41. "¡Soy padre, Joder!"..."Mas de lo que te imaginas."

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NARRA ALEXANDRA

Parpadeo varias veces intentando procesar bien la pregunta que me había hecho mi hermano, ¿De qué me servía contestarle? No lo sé, ya no sabía nada a estas alturas de la vida pero estaba segura de mi respuesta.

—— Recuerdo la primera vez que lo conocí, fue lo primero que vieron mis ojos en esa cena y malditasea, no pudo haberme caído peor... Era tan egocéntrico y seguro de sí mismo que creyó que podría tenerme en su cama esa noche para mí suerte le di un rodillazo. — suspiré — Luego lo ví en la fraternidad y maldije por mí mala fortuna, admito que coqueteo conmigo pero me causaba gracia, pero podía mantener una conversación con él aunque sea un poco larga antes de que su idiotez arruinara algún momento, teníamos casi los mismos gustos y aficiones no hay límite en eso... — me reí al recordar la carrera en auto la primera vez que fui por mi "bebé" — Después la primera vez que sentí algo distinto al él fue ese día en cafetería...

Flashback

— ¿Qué le dice una chico a una chica de ojos azules? — pregunta Asher levantándose.

Ruedo los ojos. — No más chistes malos, por favor. — lleve el trozo de pizza a mis labios.

En un rápido movimiento el mordió de ese mismo pedazo, rosando sus labios con los míos, abrí mis ojos quedándome quieta.

— Que ojos más bellos. — susurra al separarse e irse de la cocina.

Trague hondo el trozo que tenía en mi boca - o lo que quedaba de este – y bebí el jugo.

— ¿Qué fue eso? — pregunte mirando a Carter y Connor.

— Estoy igual o más perdido que tú, hablaré con él. — dice Connor saliendo de ahí.

Mire a Carter.

— "No me gusta Asher" — imita mi voz — ¿Estás segura? Te sonrojaste al extremo.

— Cállate. — dije y salgo de ahí escuchando su risa al fondo.

» Dime rara por darme cuenta en ese momento pero si, me di cuenta que el causaba una sensación distinta a los demás en mí. Y era molestó... Luego me di cuenta que caí en sus garras poco a poco.

— ¡Sueltame idiota! ¡Quién quiera que seas! ¡Déjame! — le pegue en la espalda pero parecía inmutarse.

Qué cliché.

— No te muevas o te dejo caer. — maldije al saber quien era.

— ¡Asher Bajame!

— No, así que guarda silencio.

— ¡Bajame!

Siento una nalgada lo que hace que suelte un quejido por el golpe.

— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡Eres un cochino! ¡¿Cómo te atreves a tocarme!?! — histérica empecé a gritarle, la sangre en mi cabeza hizo que sintiera una opresión horrible en ella.

— Alex... ¿Estás bien?

— No. — musite — Me siento algo mareada. — susurré con cansancio.

— ¡Joder! — me baja y todo me da vueltas, lleve una mano a mi frente calmando todo, creo que exaltarme y enojarme no es bueno menos en esa posición — ¿Alex estás bien? — toma mi rostro en sus manos y lo inspecciona.

Asentí, su cercanía no me molestó en lo absoluto como la primera vez que lo conocí en esa cena, al contrario la sentí agusto, cosa que me metió temor de sentir algo por el.

Una fraternidad, cinco chicos, ¡¿Y yo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora