Cap. 10| "Charcos y emergencias"

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**Narra Owen**
Cuando Teddy saludó a Sara pensé que Amelia podría enojarse o sentirse mal. Es decir, Teddy se llevaba bien con Sara, aunque me había visto sufrir tantas veces por ella que terminó guardandole cierto rencor. Vi como Sara buscó mi mirada en señal de "¿te sientes bien? es teddy", tenía solo diez años pero entendía todo a la perfección, decidí guiñarle el ojo como respuesta para "todo está bien, hija" y ella sonrió.
-Creo que no vamos a poder ir al parque hoy -dije señalando la ventana de la cafetería- está lloviendo y mucho.
-No es justo -dijo Sara decepcionada- quería que jugaramos un rato -nos miró a Amelia y a mi.
-¿Podemos divertirnos de otra manera? ¿No lo crees Owen? -dijo Amelia mirandome con una mirada cómplice.
-Así es -dije sonriendo- ¿qué les parece si compramos unas hamburguesas y las comemos en casa?
-Suena bien -dijo Amelia intentando animar a Sara.
-Y podríamos jugar a la competencia de cosquillas -dije y noté como Sara se entusiasmaba.
-Eso no suena bien -dijo Amelia riendo.
-Suena fantástico -dijo Sara riendo al ver cómo Amelia se asustaba en broma.
-Nosotros dos contra Amelia -propuse a Sara.
-Pobre Amelia, mejor que sea nosotras dos contra ti papá -rió Sara.
Terminamos las últimas consultas para ir a casa, Sara se veía muy contenta y Amelia se veía más hermosa que nunca cada vez que se unía a Sara.
-No tenemos paragüas -dijo Sara.
-Creo que debemos saltar charcos -dijo Amelia- el que se ensucia pierde.
Me la quedé mirando pensando en que todo lo hacía un momento especial.
-¿Te da miedo Owen Hunt? -dijo Amy mordiendo su labio y frunciendo el ceño.
-¡Vamos a hacerlo! -dijo Sara y empezó a saltar por arriba de los charcos.
-Por supuesto que no me da miedo -le respondí a Amelia y la tomé de la mano.
-¿Qué haces? -dijo riendose.
-Si me caigo yo... también te caeras tu -y empecé a saltar charcos.
Amelia iba junto a mí porque yo había agarrado su mano, podía oir como gritaba y reía a la vez. La lluvia nos mojaba completamente y Sara iba por delante de nosotros.
-¡Son muy lentos! -gritó Sara.
Y al decir esto mirando hacía atrás perdió el equilibrio y cayó a un charco. Amelia y yo nos asustamos y fuimos corriendo pensando que tal vez se habría lastimado.
-¡Vamos arriba! -dijo Amelia levantando a Sara.
-¿Estás bien? -pregunté con un toque de preocupación- te raspaste un poco, pero no pasa nada hija -intenté darle tranquilidad.
-Eso fue muy divertido -dijo riendose- ustedes iban muy lentos pero yo les gané.
-Te ves muy linda cubierta de barro -dijo Amelia sonriendo al ver la tierna imagen de Sara sucia.
Luego de esa sucia carrera, llegamos al auto, compramos la cena y nos dirigimos a casa.
-Sara me temo que tienes que bañarte -dije al cerrar la puerta de la casa.
-Papá ya no estoy mojada -protestó- ¡mirame! -Amelia y yo reimos.
-Ve a bañarte así curamos esa pequeña herida de guerra -dijo Amelia riendo y acariciando el rostro de Sara cubierto de barro.

**Narra Amelia**
Con Owen preparamos la mesa para que cuando Sara salga de su baño estuviera todo preparado. Y cuando Sara salió, vistiendo su pijama de invierno blanco con flores de colores muy pequeñas mi corazón se lleno de ternura. Usaba unas pantuflas de osito y su pelo rubio tenía un aroma a shampoo muy hermoso. Me quedé mirandola pensando lo valiente y hermosa que era. Como su padre.
-¿Qué te parece si curamos esa lastimadura? -dije agarrando un kit médico que traía en mi bolso.
-¿Dolerá? -preguntó sentandose en el sillón a mi espera.
-Va a arder un poquito -dije sonriendo- pero eso es todo.
Comencé a aplicar despacio el desinfectante en la herida de Sara, pude notar cierta expresión de dolor.
-Tranquila, tranquila -dije soplando su herida para que pasara el dolor - es solo un segundo.
Y luego de eso, aplique una bandita, para proteger la herida ante cualquier roce.
-Listo -dije sonriendo.
-Gracias Amy -dijo Sara sonriendo también.
Comenzamos a cenar los tres, riendo y hablando de cosas divertidas. No podía dejar de ver a Owen, su cara estaba iluminada, verlo al lado de Sara me encantaba, se notaba lo buen padre que era.
Terminamos en el sillón los tres. Owen me abrazaba mientras Sara nos contaba sus historias en el colegio.
-¿No deberíamos jugar a las cosquillas? -dijo Owen.
-¡Si! -dijo Sara.
-Acá tengo mi primer víctima -dijo Owen haciendome cosquillas muy lento.
-¡Owen! -comencé a reir- ¡Sara necesito ayuda! -dije y Sara comenzó a hacerle cosquillas a su papá.
-Estoy siendo derrotado -dijo Owen mientras Sara y yo le hacíamos cosquillas.
-Las chicas ganan -dije sonriendo chocando los cinco con Sara.
Las risas fueron interrumpidas por el llamado del celular de Owen, eso solo significaba una cosa: salir corriendo al hospital por una emergencia en trauma. Atendió y así era.
-Me temo que voy a tener que irme -dijo Owen con cara un poco triste.
-Siempre te sucede lo mismo- protestó Sara.
-Prometo que voy a volver pronto hija -dijo consolandola.
-No quiero acompañarte al hospital a esta hora -dijo Sara.
-No te preocupes- dijo Amelia acariciando el cabello de Sara- nos quedaremos juntas aquí.
-¿Segura? -preguntó Sara a mi lado.
-Por supuesto -tomé su mano- así puedes descansar en tu casa y no salir a la calle con este frío.
-Te lo agradecería mucho -dijo Owen.
-¡Owen ve! te están esperando -sonreí y él me respondió besandome en la mejilla.

**Narra Sara**
Cuando mi papá se fue me sentí un poco enojada con él porque siempre dejaba los momentos lindos por ir al hospital.
-No estés enojada hermosa -dijo Amelia acariciandome la espalda.
-Es que la estábamos pasando bien -protesté.
-Podemos seguir pasando un buen rato juntas si quieres -sonrió- ¿Qué quieres hacer?
-¿Podemos ir a mi habitación? -sugerí bostezando.
Con Amy fuimos a mi habitación. Recuerdo como me acosté y ella empezó a cubrirme con las frazadas para que esté cómoda y caliente. Amelia me hacía sentir querida y especial, era muy buena conmigo y siempre tenía las palabras más dulces para hacerme sentir mejor.
-Hay lugar para ti también -reí y me aparté un poco de la cama para que Amelia entrara también.
-¿Estás segura? -dijo Amelia y pude notar su nerviosismo.
-Será más divertido -dije y reí- y hace frío.
Amelia se metió en mi cama, conmigo. Estabamos las dos acostadas mirandonos enfrentadas.
-Qué lindo cuarto Sara -dijo Amelia sonriendo.
-¿A qué edad comenzaste a trabajar en neuro? -pregunté a Amelia.
-Hace unos cuatro años... -dijo Amelia seria- he tenido algunos problemas que retrasaron un poco mi carrera.
-¿Siempre supiste que ser médica era tu futuro? -pregunté, la vida de Amelia me daba curiosidad.
-Desde niña con Derek hablábamos de ser médicos, digamos que siempre me gustó -sonrió Amelia- después crecí y comencé a ser un poco más rebelde y dejó de importarme la medicina, pero bueno... aquí estoy - Amelia rió.
-¿No sientes que eres como un superheroe? -pregunté y Amelia rió.
-Cuando logro hacer una operación con éxito me siento más poderosa que Superman -Amelia frunció el ceño- es casi tan igual como tener poderes.
Sonreí al escuchar a Amelia y también bostecé.
-¿Y si duermes? -dijo Amelia- te ves cansada -acaricio mi brazo.
-Me gusta escucharte -dije.
-¿Y a ti qué te hace sentir una superhéroe? -preguntó Amelia.
-No hago cosas tan valientes como tu Amy -reí.
-Vamos, piensa princesa -rió Amelia.
-Tal vez... mmm... -pensaba- me gusta hacer sonreir a las personas.
-¿Cómo? -preguntó Amelia sonriendo.
-Cuando veo a alguien triste me pone muy mal, entonces intento que sonría -reí- a veces hago chistes o a veces simplemente doy un abrazo.

**Narra Amelia**
Escuchar eso de Sara me enterneció el corazón. La tenía ahí conmigo, acostadas en su cama, mirándonos y hablando. Sus ojitos pequeños de sueño brillaban, tenía unas pestañas muy largas, se veía muy dulce y linda.
-Me encanta escucharte hablar -le dije acariciando sus mejillas.
-Gracias por quedarte conmigo -sonrió y se acurrucó más a mi lado.
Sus ojitos comenzaron a cerrarse y en un momento dijo:
-Perdón me estoy quedando dormida -rió.
-Duerme tranquila Sara.
-¿Te puedes quedar hasta que venga papá? me da miedo quedarme sola -me miró a los ojos.
-No pensaba irme a ningún lado, te prometo que voy a quedarme aquí contigo -agarré su mano para darle tranquilidad.
Y así logró quedarse dormida, nunca me soltó la mano y cada tanto la apretaba con más fuerza. Me quedé mirandola por un largo rato y parece que también me dormí, porque desperte a mitad de madrugada con un beso de Owen.
-Volviste -susurré y sonreí.
-Ya estoy aquí bonita, vamos a dormir a mi habitación -sonrió.
Al salir de la cama de Sara ella se despertó y con su voz más dormida dijo:
-Gracias Amy.
-Nos vemos en la mañana mi niña -le di un beso en su manito.
Owen también le dio un beso y fuimos a su cuarto a dormir.
Nos mantuvimos en la cama abrazados, yo de espaldas a él.
-En serio, muchas gracias -dijo Owen dandome un beso en el cuello- no tienes por qué hacerlo y sin embargo lo haces, no quiero causarte ningún inconveniente así nunca más.
-Owen -me giré para mirarlo y llevé mi mano a su mejilla- me encanta pasar el tiempo con Sara, no me molesta para nada -le di un pequeño beso.
-Te amo -Owen sonrió.
Me acomodé en los brazos de Owen otra vez, podía sentir el aroma de la colonia que usaba.
-Te amo -respondí.

❃Only freaking superheroes❃| Omelia {ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ}Kde žijí příběhy. Začni objevovat