29. "Jack... Lo siento"... "¡Déjame!"

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NARRA ALEXANDRA

Dos meses más tarde yo estaba sentada en clase de química aburrida sin nada que hacer, y solo verle la cara a los idiotas de mis compañeros y Asher. Aunque el día había amanecido hermoso, con un sol brillante prometiendo lo mejor, hasta el momento, el calor tenía a todos agotados. Asfixiante. Y más, aún que no había aire acondicionado debido a unas "fallas" que tuvo este sistema de ventilación en todo, ¡ABSOLUTAMENTE TODO! El instituto.

Se preguntarán, ¿Y por qué pasa todo esto?

Resumimos en que: Jack y los chicos se creyeron "Bob el constructor" de paso, las bromas de Kappa Delta Sigma – nuestra fraternidad – y las de Paradise Lost – lo sé, pésimo nombre, pero que más da – habían empezado la famosa guerra de bromas que celebraban todos los años durante toda una semana. Estábamos a mitades del año escolar y todo había explotado con esta fecha y para peor los exámenes parciales consumían mi bello cerebro.

Bella se abanico con una hoja que encontró, por otra parte Connor no parecía querer quitarle los ojos de encima así que eso se volvía algo más incómodo para ella y más que él no decide decirle lo de empezar una relación. Serían tan bellos.

Miré a Kendall, ella había sido más práctica había traído un abanico de estampado floral y Carter recargaba su cabeza en el hombro de ella recibiendo un poco del preciado aire. Su relación iba a flote, y cada vez estaban más enamorados de ellos. Sabía que iban para largo, tan solo por sus discusiones y reconciliaciones rápida, y algo extrañas. Pero se amaban, o por lo menos ya se habían dicho aquellas dos palabras tan fuertes Te amo.

Por último los idiotas de James, Jack, y Asher, estaban a mi lado, demasiado juntos a mi – considerando el horrible calor – recibiendo aire del pequeño ventilador portátil que tenía de emergencias. ¿Qué? Una mujer siempre estaba preparada para cualquier caso, pero tengamos en cuenta que todo estaba tan pésimo, que hasta la propia maestra estaba sentada en su silla dándose aire. Clase libre, pero no podíamos salir del salón hasta el cambio.

— Oh, no... — murmuré cuando el ventiladorsito se iba deteniendo.

— ¿Por qué se detiene? ¡Enciende lo! — me pidió/ordenó mi bello hermano sacudiendo mis hombros.

— Idiota, se acabó la carga.

— Pues ponlo a cargar.

Lo miré con cara de póker, ¿Acaso era idiota?

— Ay, pero si serás menso. — dijo James — Es con batería.

Asentí con una sonrisa. — Veo que tus neuronas trabajan mejor, James.

— Si, gracias.

Mordí mis labios impidiendo que la risa saliera, no noto que fue un comentario con cierto tono de burla.

— Bueno, fuera todos de acá. — los aparte de golpe provocando que ellos cayeran al suelo — Jack ... Lo siento.

Me había mirado mal. Igualmente miré mal a Asher. Estaba enojada con él debido a que últimamente estábamos discutiendo porque él quería decirle a mi hermano todo pero yo no lo permitía. Me daba temor pensar que mi hermano tomara algo contra él, peor aún, eso dañará su amistad.

¿Qué pensaría el al saber que su hermana salía con uno de sus mejores amigos y que esté tenía un historial no del todo agradable para él?

Aún así, Asher me desmostraba cuanto me quería, que había cambiado pero mi hermano aún no nota eso, y siempre se excusa con estar con una chica, cuando en realidad está junto a mí. Pero yo lo llevaba a decir todo eso. Era una idiota.

— Alex. — gruñe — Tú y tú violencia me tienen lleno de hematomas.

Ahora me reí con ganas. James se levanta y atiende el celular. Su ceño se frunce.

— Bien, iré para allá. — cuelga y mira a Jackson — Stella me llamo, nos necesita.

Mi hermano se incorpora de golpe y se van al pedir permiso con la profesora. Silencio incómodo por tres minutos, y el timbre suena permitiendo la salida de todos. Asher me detiene tomándome de la muñeca y tirando de mi en otra dirección contraria a la que yo iba.

— ¡Déjame! — forcejeo pero él se detiene, me carga en su hombro haciendo que me mareé totalmente.

— Calla.

— Asher, te exijo que me... — jadeo cuando me da una palmada en seco en mí trasero — Eso dolió. — susurré.

— Qué bueno, así más o menos me encuentro yo. — dijo en voz grave, se me erizo la piel. Andaba demasiado sensible por mi periodo.

— Lo siento. — sentí una opresión en mi abdomen bajo, ¡Malditos cólicos! — No se que hacer, pero tengo miedo de la reacción de mi hermano.

Suspiro y cuando llegamos a la azotea me baja de su agarre, tome aire cuando sentí las náuseas.

— Y yo siento haberme enojado contigo, pero entiende no me gustan las mentiras de esta magnitud, más cuando de verdad voy enserio con alguno alguien. — dijo él.

Lo abrace y él correspondió. Nos quedamos así en silencio por un largo tiempo. Beso mis labios y explora toda mi cavidad bucal suavemente, sus manos viajan hasta mis muslos impulsando a que las enrollara a su alrededor. Besos, tras besos y más besos.

— Alex... — un beso más — Te... — bese esta vez sus labios suavemente, para luego morder el inferior — Amo.

Iba a atacar sus labios de nuevo pero me quedé quieta, si no fuera por su agarre me hubiera caído de golpe.

— Asher... — murmuré sobre sus labios.

El me besa castamente callandome. — Shh, no digas nada. No te voy a obligar a nada. — susurro sonriendo, sus ojos me miraban con tan inmensa ternura que me encogí en sus brazos. Oculte mi rostro en su cuello, su cuerpo vibró por su ronca risa — No te estoy presionando, solo espero que algún día tú puedas decirme lo mismo a mí.

— Lo siento.

— No te disculpes. Me gusta que todo vaya despacio contigo, todo es especial y me esfuerzo por conseguir mi meta.

— ¿Y cuál es? — me separé para ver sus ojos profundos. Era como si mi azul cielo se absorbiera en la oscuridad de sus ojos oscuros.

— Que me ames con la misma intensidad, que te amo yo, amor. — quería llorar en ese momento, ¿Cómo podía haber alguien tan especial en el mundo?

Él, Asher, era mi grito de auxilio, mi salvación de la perdición.

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Una fraternidad, cinco chicos, ¡¿Y yo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora