13|¿Chicos nuevos?

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Lunes...

¿A quién en su sano juicio se le ocurre crear los lunes?

Detesto los lunes...

‹‹Además, el horario de este día es aburridooo››.

El día ha avanzado de lo más normal, lo que se define como aburrido. He tratado de no pensar en la salida con Harris, la cual se pasó para hoy, ya que tuve que atender pendientes familiares con mamá a los que no podía negarme. El pensamiento de una salida con el idiota deportista se me hace difícil de escapar, puesto que después del almuerzo tengo matemáticas y resulta, pasa y acontece que es mi compañero de asiento. Guao, qué suerte la mía. Nótese el sarcasmo.

—¿Dónde tienes la cabeza hoy, Dyl? —pregunta Sebastian sentado enfrente mío, moviendo su tenedor en su plato antes de llevarlo a su boca.

Niego lentamente, con mi codo sobre la mesa mientras mi mano sostiene mi cabeza. —Ni yo tengo idea de qué pasa conmigo.

Bueno, a lo mejor sí sé. La razón de andar tan decaída hoy, además del asunto de "la cita", es que anoche casi no pude dormir debido a unas pesadillas, pero no tengo ganas siquiera de mencionarlas.

—Pareces perdida —Becca tiene una sonrisa burlona en su cara—. ¿O es que ya lo estás?

Vuelvo a negar, dándole una mirada de pocos amigos a la castaña.

—Es que aún no me creo que acepté salir con el estúpido deportista —me encojo de hombros, reprochándome a mí misma—, solo para que deje de llamarme "nerd". Es algo tonto, ¿no lo creen?

Sebas y Becca comparten miradas cómplices, lo que me hace dudar de ambos, pues puedo ver que están compartiendo ideas justo en este momento.

—¿Qué? —pregunto, alterada.

—Nada —responden al unísono.

Frunzo el ceño, viendo en dirección de ambos. —No —digo, molesta—. Aquí pasa algo. Díganme.

—Dile tú —sonríe Sebs con la mirada puesta en Becca.

Mis ojos viajan de uno al otro, esperando a que abran la boca y me digan que sucede aquí y qué es lo que me he perdido, sin embargo, ni uno se ve con la intención de sacar una palabra. Por lo que recurro a la desesperación mientras hago ademanes exagerados para que hablen, lo cual, parece ayudar de alguna manera.

—Okay —la castaña suelta un poco de aire antes de hablar—: Creemos que podrías ser el típico cliché.

—¿Qué? —exclamo exaltada y confundida al mismo tiempo. Frunzo el ceño con solo pensarlo.

—Sí, ya sabes —habla ahora Sebastian, siguiendo el argumento iniciado por la castaña—. El típico deportista y la chica nerd. De los clichés más tradicionales de la vida en la secundaria.

Los miro con detenimiento por unos segundos y luego, empiezo a reír sarcástica, negando con la cabeza mientras oculto mi sonrisa llena de diversión y un poco de fastidio.

—No —suelto, sonriendo ampliamente—. No soy ese "típico cliché" —hago comillas con mis dedos—. Y todo, empezando porque no soy nerd, ¿de acuerdo?

Todo rastro de diversión se desvanece en mí, pues el maldito apodo me toca los nervios en niveles que ni yo entiendo. Les doy una mirada seria, intentando que ellos me tomen en serio con mis palabras, pero en sus rostros solo veo el aire cómplice y divertido que tienen desde que inicio la conversación.

—Vuelvo a decir que estudiar para mi bien no me hace nerd —recalco, defendiendo mi ser e integridad, aunque sea a la defensiva—. Además, soy más una deportista, recuérdenlo.

El deportista y ¿la nerd? [PI #1] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora