18. " ¡Cierra el pico! " ... " Yo soy un dios del sexo, ¿y tu? "

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NARRA ALEXANDRA

— Tres.

— Diez.

Reímos de nuestra forma infantil, pero la verdad pasar tiempo con Connor – apesar del problema de hace una semana – era divertido.

— Gane. — dije aplaudiendo, me deje caer en el sofá.

— Porque allás podido decir el resultado no significa que allás ganado, además vamos en la primera ronda. — frustrado por perder me lanza uno de los cojines cercanos a mi rostro.

— ¡Maldita sea Connor!

— ¡Milditi sii Cinnir! — me imita.

— ¡Tú! — mi prima – Bella – ingresa de mal humor a la sala, con el pelo verde, la toalla casi medio tapando su cuerpo y de mal humor apuntando a Connor.

Se apunta y mira atrás suyo. — ¿Yo?

— ¡Sí, tú! — dice ella, algunas gotas de color verde caían de su pelo manchando la toalla blanca — ¡Mira lo que hiciste! ¡¿ACASO ESTAS LOCO O QUÉ?!

Diru, diru... Es hora de salir de aquí, un momento de esos dos inmaduros.

Me retiro rápidamente de ahí, para subir las escaleras, me detengo a mitad del pasillo, miro que no hay nadie en ingreso a la habitación frente a la mía.

Me tiré en la cama de golpe a su lado, claro, primero cerré con pestillo la habitación.

— Asher... — murmuré mientras picaba su rostro con mi dedo índice. Dormía plácidamente, sus brazos abrazaban una almohada y su rostro estaba pacífico.

Lástima, quería que me prestará atención ahorita.

<< ¡¿Qué le haces?! Déjalo dormir tranquilo. >>

No se me da la gana, quiero estar con él, desde ayer no hablamos.

Y era cierto, ayer en la noche nos quedamos hablando hasta tarde de cómo se tomaría las cosas mi hermano y varias hipótesis de asesinatos que podría él cometer.

— Hmm. — se queja arrugando su entrecejo. Aparta mi dedo de un – delicado - manotazo.

— Asher. — me queje, él con una de sus manos me empuja haciendo que me cayera de su cama King — ¡Auhs! — gruñó cuando caí de mal humor me levanto y rodeo la cama para quedar de su lado. Tome una de sus almohadas pequeñas e intenté asfixiarlo.

Para mí mala suerte él pareció darse cuenta, se giró y me tomo del brazo tumbandome en la cama para abrazarme fuertemente.

— Vaya manera de quererme, que me ibas a matar. — su voz sale ronca, me sonroje.

¡Oh vamos! ¡¿Acaso nunca podré dejar de sonrojarme?!

— Yo no iba a hacer eso.

— ¡Shh! Ahorrate tus palabras. — dice él apretujandome más contra él.

— Asher... — murmuré tratando de alejarme de él — Quita.

— No. — en ningún momento abrió sus ojos — Sigamos durmiendo.

— ¡No! — reproche — Has dormido todo el día, son las tres de la tarde.

— Con más verá, debo seguir durmiendo... — abre un ojo y baja un poco su rostro para quedar cerca al mío — Además, no tengo nada que hacer. — suspira y vuele a cerrar el ojo. Ruedo los ojos.

¡Maldito vago!

— Entonces déjame ir, tengo que hacer los deberes de cálculo, sino quiero reprobar el trimestre. — susurré.

Abre los ojos de golpe, y refunfuñando abre sus brazos pero cuando me intenté levantar vuelve a abrazarme.

— ¿Sabes? Ahora si vas a tener que hacer. — sonríe inocente, lo mire dubitativa — ¿Qué? No es nada malo.

— Seguro. — murmure con sarcasmo.

Se ríe y sus labios besan los míos, ¡Dios cuánto extrañe que me besara!

No me había de besado desde ese día en el auto, cuando salí de la comisaría. Fue algo inexplicable, había besado a chicos sí, pero él superaba eso, sus labios eran suaves, delicados y siempre me besaba con dulzura. Cabe decir que tampoco es que sea la mejor en lo besos, nada de eso, cuando bese a alguien por primera vez fue en una de esas ranran fiestas que tuve que ir junto a las gemelas en mis últimas vacaciones cuando me cambiaron de look.

Suaves y a un compás lento. Muerde mi labio inferior haciéndome suspirar, lo sentí sonreír en medio del beso. Se separa y besa mi nariz.

— Te quiero.

— Yo también te quiero. — susurra. Para volver a dormir.

— Eres un caso perdido. — me quejo y salgo de agarre para salir de la habitación.

Casi me da un paro cardíaco cuando veo a James con el brazo elevado y su mano empuñada para tocar la puerta. Me quedé sin saber que hacer o decir.

Esto definitivamente no estaba en mis planes que excusa poner en estas circunstancias: 1) Nunca me habían visto salir de la habitación de alguno de los de esta casa, 2) Nadie debe saber lo que pasa entre los dos, por lo menos, no aun, 3) James es un caso especial, demasiado diría yo.

— J-James...

— ¡Oh vaya niña traviesa! ¿Qué hacías en la habitación de Asher? — su sonrisa pícara se hace presente. Y por mi mente pasan imágenes de él y yo en algo más serio.

¡Culpa de James!

¡BOOM!🎆🎆 Mis mejillas se había puesto tan rojas que sentía el calor en ellas.

— Yo.... EstabaPidiendoLosApuntesDeLasClases. — dije tan rápido y sin respirar, que el dejo caer su cabeza de lado tratando de comprender.

— Tsk, Tsk... Eso no funciona conmigo. — niega con su dedo enfatizando — Se que estaban... — hizo señas con sus dedos dando a entender cosas que no eran.

Hice un mueca. — Créeme eso lo haces tú, yo no.

— Con esa mente tan inocente me confirmas que no has hecho nada impuro... — despeina mi cabello — Sigue así.

Lo mire mal. — James, por lo que más quieras, nunca seas padre.

— ¡Sería el mejor padre! — exclama sonriendo y apesar de todo era verdad, la forma que tenía el de llevar las cosas con calma era increíble, incluso era bueno no estresarse por las cosas.

— Claro James, claro que lo serías. — le sonreí de lado.

— De todas maneras sino tienes nada que hacer puedo enseñarte muchas cosas.  — sube y baja sus cejas pícaramente.

— No gracias, hay rumores de que eres terrible en eso. — sonreí falsamente.

— ¡Puff! — le quita importancia con su mano — Yo soy el dios del sexo ¿Y tú? Deberías dejar de escuchar rumores falsos. — bufa — Aún así mi propuesta aún está de...

— Ninguna propuesta le harás a ella, James. — Asher me toma del brazo y me entra a su habitación poniéndome tras su espalda — James, no la incites a nada malo.

— ¿Desde cuándo te... — grita como chica haciendo que salte hacia atrás — ¡Te gusta! ¡CORRIJO: SE GUSTAN! —  grita, Asher le cubre la boca con una mano y lo empuja a la habitación con nosotros cerrando la puerta con pestillo.

— ¿De que estás hablando? — preguntamos al unísono.

Gracias 😎

Una fraternidad, cinco chicos, ¡¿Y yo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora