Una parte en mi alma llamada felicidad

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Loki se encontraba de rodillas atrás de la camilla en la cual se encontraba Darcy, sostenía entre sus manos la cabeza de Darcy que lloraba por el inmenso dolor que sentía, intentaba realizar un hechizo que calmara el dolor, pero el cuerpo de Darcy se resistía, ni quiera Eir la sanadora había logrado darle algo para calmar el dolor.

- Loki- decía Darcy asustada- No te vayas por favor, quédate a mi lado- decía mientras su rostro se contraía en una mueca de dolor

- Estaré aquí preciosa- decía Loki besando la frente de Darcy, por primera vez el dios del engaño sentía que todo escapaba de sus manos, que todo se salía de control, se encontraba perdido en un mar de incertidumbre, el dolor de su mujer, lo acelerado del momento y el nacimiento de su hijo que estaba por suceder.

- ¿Él estará bien? ¿Será un poderoso hechicero como tú?- preguntó Darcy tomando la mano de Loki mientras lo miraba fijamente

- Él o ella estará bien- sonrió Loki dándole confianza, aunque el mismo no estuviera seguro.

- Príncipe Loki- dijo Eir por milésima vez

- No saldré del lugar Eir- dijo Loki enfadado- ¿Ha quedado claro?

- Muy claro señor- dijo la sanadora resignada.

Eir comenzó a examinar a Darcy con magia, Loki entendía perfectamente lo que se reflejaba en su magia, y no podía sentir más que preocupación. Eir suspiró cansada, buscando la manera de explicar aquello.

- Él bebe es demasiado grande- dijo Eir y las lágrimas cayeron con más fuerza del rostro de Darcy.

- ¿Qué ocurrirá entonces?- preguntó Darcy entre sollozos mientras Loki apoyaba su frente contra la frente de Darcy, deseando tener el poder para ayudarla, para tomar su lugar si aquello fuera posible, daría su vida con tal de no verla sufrir.

- Él cuerpo de una diosa Vanir es diferente al de los Asgardianos, es más parecido al de los humanos, la misma forma anatómica, pero mucho más frágil al igual que los humanos- explicaba Eir sin saber bien cómo explicarlo

- ¿Quieres decir que no sabes qué hacer?- preguntó Loki furioso- Eir, es demasiado tarde para llevarla a Vanaheim o Midgard- dijo Loki a punto de perder la cordura pero controlándose para poder calmar a Darcy

- Sé lo que se debe hacer- dijo Eir con sinceridad- solamente no comprendo el grado de fragilidad de los Vanir, nunca he atendido un parto de una diosa Vanir.

- Luke- sollozó Darcy- Él es doctor, sabrá que hacer, dijiste que los Vanir y los humanos son semejantes- dijo Darcy rogando con la mirada

- Voy por él- dijo Loki pero Darcy se sujetó de su mano como si la vida se le fuera en ello

- Iré yo- dijo Eir tocándose la frente ante lo complicado de la situación.

La mujer fue en busca de Luke, para explicarle la situación, y las miles de tradiciones que se rompían al dejar entrar no solamente a Loki sino también a otro hombre a la sala de partos, pero la respuesta de Odín dejó congelada incluso a Eir.

- A la mierda las tradiciones, si es necesario que el humano ayude, él lo hará- dijo mientras Frigga sonreía, Hela boqueaba como pez fuera del agua ante el vocabulario de su padre, Thor tocaba la espalda de Hela riendo animadamente, entonces Luke ingresó a la sala.

- Darce- dijo Luke corriendo hacia su hermana

- Sé que no es ético pedir esto- sollozó Darcy- pero dicen que los Vanir somos igual a los humanos

La prometida del monstruoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora