Cap. 28| "Vuelta a casa"

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**Narra Amelia**
Habían pasado cinco días desde que Owen despertó, todo estaba saliendo perfecto y él se había mejorado mucho. Ese día le darían el alta, todavía no podía hacer grandes esfuerzos, como cargar cosas pesadas y demás, pero sí podía volver al trabajo. Su herida estaba cicatrizando muy bien, aún tenía puntos pero eso no era un problema. Owen ya estaba ansioso por salir de la cama, era una persona muy activa y no le gustaba que hicieran las cosas por él. Quería volver a trabajar y a hacer su vida normal, yo en cambio prefería que siguiera en reposo el mayor tiempo posible ya que iba a ser mejor para él.
Sara estaba muy contenta porque su papá volvía a casa, y le entusiasmaba la idea de que estuviéramos los tres juntos. Tenía muy en claro lo que seríamos luego de que su papá y yo nos casáramos: una familia.
Entramos a la casa, era la tarde y ya estaba oscureciendo:
-No puedo creer que ya no comeré más la comida de hospital -dijo Owen riendo.
-¿Es muy fea? -preguntó Sara- la de la cafetería es rica.
-Esa es muy rica, pero la comida que le dan a los pacientes no -Owen hizo una cara de asco y rió.
-Podemos pedir una pizza -sugerí- ¿qué les parece?
-¡Si! -dijo Sara.
-Muero por comer comida rica -dijo Owen sonriendo- ¿Sara que te parece si vas a bañarte? Mañana ya tienes escuela.
-No iré a la escuela mañana-dijo Sara- quiero quedarme contigo.
Sonreí al escucharla. Y Sara me miró buscando mi complicidad.
-Amy ayúdame a convencerlo -dijo acercándose a mí.
-Vamos, ve a bañarte -insistió Owen- así luego podemos jugar un rato juntos.
Parece que logró convencer a Sara y fue a bañarse.
-¿Amelia viste dónde dejé mi pijama? -preguntó Sara volviendo al living.
-Está en el cajón de tu cómoda, lo guardé esta mañana -dije sonriendo.
-Oh, cierto. Olvide que me dijiste -rió y se fue.
Owen sonrió al escuchar esa conversación y se acercó hacía mí.
-¿Qué sucede? -pregunte sonriendole.
-¿Que haríamos sin ti? -respondió.
-¿Y yo sin ustedes? -dije besándolo en su mejilla.
Owen se acercó más aún, sabía lo que pretendía hacer y no lo permitiría. Era muy fácil quedar atrapada bajo sus encantos.
-Oh no -dije riendo y alejándolo- te extrañé demasiado y te deseo con todo mi corazón, pero no aquí.
-¿Por qué no? solo iba a darte un beso -dijo.
-Un beso, que terminan siendo muchos besos. Y Sara podría vernos -dije riendo.
-Bueno, pero prométeme que me darás mi beso de las buenas noches -dijo Owen besando mi frente.
-Sólo si prometes hacer reposo por un día más -respondí mordiendo mi labio.
Sabía que morder mi labio era signo de debilidad de mi parte, y también lo ponía en debilidad a Owen. Sonreía nervioso cada vez que me veía haciéndolo.
-Amelia -dijo Owen- me aburriré en casa sin hacer nada.
-¡Deja de protestar Owen Hunt! parece que quieres quedarte sin mis besos -respondí dándole la espalda.
-Está bien -dijo resongando y yo me acerqué a él.
-Te daré un adelanto -clavé un pequeño beso en su cuello lo alejé de mí.
Owen sonrió, era una debilidad.
Mientras cenábamos, me sentí un poco mal. Mi estómago comenzó a estar revuelto.
-No quiero más -dije dejando mi porción de pizza.
-¿Qué te sucede? -preguntó Sara.
-Estoy un poco llena y revuelta -sonreí- ya se me pasará.
-¿Quieres que te prepare un té? -preguntó Owen.
-No, descuida -dije sonriendo.
-Si quieren puedo faltar a la escuela mañana y cuidarlos a ambos -dijo Sara aprovechando la oportunidad.
-Sara -rió Owen- debes ir a la escuela, ya faltaste ayer.
-Pero los profesores lo entenderan -respondió Sara.
-Bonita, no hace falta que faltes a la escuela por nosotros. Todo va a estar bien, tus amigos te extrañaran si faltas -intenté convencerla.
-Está bien -dijo Sara actuando un poco enojada.
Mi estómago me molestaba un poco más, llevé mi mano hacía él y Owen lo notó:
-Amy -exclamó- ve a acostarte, yo me encargo de todo esto -dijo señalando los platos.
-Owen tranquilo -sonreí.
-Ve -dijo Sara- yo te daré el beso de las buenas noches hoy.
Reí al escucharla y miré a ambos:
-¿Seguros? -pregunté.
Ambos asintieron, entonces decidí levantarme de la mesa y darme una ducha. Luego de eso, me coloqué el pijama y me acosté permaneciendo sentada en la cama mientras a chequeaba correos eléctronicos en la tablet.
Sara se asomó para ver si estaba dormida. Sonrió al notar que no y se subió a la cama junto a mí.
-¿Sigues con dolor? -preguntó.
-Un poquito -respondí entre sonrisas.
-¿No quieres ningún remedio? -volvió a preguntar.
-No mi vida -respondí sonriendo ante la ternura que Sara causaba en mí - se me pasará - acaricié su cabello.
-Bueno -respondió- buenas noches Amy -dijo Sara besando mi mejilla.
-Buenas noches mi vida -respondí también abrazándola.
-Te quiero -dijo Sara.
-Yo también, mucho mucho mucho -dije entre risas.
Owen llevó a Sara a la cama y escuché que se encontraba en la cocina. Al rato, entró a la habitación con una pequeña taza de té.
-¿Qué es eso? -pregunté al ver que acerco una taza hacía mí.
-Es una receta de mi mamá -dijo Owen- te quitará el malestar. A mi me funciona -sonrió.
Le devolví la sonrisa y tomé un sorbo de té.
-¡Está muy bueno! -dije.
-¿Qué hacías? -dijo Owen al ver la tablet.
-Estaba leyendo unos mails con informes de unos pacientes -respondí mientras tomaba otro sorbo de té.
-Amy, lo puedes leer mañana. Luces cansada -dijo llevando mi cabello hacía atrás de mi oreja- y todo se debe a que has hecho muchas cosas por Sara y por mi. Has estado atareada.
-Owen, no hay problema con eso -respondí sonriendo.
-Descansa ahora -pidió.
-No quiero dormir aún -dije- quiero estar contigo así -nos señalé a ambos- como estamos.
-Mi hermosa Amelia -dijo Owen besando mi mejilla.
Dejé la taza de té sobre mi mesa de noche y llevé mis brazos al rededor del cuello de Owen. Ambos sonreímos y Owen besó mi cuello, sonreí más aún al sentir su barba.
-¿Qué sucede? -preguntó Owen mirándome al sentir que me estremecí.
-Nada, solo me estremecí -dije riendo- extrañaba esto.
-Yo extrañaba sentir tu aroma tan de cerca -dijo Owen susurrando en mi oído.
Llevé mis manos hacía su rostro y lo acaricié, luego lo acerqué más a mí y lo besé.
-Mi beso de buenas noches -dijo Owen sonriendo.
-¿Solo uno? -dije - te conformas con poco.
-Por supuesto que no -dijo Owen- quiero muchos más.
Y dicho esto, volvió a besarme lentamente y despacio. Pero se separó de mi:
-Me encantaría seguir besándote y hacerte mía -dijo Owen- pero necesitas descansar.
-Está bien -sonreí y me acurruqué al lado de él. Owen me rodeaba por la cintura llevándome contra él. Era tan lindo saber que había vuelto a casa.

**Narra Owen**
Desperté al otro día para llevar a Sara al colegio. Giré para mirar a Amelia dormida pero me encontré con que ella no estaba en la cama. Sentí ruidos en el baño que había en nuestro habitación así que me levanté. Caminé hacía el baño y me encontré con Amelia lavando su cara. Tenía un aspecto bastante enfermo.
-Hey, bonita -dije preocupado- ¿sigue el dolor de panza?
-Estoy muy descompuesta -dijo secando su rostro con una toalla.
-Vamos, te llevaré de vuelta a la cama -dije agarrándola por la cintura.
-No, debo prepararle el desayuno a Sara -dijo Amelia.
-Amy, por supuesto que no. Yo me encargo de Sara, la dejaré en el colegio e iré al hospital a decir que no irás -besé su cabeza- ahora, recuéstate.
Recosté a Amelia en la cama, parecía tener temperatura y eso hizo que cerrara sus ojos y quedara dormida.
Preparé a Sara y la llevé al colegio. Luego de eso, me dirigí al hospital para hablar con Bailey, quien no tuvo ningún problema con que Amelia tomara una pequeña licencia debido a su malestar. Yo también seguía de licencia debido a la operación.
-Hey -dijo Meredith al verme en el ascensor - ¿vienes a trabajar o te vas?
-Voy a casa, Amy está enferma y vine a hablar con Bailey por su licencia -sonreí a Meredith.
-¿Qué tiene? -preguntó Meredith preocupada.
-Descompuesta, está con vómitos -dije.
-Tal vez algo que comió, o simplemente su sistema nervioso- dijo Meredith.
-Tal vez -dije sonriendo apenado.
-O están esperando un baby Hunt -dijo Meredith riendo.
-No lo creo -dije riendo también.
De camino a casa, comencé a pensar en lo que me dijo Meredith: "un baby Hunt" las palabras sonaban en mi cabeza. Amelia sí había tenido un atraso, pero fue una falsa alarma. Y no mantuvimos relaciones en un largo tiempo. Mi corazón se ilusionaba con la loca idea de que Amelia pudiera estar esperando un hijo de ambos, pero pensarlo parecía loco e imposible.
Llegué a casa y fui directo a la habitación donde Amelia se encontraba vomitando. Abrazada al retrete y vomitando. Me arrodillé junto a ella y sostuve su cabello para que no fuera a su cara. Parecía nerviosa, vomitar era algo horroroso, pero daba pequeñas palmadas en su espalda para tranquilizarla. Luego de un rato junto a ella, las nauseas volvieron a pasar y volví a llevarla a la cama.
-Me puse a pensar y... -le dije mientras la tapaba.
-¿Si? -dijo Amelia que a pesar de su estado conservaba su calma y dulzura.
-Nada, es una locura.
-Owen, dime -Amelia sonrió cansada.
-¿Amy estás segura que el falso atraso que tuviste no fue un atraso de verdad? -dije.
Amelia se quedó mirándome, no dijo nada ni pestañaba. Creo que la había sorprendido.

❃Only freaking superheroes❃| Omelia {ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ}Where stories live. Discover now