Cap. 61| "Tengo miedo"

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**Narra Owen**
Amelia estaba entrando en la semana número treinta y dos de embarazo. Su panza iba creciendo muy bien, todo parecía ir bien. Ella había entrado en licencia por maternidad.
La alarma sonó muy temprano ese día. Mi jornada laboral comenzaba a las 7 AM, decidí retrasarla diez minutos.
-Quédate conmigo -dijo Amelia con voz de dormida y acariciando mi cabello.
Abrí los ojos y la vi, me enloquecía, Amelia recién despierta era hermosa, me encantaba verla todas las mañanas sonreír. Amaba mirar su panza y notar que llevaba a nuestra bebé.
-¿Sabes qué? -dijo ella- soñé con un nombre para la bebé.
-¿De verdad? -dije acercándome a ella para besar sus labios- ¿Cuál?
-¿Qué te parece si lo hablamos luego de que vuelvas del hospital? -dijo rompiendo el beso- mientras nos preparamos para ver una película con los niños.
-Estoy ansioso por eso -dije sonriendo- y espero que no veamos Cars otra vez, llevamos viendola seis veces esta semana.
-A Salva le gusta demasiado -dijo Amelia riendo.
-Cada cual con su fanatismo... -reí y volví a besarla- Sigue durmiendo. Yo me encargo de llevar a Sara a la escuela y a Salva a la guardería -me levanté y me dirigí hacía la puerta.
-Owen. Espera -dijo Amelia.
-¿Qué? -dije sonriendo.
-Te amo -dijo con una sonrisa.
Me dio tanta ternura escucharla que decidí volver a la cama con ella para besarla una vez más. Así lo hice, la besé y la abracé.
-Te amo mucho más, las amo -respondí señalando su panza y finalmente me fui.
Dejé a Sara en el colegio y luego me dirigí hacía el hospital. Lo primero que hice fue dejar a Salva en la guardería y finalmente fui hacía el vestuario.
-Hey, Owen -dijo Derek al verme.
-Buenos días -sonreí.
-¿Cómo está Amelia? -preguntó Alex poniendose la parte de arriba del uniforme.
-Genial. Lleva el embarazo muy bien -dije sonriendo- estamos felices.
Mi teléfono de emergencia sonó.
-Wow, las urgencias llegan temprano hoy -dije y salí del vestuario.
Llegaron varios traumas productos de un choque. Así que tuve varios pacientes y operaciones en gran parte del día.

**Narra Amelia*
Estuve todo el día tranquila. Leyendo un libro y sentada en el sillón. En un momento, sentí un leve dolor de panza, pero se pasó. La bebé comenzaba a patear y a moverse dentro mío.
-Hey -dije llevando mis manos a mi panza sentada en el sillón- aquí estoy, aquí está mamá. ¿Estás aburrida? ¿Te aburre estar quieta mientras leo un libro? -sonreí al sentir que se movía.
Volví a sentir un poco más de dolor. Pero al instante pasaba, así que no me llamó la atención.
A eso de las 4 PM llegó Sara a casa. La mamá de una amiga la había traído. Se veía más cansada de lo normal así que ni bien entró a la casa se sentó en el sillón junto a mi. La rodeé con mi brazo y ella rodeaba mi panza con su mano.
-¿Sucede algo? -pregunté al verla cansada.
-Nada. Solo quiero estar así -respondió sonriendo.
-¿Cómo estuvo tu día? -pregunté.
-Muy bien. Aprendí a sacar la raíz cuadrada de los números -dijo entusiasmada mientras acariciaba mi panza.
-¿En serio? ¡wow! qué orgullo -dije sonriendo.
-Me gustó aprender ese tema en matemática -contaba Sara- fue interesante. ¿Y tu como te sientes mami?
-Muy bien -dije sonriendo- leí un libro que planeaba leer hace tiempo y no podía hacerlo por trabajo.
-Qué bien -Sara sonrió besando mi mejilla.
-¿Tienes hambre? -pregunté- te prepararé un sandwich.
Me levanté del sillón y sentí otra puntada. Caminé hacía la cocina y comencé a preparar el sandwich para Sara. Me dolía la panza, o mas bien, no sabía qué me dolía pero presentía que algo andaba mal. Comencé a sentir un dolor más fuerte y llevé una mano hacía mi barriga apoyandome contra la mesada. Miré hacía el suelo y estaba sangrando, tenía pérdidas. Lancé un grito de dolor cuando sentí otra puntada.
Sara vino a la cocina y me vio sangrando.
-¿Mamá que sucede? -preguntó acercándose a mi e intentando agarrarme.
-No, hija. Tranquila. Te llenaras de sangre -dije entre sollozos y agitada por el dolor que sentía.
-Llamaré al 911 -dijo y corrió hacía mi celular deslizandolo para un costado y marcando el teclado de emergencia.
Decidí sentarme ya que me dolía bastante. No sabía qué sucedía. Comencé a sentirme un poco más mareada.
-Hey mami -dijo Sara agachándose y tomando mi mano mientras miraba la sangre en mi ropa y en el suelo- ya viene una ambulancia en camino. Por favor resiste, piensa en algo lindo, por favor, no cierres tus ojos, los doctores dijeron que no te deje cerrar tus ojos.
-Me duele mucho -dije quejándome y llorando.
-Lo sé, lo sé pero todo va a estar bien -Sara me abrazó y llevó una mano a mi panza- respira, como siempre me dices, respira profundo.
Seguí su consejo, el consejo de una niña de doce años recién cumplidos. Sara parecía asustada pero lo estaba haciendo muy bien. Me estaba dando contención y parecía que todo el miedo que sentía lo aplicaba en cuidarme y distraerme.
La ambulancia llegó a los pocos minutos y me cargaron. Alex Karev estaba allí.
-Muy bien Sara -dijo Alex mientras me subían en una camilla al vehículo- lo hiciste muy bien con tu mamá.
-Me duele mucho, por favor -dije entre sollozos.
Sara permanecía parada fuera de la ambulancia como en shock. Pero tomó coraje y subió, se sentó a mi lado y tomó mi mano.
-Estoy aquí contigo -dijo con la voz un poco quebrada- mami estoy contigo.
-Tengo miedo, me duele demasiado -dije casi en un grito y retorciendome mientras apretaba con fuerza la mano de Sara.
-Escucha Amelia, necesito que no te muevas -pidió Alex- la bebé va a nacer, ¿si?
-No, no puede nacer ahora. La bebé no está lista aún -dije llorando- no puedes Alex, faltan ocho semanas para su nacimiento.
El viaje al hospital fue rápido. Alex y Arizona me llevaban en la camilla a través de los pasillos. Sara iba junto a mi también, en un momento pude notar su cara de susto, pero se mantenía fuerte por mi, quería parecer fuerte para darme fuerzas a mi.
-Preciosa Sara, no puedes avanzar más con nosotros -dijo Arizona.
-¿Qué? no, yo quiero ir con mi mamá -dijo Sara levantando el tono de voz.
-No podemos permitir que pases -dijo Alex- cuidaremos a tu mamá lo prometo.
-No, no quiero -Sara comenzó a llorar- no quiero, es mi mamá, quiero ir con ella, quiero estar ahí. No quiero que sufra.
-Lo siento, cariño -dijo Arizona.
-Sara -dije entre sollozos debido a mi dolor- te amo, ¿lo sabes? te amo mucho, quédate aquí, yo estaré bien.
-¿Lo prometes? -preguntó ella haciendo puchero y entre lágrimas.
Comencé a llorar aún más. La verdad es que no sabía si iba a estar bien, estaba sangrando mucho y a medida que el tiempo avanzaba más peligroso era.
-Te lo prometo. Quedate aquí. Nunca olvides que te amo -dije acariciando su cabeza.
-Yo también te amo mami, mucho -respondió ella y Alex empujó la camilla para seguir avanzando.

**Narra Owen**
Estaba en el medio de una operación con Kepner cuando me avisaron de que Amelia había entrado a la sala de operaciones de urgencia. Mi mundo se desconcertó. ¿Qué había pasado? yo la había visto esa mañana y todo parecía más que perfecto.
-Owen, ve. Yo sigo aquí -dijo April.
Salí del quirófano y corrí hacía el otro quirófano donde Amelia estaba siendo atendida. Abrí la puerta con todas mis fuerzas. Y allí estaba, Amelia, en una camilla, siendo atendida por Alex y Arizona.
-Amelia -dije acercándome a ella.
Ella me miró, estaba pálida, tenía lágrimas en sus ojos, sus labios estaban tornandose morados.
-Sadie -dijo Amelia e hizo un gesto de dolor.
-¿Sadie? ¿Qué pasa con eso? -dije acariciando su rostro.
-Sadie es el nombre que soñé -los ojos de Amelia se comenzaban a cerrar.
-Para la bebé. Es hermoso, Amelia -dije sonriendo- todo estará bien. Sadie y tu estarán bien.
Amelia intentó hablar otra vez.
