alas de avión que me ayudaban a no perder el control del paracaídas.

Era una sensación inexplicable, fue como estuviera volando, como si fuese el ser humano más valiente y fuerte en este mundo, y aunque sé que no lo soy, así me sentía.

Quisiera poder gritarles a todos los que me han pasado a llevar que no valen la pena y que se metan sus palabras por donde mejor les caigan. Siento que al fin ya tengo la fuerza para hacerlo, porque el valor que he tenido para saltar del avión es mil veces mayor a el valor que tendré que tener para decirles todo eso.

Esta ha sido la mejor sensación de mi jodida vida, me encantaría quedarme así por siempre... Pero eso no es posible.

- Señorita, usted se encuentra a menos de treinta segundos de pisar tierra. Como puede ver el viento que hay no es mucho, por lo que no será un obstáculo para su caída. Solo mantenga sus brazos en la posición en la que están e intente caer de pie. -Me dijo el instructor arruinando la emoción del salto, pero bueno... Nada es para siempre.

- ¿Qué pasa si no caigo de pie? -Pregunté algo intranquila, en ningún momento me habían enseñado a caer de pie.

- Nada grave, quizás se dé un par de volteretas en el suelo, pero el área está hecha para el paracaidísmo, por lo que no hay rocas y no podrá ocurrirle nada malo.

ANOREXIC ||L.T|| (PAUSADA TEMPORALMENTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora