13 - Desencadenante

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La luz del sol iluminaba todo la habitación, y un rubio despertaba de forma muy perezosa en medio de unas muy suaves y blancas sabanas, que por cierto, no eran suyas.

Al abrir completamente sus ojos, el dolor de cabeza era insoportable, y su dolor subió considerablemente al encontrarse sin ropa y en una habitación completamente ajena.

Respiró unas cuantas veces para no entrar en pánico, pero la penetrante y dura mirada de un ocupante más en la habitación le hizo gritar asustado.

Luego de intentar tapar su desnudez con las sabanas, el kazajo se levanta de forma lenta y pausada del sillón donde le observaba, acercándose a este de forma lenta, intrigando al ruso.

Una vez el moreno se posicionó sobre la cama, encaró al rubio, depositando una leve caricia y un beso suave y lento que le robo el aliento, Yuri, se dejó llevar en un principio, pero los recuerdo de la noche, comenzaban a ejercer fuerza, haciéndole sentir completamente avergonzado.

Flash Back

Yuuri bailaba muy cerca de él, y una sonrisa completamente libre y desinhibida se dibujaba en su rostro.

Obviamente el mareo no era normal después de ¿qué?, ¿tres copas?

Pero si, la estaba pasando espectacular, y el hecho de que sus hermanos no le estuvieran dando lata, ya era un gran avance.

Pero luego de la copa que Mila repartió, todo se veía difuso, libre y con mejor color. Así que no dudo en hacer lo que quería, por ejemplo, hacer el baile nudista y competir por ser el mejor bailarín de la noche, aunque supiera un rábano danzar en el tubo.

Pero en algún momento, todo después de eso es oscuro, el calor es insoportable, y las palabras eran las que tenían las riendas de la situación...

-Ota –con voz tomada, llena de reproche y aliento alcohólico –¡eres un idiota! –rio con amargura.

-Yuri, calma, debes descansar –recitó el moreno más de una vez durante toda la noche.

-No, no, no, oso ma~lo... -alargó la palabra con un hipido –debes portarte bien, has sido malo, muy malo.

En algún punto de los reproches, ya se encontraban en la habitación del kazajo, con un rubio desesperado por quitarse la ropa a causa del calor, y un moreno, tratando de detenerlo, pues este estaba muy cerca, encimando su cuerpo queriendo besarle.

No es que fuera un desaprovechado, pero es de esos caballeros que prefieren las cosas con lucidez que por un arrebato de inconciencia.

-Yura, debes parar, tienes que descansar.

-¡NO! –gritó en reclamo –tu eres un maldito desgraciado. Me hiciste creer que me querías, y actuaste como el peor de los idiotas, y eso ¡noooo seee haceee!

-Entiend...

-Entiendes una mierda Otabek. ¿Crees que la enfemerucha actúa amablemente?, –rio irónico –entonces yo soy un pobre corderito.

-No, no es a... -intentó refutar.

Yuri, le cayó con su dedo en la boca –Te crees que te las sabes toda Beka, –le acusó –pero, por tener un pasado mierdoso, no te hace libre de culpas, porque sa~bes, todos los demás también tenemos un pasado que lamentamos –bufó sin animo.

El moreno suspiró cansado –puedo ver el punto.

-No, no lo ves, porque simplemente piensas en ti mismo. Porque eres un Alpha, porque no has sido usado por otro, solo has sido defraudado, no has sido lastimado. –se quejó –Sabes, me llevó mucho poder aceptar que podría enamorarme de nuevo, que estaba haciendo las cosas correctamente, para que tú, –acusó –como un imbécil, simplemente no notaras mi esfuerzo.

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