40. "Lección de vida"..."Perdóname, por favor"

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NARRA ALEXANDRA

Mis ojos estaban lo demasiado cansados como para prestar atención a la lección que estaban dando los maestros el día de hoy y creo que hasta ellos lo notaron porque no se sorprendieron al verme decaída, creo que empezando por mi hermano que estaba igual o peor que yo.

— ¡Señorita Morgan! — levanté mi cabeza y enfoque mi vista en ella — Llevo llamándola desde hace dos minutos, miré... Si no tiene intención de prestar atención a mi clase mejor sa... — no la dejé terminar porque tome mi libreta de apuntes, y salí sin más. Los murmullos no hicieron falta en aparecer. Dos semanas más tarde desde año nuevo y el ambiente era demasiado tenso como para poder darse el relajo de no andar estresado.

Abrí mi casillero y lo cerré de golpe sintiéndome rendida por todo. Todo de había salido de mis manos y por mi culpa. El timbre de cambio de clases se hizo notar y no tenía ganas de entrara a filosofía. La verdad no tenía ganas de nada.

— Vaya... Al parecer la estás pasando muy mal. — irritada por escuchar la voz de Jenna la ignore olímpicamente empezando a caminar sin rumbo fijo — ¿Por qué te quedas callada?

— No tengo intenciones de hablarte. Piérdete, me harías un favor. — espete de mal humor. ¿Y cómo no? Si ella era responsable de todo.

— Awww... — fingió ternura y se cruzó frente mío — ¿Acaso estás ya viviendo lo que es el resultado de un mentira?

Pare de caminar al igual que ella de retroceder. — ¿Qué quieres? Oh verdad. — dije con falso asombro — ¡Felicitaciones, Jenna! Has logrado destruir mi relación con mi hermano, ¿Deseas algo más? No creo aún así te diré algo, me alegro de que mi hermano te halla dejado, realmente no soportaba verte más cerca de él.

Eso pareció molestarle. Se acercó a mí quedando a la misma altura que yo, tomo mi cuello y tiró del collar que estaba en el.

— Y dime tú ¿Cómo vas con con tu reciente ruptura? Por lo que veo mal, es decir, tu cara de no dormir en días es notable.

— Ya te has quedado sin argumentos que no sabes ni lo que dices. — chasqueo mi lengua molesta — Si estoy bien o mal no es asunto tuyo, pero veo que no es así, sabes me siento halagada de tener tanta atención de tu parte, eso aumenta un poco mi autoestima ahora y me demuestra que soy lo único interesante en tu  vida.

— Eres un...

La dejé hablando sola mientras me tragaba las lágrimas de impotencia, recuerdo todo a la perfección y la cara de felicidad de ella al verme metida en ese problema. Jack, Asher y yo estábamos realmente fuera de este planeta.

Jack me ignora y no deja de mandar indirectas sobre la mentira y lo decepcionante que era al enterarse. No dejaba que le hablara directamente, la última vez que lo hice fue ayer y lo único que gane fue que me dejara como idiota frente a todos en la fraternidad. Y eso iba de mal en peor, el ambiente en ella había empeorado de todas formas. Los chicos estaban distanciados creyendo que la actitud que tenía mi hermano hacia mí era injusta – yo no lo veía así – pero ellos siempre me recalcaban el hecho de que yo pude aceptar la relación que él tenía con  Jenna – quién no me agradaba para nada pero aún así , lo acepte por él – además, era libre de poder andar con quién quisiera a la hora que se me diera la gana.

— ¿Todo tiene que ser peor? — me cuestioné mirando al cielo que estaba grisáceo. Creo que hasta la ropa que llevaba hoy delataba mi pésimo estado de ánimo.

Mi celular vibró. Lo saqué de mi saco gris y miré la pantalla.

James "sensual" amigo😏

¡Rompió fuente! ¡Joder!
Vente para el hospital,
ya avisé a los demás, faltas
tú.

Mis manos temblaron, instintivamente corriendo hasta el estacionamiento tomé mi coche después de tanto tiempo conducía en él ya que Asher se encargaba de llevarme. Rápidamente ladeó mi cabeza y alejó esos pensamientos.

Media hora más tarde, bajaba del auto y sin importar salí corriendo hasta la sala de espera donde estaban los demás, no dije nada al notar la ausencia de Asher como em la última semana había sido. Mordí mi labio inferior al ver como James se movía de un lado a otro preocupado.

— ¿Por qué no has entrado con ella? — le pregunté llegando a su lado. Rápidamente me abrazo fuertemente y me soltó.

— ¡Por fin llegaste!  — dice angustiado — No puedo, aún no ha dilatado lo suficiente para entrar en labor de parto... Ya vendrán por mí para ingresar con ella.

Hasta ese momento note como estaba temblando ligeramente, una bella lección de vida.  Recuerdo las palabras de él cuando estaba enterado de ser padre, de como había avanzado, de como había madurado ahora que tendría a una criaturita en sus brazos y que estaba emocionado por ello.

— Ya, debes calmarte. — lo senté a mi lado pero uno de los doctores lo mando a llamar anunciando que ya Stella estaba lista.

Relamí mis labios y sentí como alguien se sentaba a mi lado.

— Perdóname, por favor. — musite sin mirarlo — Se que te mentí, pero no fue mi intención, Jack.

— No tengo intenciones de hablar de esto contigo solo quiero saber algo. — musitó apenas audible, su cabeza estaba apoyada en la pared pero ahora me sentía feliz porque me había hablado — ¿Por qué él? ¿Por qué mi mejor amigo que es más mujeriego que cualquier otro? No podía saber sido alguien más ¿O no?

Inmediatamente un recuerdo de la noche del 31 de diciembre llegó a mi mente.



Corriendo tras mi hermano me aleje de Asher y los demás ignorando los llamados de ellos. Salí de la fraternidad tras él y este se detuvo tirando de su cabello antes de girarse hacia mi.

— ¿Por qué? ¡Te dije que no quería verte con él! ¿Tanto te costo? — bufo — Verdad, mi amigo es un experto en seducción. Inclusive te pregunté una vez si te gustaba él, ¡Te lo pregunté! Ahora entiendo porque llorabas ese día, por las miradas, porque las salidas donde coincidían ambos... Me viste la cara de idiota.

— ¡No fue así! — exclamé — No tenía intenciones de enamorarme, de que me empezara a gustar pero me enamoré de Asher, ¡Joder no pude mandar sobre mis sentimientos! Pero me arriesgue porque de verdad le amo e iba a decirte hoy pero saliste con Jenna y no pude, por favor discúlpame. — solloze, las lágrimas ya me habían ganado en este momento.

— ¿Te enamoraste? — pregunto molesto — ¿Y por qué no tuviste la delicadeza de decírmelo?

Por-Porque tenía miedo. — susurré apenas audible para los dos — No sabía si te lo tomarias bien... Además siempre me dijiste que no anduviera con Asher pero el sentimiento en mutuo.

— ¡Calla! No quiero oírte.



¿Para qué quiere saber? — pregunté reacia.

— Me dijiste que tenías sentimientos por él, ¿Por qué?

¿Por qué?









¡VOLVÍ POR ACÁ!


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GRACIAS😎

Una fraternidad, cinco chicos, ¡¿Y yo?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora