Cap. 22| "Anunciando la noticia"

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**Narra Owen**
Me desperté y cuidadosamente salí de la cama, Amelia dormía muy profundamente, era un ángel. Desperté a Sara para que me ayude a hacer un rico desayuno sorpresa para Amelia.
-Llevemos el desayuno a la cama -Sara sugirió.
-Eso es buena idea -apoyé la idea de Sara.
Hicimos tostadas, le untamos queso y preparamos un exprimido de frutas, como a Amelia le gustaba. Colocamos todo en una bandeja y también cargamos el pastel en ella, con una pequeña vela.
Nos dirigimos a la habitación donde Amelia dormía. Sara se sentó en un costado de la cama y susurró:
-¡Amy! Feliz cumpleaños -Sara sonreía.
Amelia abrió sus ojos y sonrió, estaba recién despierta pero aún así estaba hermosa, su cabello no estaba despeinado para nada y su cara relucía.
Sara le dio un beso en la mejilla a Amelia. Amelia se sentó en la cama y abrazó a Sara.
-¡Bonita Sara! -dijo mientras la abrazaba- gracias, gracias y gracias.
-Te trajimos algo -Sara reía.

**Narra Amelia**
Subí mi mirada y estaba Owen que llevaba una bandeja de desayuno, estaba tan hermoso, traía puesto su pijama y me enloquecía.
Owen dejó la bandeja sobre la cama y se acercó para abrazarme.
-Feliz cumpleaños mi amor -Owen dijo en el abrazo.
Lo abrazaba muy fuerte, era tan lindo sentirlo, no podía creer que me haya pedido matrimonio.
- Gracias por todo esto -dije mirando a Owen y a Sara- wow, ¡qué lindo pastel! -miré a Owen porque él lo había comprado el día anterior.
-¡Pide un deseo! -dijo Sara y Owen encendió la vela del pastel.
No sabía exactamente que deseo pedir, estaba siendo feliz, muy feliz. Pero deseaba seguir siéndolo, entonces desee ser feliz para siempre junto a Owen, Sara y la familia que formáramos. Apagué la vela y Sara comenzó a aplaudir.
Reí al verla, era tan linda, siempre hacía de todos los momentos algo mágico e inocente.
Luego de desayunar los tres en la cama, nos vestimos para bajar al lago.
-Sara estás desabrigada -dije al verla- ¿por qué no te pones una campera?
-Estoy bien -Sara sonrió.
-Tienes camperas hermosas, hace frío afuera -volví a insistir acariciando su cabello.
Sara protestó un poco pero trajo de su habitación una campera más abrigada.
-Vamos a abrigarnos más -dije tomando la campera y colocándosela.
Owen reía al observar la situación.
-Es que es incómodo, no puedo casi moverme -Sara protestaba.
-Pero... -dije sonriendo mientras prendía la campera de Sara- sería horrible si te enfermaras y no pudiéramos jugar en el lago.
Sara sonrió al escucharme. Ya todos abrigados salimos fuera de la cabaña y comenzamos a caminar hacía el lago.
-Es hermoso -dije sonriendo y Owen llevó su mano a mi cintura para llevarme más cerca de él.
Nos encontrábamos los tres, uno al lado del otro mirando el lago.
-¿Te gusta? -preguntó Owen sonriendo a Sara.
-Me encanta -Sara dijo entusiasmada.
-Sara hay algo que debemos contarte -Owen empezó a decir y mi corazón se congeló.
No estaba preparada para contarle a Sara, tenía miedo de que no le gustara la idea porque tal vez era todo medio apresurado.
-¿Qué es? -Sara preguntó.
En ese momento, Sara observó la mano de Amelia y vio el anillo que llevaba puesto.
-Oh -exclamó sorprendida.
-Escucha Sara... -comencé a decir- sé que tal vez es un poco pronto -me acerqué a ella y me agaché para tomarla de las manos.
-¿Vas a ser la esposa de papá? -dijo Sara mirándome.
-Si, pero... -comencé a explicarle. Quería decirle que lo sería cuando todos estuviéramos listos.
-¿Y vas a vivir con nosotros? -volvió a preguntar Sara.
-Si -respondí.
Owen también se acercó y se agachó.
-Pero escucha... iremos despacito -Owen comenzó a decir- cuando todos estemos listos, lo haremos.
Sara nos miraba y no respondía. Con Owen nos miramos entre nosotros con preocupación, ¿que pasaría luego? pero un abrazo de Sara interrumpió nuestros pensamientos.
Sara nos abrazó a ambos al mismo tiempo y con Owen estábamos sorprendidos. Llevamos nuestras manos a la espalda de Sara abrazándola también.
-Vamos a ser una familia ahora -Sara interrumpió el abrazo y sonrió- ¡eso es muy lindo!
Owen y yo sonreíamos aún sorprendidos.
-¡Y vas a vivir con nosotros! -Sara dijo entusiasmada- ¡y nos veríamos todos los días! -sonrió.
-¡Así es! -respondí a Sara riendo- y podré darte siempre el beso de las buenas noches -sonreí y Sara me volvió a abrazar.
-Y ahora papá sonreirá más seguido -Sara volvió a decir.
Owen sonrió al escuchar eso y yo acaricié la mejilla de él. Es verdad, Owen había sufrido mucho y las personas más cercanas a él decían que el no era una persona muy sonriente.
-Seremos una linda familia -dijo Owen- y nos apoyaremos en todas las situaciones.
Los tres sonreíamos. Nos sentamos contemplando el lado, Owen, Sara a su lado y luego yo. Sara no paraba de decir cuán feliz estaba, y mi corazón desbordaba de amor.
Sin querer, apoyé mi mano sobre unas pequeñas rocas y me lastimé.
-Auch -dije y miré la palma de mi mano que sangraba.
-Oh -dijo Sara.
-Traeré desinfectante -dijo Owen besándome en la mejilla.
-Rápido Dr. Hunt -comenzó a decir Sara- debemos detener el sangrado rápido, ¡la paciente no está coagulando!
Reí al escucharla ,estaba fingiendo ser una doctora y utilizaba términos que había aprendido luego de pasar tanto tiempo en el hospital.
-¡Allí voy! -gritó Owen corriendo hacía nosotras- Dra. Hunt ¿podría verificar las pulsaciones de la paciente?
-¡Desde luego! -dijo Sara llevando sus dedos a mis muñecas fingiendo tomar el pulso.
Owen procedió a desinfectar la pequeña lastimadura en mi mano.
-Escuche señora, esto puede llegar a dolerle, pero solo un poquito, respire -decía Owen bromeando.
-No debe tener miedo señora -decía Sara rodeandome con los brazos- aquí en el Grey -Sloan Memorial Hospital está a salvo.
Owen comenzó a cubrir mi mano con una pequeña gasa. Al terminar, ambos besaron mis mejillas.
-Ya está curada señora Shepherd -decía Sara.
La tomé en mis brazos y la acerqué a mí abrazándola. Lo mismo hice con Owen. Ambos reían porque había empezado a hacerle pequeñas cosquillitas en sus barrigas. Cuando paré, ambos me miraron sonriendo y sentí que mi corazón se derretía:
-Los amo con todo mi corazón -dije.
Ambos me respondieron con un abrazo, y terminamos los tres acostados en el piso.
***
Nada podía salir mal con esta felicidad que sentía, hacía mucho tiempo (y creo que ya no lo recuerdo) que no me sentía tan feliz. Mi vida había sido un desastre y había decidido mudarme a Seattle para empezar de nuevo, pero lo que nunca imagine es que iba a empezar tan bien con personas tan hermosas.
La hora de volver a Seattle llegó, era el día después de mi cumpleaños. Sara estaba un poco enojada porque los días en la cabaña habían sido muy pocos.
-Pero ya volveremos hija -decía Owen mientras conducíamos de regreso a Seattle.
-Podemos venir cuando haga más calor y podrás refrescarte en el lago -intenté animarla.
-Está bien -dijo Sara sonriendo un poco apenada.
Teníamos una boda que planear con Owen y eso me asustaba, no me gustaba ser el centro de atención, me avergonzaba en grande.
Al llegar a Seattle, decidí ir a lo de mi hermano Derek, ahí era donde yo estaba viviendo por más que pasara más tiempo en lo de Owen. Deseaba darles la noticia y que ellos se pongan felices conmigo.
Al llegar Zola, Bailey y Ellis corrieron para saludarme.
-Diganle feliz cumpleaños a la tía Amelia -dijo Derek al verme entrar por la puerta.
-Feliz cumpleaños tía Amy -dijeron los tres a la vez.
Los abracé y sonreí al escucharlos.
-Hola mi pequeña Amy -dijo Derek abrazándome.
-¿Nunca dejaré de ser la pequeña?- sonreí en el abrazo.
-Nunca nunca, espero que hayas pasado un hermoso cumpleaños -Derek interrumpió el abrazo para acariciar mi espalda.
-De hecho... fue el mejor en mucho tiempo -sonreí.
Se escucharon pasos en las escaleras, eran Meredith y Maggie:
-Oh por Dios Amelia Shepherd, al fín llegaste -dijo Meredith.
-Dilo, lárgalo, ¿qué era lo que tenías para decirnos? -Maggie expresó.
-Hola Amelia ¿cómo estás? yo espero que bien, ¿cómo estuvo tu cumpleaños? -dije sarcásticamente ante la recibida de Maggie y Meredith.
-¿Qué es lo importante? -dijo Derek con Ellis en sus brazos.
Mis manos comenzaron a sudar por los nervios. Nos sentamos en los sillones los cuatro:
-¿Y bien? -dijo Meredith- ¿Estás embarazada?
-Oh por Dios, ¡Meredith! -dije y reí.
-¿Te irás de Seattle? -preguntó Maggie decepcionada- ¿Es eso?
-¿Owen te hizo algo? -dijo Derek.
-No, nada de eso -sonreí.
No sabía como decirlo, por un lado estaba demasiado contenta y entusiasmada, pero por otro lado moría de miedo.
-Owen me propuso matrimonio -dije al fín.
-Espera... ¿qué? -dijo Derek sorprendido.
-¡No te creo! -dijo Maggie sonriendo y gritando.
-No miento -dije mostrando mi mano con el anillo.
Meredith y Maggie comenzaron a gritar de la emoción:
-¡Amelia! ¡eso es genial! -Meredith me abrazó.
-¡Ay! -gritaba Maggie.
-Espera ¿es algo bueno no? -preguntó Meredith- ¿debemos estar feliz por eso?
-¡Sí! -sonreí- sí, sí, sí.
Maggie y Meredith sonreían y me abrazaban. Derek seguía estando sorprendido, pero me hizo una sonrisa, sabía lo que estaba pensando.
Luego de la cena salí un rato afuera, me encantaba sentir el aire fresco en mi cara. Me senté en un banco y a los pocos minutos Derek salió a mi encuentro.
Traía una frazada con la que me cubrió la espalda. Reí al verlo hacer eso.
-¿Gracias? -dije riendo.
Derek se sentó a mi lado y me rodeó con su brazo. Sabía por lo que estaba allí, a pesar de todas las peleas que hemos tenido por nuestras diferencias de carácter, él siempre estaba ahí para hacer de hermano mayor.
-Sé que te parezco una loca e impulsiva -dije sonriendo con vergüenza mientras me abrazaba.
-Amelia, nunca voy a pensar mal de ti -Derek dijo.
-Pero sé que lo que acabo de anunciar hace un rato te parece una locura.
-Repíteme lo que acabas de decir hace un rato -ordenó Derek.
-¿Derek bromeas? -dije separándome de él.
-Dilo, Amy -Derek sonrió.
-Que... que voy a casarme con Owen -dije frunciendo el ceño.
Derek sonrió.
-No puedo creer que esté pasando esto -dijo Derek.
-¿A qué te refieres? -pregunté.
-Amy, eres toda una mujer, una gran mujer -Derek acariciaba mi espalda.
-¿Lo soy? -pregunté sin entender.
-Por supuesto, lo acabas de confirmar recién diciendo que vas a casarte con Owen -Derek sonreía.
-No entiendo -dije- no parecías contento cuando lo anuncié.
-A veces olvido que eres toda una adulta y que ya no eres la pequeña Amy que andaba con su cabello alocado y sus muñecas.
-A veces desearía serlo -dije sonriendo nostálgica.
-¿Para qué? como estás ahora estás perfecta, porque eres el resultado de todo tu sufrimiento y fortaleza. Y te notas feliz Amy, te notas feliz y enamorada -Derek sonreía- y si, al principio escuchar que vas a casarte me pareció extraño porque todavía pienso que tengo que protegerte y cuidarte, aún sigo pensando que estas bajo mi cuidado, como hace años ¿recuerdas?
-Como olvidarlo -recosté mi cabeza sobre su hombro- ¿crees que estoy haciendo las cosas bien?
-Perfectamente Amy, estás siendo feliz y teniendo una vida sana. Te estás queriendo a ti misma y eso es importante -Derek decía- estás siguiendo tus sentimientos.
-Tengo un poco de miedo -admití.
-Es normal -Derek me tranquilizó- no tengo dudas de que serás la mujer perfecta para Owen y una madre de corazón perfecta para Sara también.
Sonreía al escucharlo.
-Y tampoco dudo del amor que Owen tiene hacía ti. Amelia, te ama con toda su alma y eso se nota a kilómetros.
-Vas a hacerme llorar -dije sonriendo y limpiando una lágrima que se escapaba de mi ojo.
-Estoy muy feliz porque estés comprometida. Sigue siempre tus sentimientos y que no te importe el qué dirán -Derek me aconsejaba.
-La gente va a decir que soy una intensa, que lo conozco hace menos de un año -dije preocupada.
-¿Y eso qué? -Derek sonrió- al amor lo encuentras de un segundo para el otro, no es cuestión de tiempo. Sigue tus sentimientos Amy, tus sentimientos son fieles y te hacen ser lo que eres: una mujer humilde, buena, inteligente y hermosa.
-Derek -dije sonriendo y sin poder elaborar una respuesta, estaba muy emocionada.
-Cásate con Owen, hagan una fiesta o háganlo en secreto. Pero háganlo, vivan su amor, entréguense en cuerpo y alma. No esperen demasiado. Y si algún día tienes miedo con respecto a esto, piensa que en esta casa todos te apoyamos y también en el hogar que tendrás con Owen, porque esa será tu nueva y hermosa familia.
Abracé a Derek con mis lágrimas deslizándose por mis mejillas, él siempre tenía el discurso justo para todas las situaciones. Al morir papá Derek no solo fue mi hermano, también ocupó el rol de padre en mi vida.

❃Only freaking superheroes❃| Omelia {ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ}Where stories live. Discover now