-Tengo miedo -dijo- no creo que pueda.
-No, no, no Amy. Tu eres fuerte. Has podido con todo. Te necesito conmigo, nuestros hijos te necesitan. Sara, Salva y Sadie, ellos necesitan a su mamá. Yo necesito al amor de mi vida -dije besando su cabeza.
Amelia cerró sus ojos. Arizona le aplicó anestesia.
-Owen, por favor, retirate, no puedes estar aquí -dijo Alex.
Derek y Meredith entraron al quirófano para sacarme.
-Por favor, vamos Owen -dijo Meredith.
-La vida de mi esposa y mi hija están en juego. No puedo alejarme de ellas -dije desesperado.
-¡No puedes estar aquí Owen! no es bueno para ti, ni para ellas. Ellas necesitan ser intervenidas con tranquilidad, no la habrá si tu estás aquí desesperado -dijo Derek agarrandome de los hombros.
Escuché sus palabras y accedí a salir. Había visto la mesa de operaciones toda sangrada debido a las pérdidas de Amelia. Había visto a Amelia pálida como un papel. No encontraba explicación, ¿por qué pasaba esto?
Salí a la sala de espera y entonces recordé que esa mañana ella me detuvo antes de irme para decirme "te amo". Casi como si lo hubiera sabido, como si hubiera sabido que había posibilidades de que fuera la última vez que lo dijera.
-Ven -se escuchó la voz de Miranda Bailey- aquí esperarás a tu mamá.
Bailey llevaba a Sara de su mano. La cara de la pequeña Sara estaba destruida, estaba empapada de llorar, se veía triste. Su ropa estaba empapada en sangre. Corrí hacía ella y la abracé.
-Papi -dijo llorando- perdón debí haberme dado cuenta antes.
-No, no, no -dije conteniendo las lágrimas- Sara lo hiciste de maravilla. Tu eres la que salvó a mamá, actuaste rápido y llamaste a la ambulancia.
-No quiero que le pase nada -lloraba sin soltarse de mis brazos- no quiero que le pase nada a mamá.
Meredith fue a buscar una especie de calmante para Sara. Era muy pequeña para pasar tantos nervios, se veía pálida de tanto estrés, no paraba de temblar.
Luego de unos minutos, se calmó, la rodeé entre mis brazos mientras nos sentábamos en un sillón de la sala de espera.
-¿Tienes hambre? -pregunté besando su cabeza.
Ella negó con la cabeza.
-¿Qué te parece si te llevo a casa para cambiar tu ropa? -dijo Derek.
-Todavía debe estar la sangre de mamá ahí -dijo Sara derramando sus lágrimas otra vez.
-Hey, hey -dijo Meredith abrazándola- no. Yo me encargaré de que no esté más, y de paso te traeré algo de ropa ¿quieres? -propuso.
-Por favor -respondió Sara.
-Meredith -dije- si vas al primer cajón de la cómoda de nuestra habitación hay un bolso rosa, traelo, es el bolso de Sadie.
-Okay -Meredith sonrió y salió.
-¿Sadie? -preguntó Sara.
-Es el nombre de tu hermana -respondí abrazándola.
A la hora, Sara fue con Maggie a cambiarse la ropa manchada de sangre.
-Listo -dijo Maggie trayendola de la mano.
En ese momento, Alex salió del quirófano. Me incorporé del asiento.
-¿Qué sucedió? -dije desesperado.
-Pueden pasar a ver a Sadie si quieren -dijo mirandonos a Sara y a mi.
-¿Y mi mamá? -preguntó Sara.
-Estamos terminando con Amelia, por el momento pueden ver a la pequeña Sadie -dijo Alex sonriendo.
Una enfermera llevó a Sara de la mano hacía pediatría. Yo me quedé un poco más atrás con Alex.
-Dime la verdad -dije.
-¿Sobre Amelia? -preguntó.
-Alex dime la verdad -insistí.
-Perdió mucha sangre Owen. Estamos intentando equilibrar su cuerpo y signos vitales -dijo Alex.
-¿Qué sucedió? -pregunté desesperado.
-Estas cosas pasan, no son comunes, pero pueden pasar. Y le pasó a Amelia. Pero estamos haciendo lo imposible para que esté bien -dijo Alex abrazándome.
-Por favor -dije entre lágrimas.
-Owen, Amelia necesita que vayas con Sadie ahora, que estés ahí para ella ya que ella no puede estarlo -aconsejó Alex.
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últimos capítulos ❤

❃Only freaking superheroes❃| Omelia {ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ}Where stories live. Discover now