19|No puedo hacerlo

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De forma repentina, una ola nueva de inseguridades me llena cuando entro a mi salón; desearía tener esta clase con Sebs, de forma que pudiera hablar con él y recibir un abrazo reconfortante, aunque sea una sonrisa. Sin embargo, en literatura solo tengo a Jace y él se concentra más en sus amigos y crear plática con las chicas; además, tampoco me apetece hablar de eso con él.

Los primeros cincos minutos de la clase pasan y no puedo sacarme de la cabeza esa tonta discusión, a mi parecer no tiene nada de sentido cuando Logan y yo no somos nada; tanto es lo que me tiene absorta que ni siquiera puedo tomar apuntes. Y menos me doy cuenta cuando el entrenador aparece en la puerta, llamando la atención de la Señorita Porter.

—Necesito a los hermanos Connor —manda con su fuerte y grave voz. Un segundo después de que las palabras dejan su boca siento mi presión bajar a niveles peligrosos. ¿Por qué tenía que decirlo de esa forma?

Por otro lado, la Señorita Porter es una de las mejores profesoras que un alumno podría pedir, pero si alguien interrumpe su clase se vuelve en uno de sus pocos demonios, por lo que su apacible semblante cambia por uno de indignación.

—¿Podría decirme para qué necesita interrumpir mi clase y sacar a dos de mis alumnos? —suena molesta, pero calmada a la vez mientras sostiene su plumón de pizarra con fuerza.

Molesta de la misma manera que yo al escuchar al entrenador llamarnos ‹‹hermanos››. ¿Acaso aún no se da cuenta que no quiero nada que ver con ellos? Deseo seguir con el pensamiento de todos sobre que solo existe una cruel casualidad de tener el mismo apellido.

—Hay algunos temas importantes que hablar con ellos —con su mirada busca entre los alumnos hasta dar con Jace y luego, conmigo—. Si hay algún problema podrá hablarlo con el director.

—Claro que lo haré —responde a la defensiva la profesora.

El entrenador nos dirige una mirada de orden para que nos levantemos y vayamos detrás de él. Incómoda, me hundo un poco en mi asiento individual, evitando el contacto visual de todos los que están empezando a verme, haciéndome sentir nerviosa.

—¿Está todo bien? —pregunta Luka a mi lado, haciendo que me gire en su dirección.

Le doy una sonrisa nerviosa, reflejo de cómo me siento; este chico con una sola mirada puede hacer temblar mis piernas y estoy segura que no soy la única. Y si a eso le juntamos que ahora mi clase de literatura sabe que Jace es mi hermano, parezco un manojo de nervios a punto de que me dé un ataque al corazón en cualquier instante.

—Sí —eso suena más un susurro que una fuerte afirmación.

Tomo mis cosas y junto con el rubio castaño de mi hermano, que espera por mí en el umbral, nos dirigimos a la cancha de fútbol con el entrenador por delante. Cuando llegamos, me pongo a analizar el grupo de personas, dándome cuenta que mi día va de mal en peor, puesto que soy la única chica rodeada de chicos de distintos grados que posan sus miradas y ceños fruncidos en mí.

—¿Qué hace la nerd aquí? —las preguntas empiezan casi al instante en que sus ojos llegan a mí, convirtiendo mis nervios en incomodidad. Mi mirada viaja de uno a otro hasta que noto que entre ellos se encuentra el idiota de Logan Harris.

‹‹Genial››, nótese el sarcasmo. Las ganas de llorar me inundan y lucho contra ellas lo más que puedo.

Los comentarios estúpidos sobre mi presencia no paran y mi paciencia se acaba al mismo ritmo que estos aumentan. Mis impulsos me ganan y estoy a punto de lanzarme sobre uno de ellos, el más cercano, para callarles la boca; sin embargo, mis hermanos me toman de los brazos, uno cada uno, ni siquiera me doy cuenta de donde ha salido James. Aun así, ellos se ven divertidos ante la situación, pero se les disminuye la emoción cuando ven a mis ojos cristalizados.

El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora