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(Este capítulo habla sobre la cita de Verónica y Acxa).

Luego de aparcar el auto, Verónica se bajó y se dispuso a esperar a que su cita llegara, apoyada en una baranda que había por ahí (había pensado apoyarse en su auto pero era muy de película).

-¡Verónica! -gritaron a lo lejos.

Levantó la cabeza, viendo a una chica alzando la mano, dándole una hermosa sonrisa. Se separó de la baranda y corrió a ella. Se abrazaron e inhaló su dulce perfume, apretándola más contra ella.

Acxa rio y se separaron. Acarició el pómulo de Verónica, mirándola a los ojos.

-Te ves hermosa- comentó Acxa, moviendo su mano hasta su cabello, acariciándolo.

Verónica agarró su mano y sonrió.

-Ah, pero tú te ves mucho más hermosa- respondió, pegándose más a ella. Acxa llevaba puesta una bermuda beige, zapatillas negras, una remera gris (que era como tres talles más grandes) y una gorra blanca.

Era una chica de tez pálida, con enormes ojos morados y el pelo negro cortado hasta los hombros, teñido con mechas moradas; su cuerpo era muy delgado y tenía una cintura pequeña. Era una chica hermosa. A Verónica le gustaba pensar que ella era la indicada.

Se separaron (aunque Acxa la agarró de la cintura) y se dispusieron a caminar por el centro. Era una tarde hermosa. Verónica también la agarró de la cintura mientras miraban las vidrieras y reían entre ellas.

En un momento, la panza de Acxa sonó y Verónica sonrió divertida. La chica la miró avergonzada y molesta.

-¿Quieres ir a comer algo? -preguntó Verónica, riendo.

Acxa infló las mejillas y se separó de ella.

-¡No te rías! Pero sí, sí quiero -respondió, y luego rio.

Ambas siguieron caminando y charlando hasta el lugar de comida rápida más cercano. Se toparon con un Burger King y, luego de miradas cómplices, entraron.

Hicieron la fila por unos minutos hasta que tocó su turno.

-Buenas tardes, ¿qué van a llevar hoy? -preguntó la cajera, tecleando la pantalla que estaba delante de ella.

Verónica miró a Acxa. Y Acxa miró a Verónica.

-Pide tú primero -habló con suavidad Verónica, empujando levemente a Acxa.

Acxa miró los menús.

-Bien... Quiero una hamburguesa con queso y una Coca-Cola mediana -dijo, indicando con el dedo el menú.

-Yo pediré lo mismo -agregó Verónica, apoyando su mano en el hombro de Acxa y dando suaves caricias.

-¿Quieren agrandar su combo por $10?- preguntó la cajera sin mirarlas, atenta a la pantalla.

-No, gracias -respondieron al unísono, mirándose entre ellas.

-Está bien. Serían $40 -sacó el ticket y lo extendió a ellas. Verónica lo agarró-. Serán llamadas por el número 73 -indicó, señalando en el ticket el número.

-Está bien -dijo Verónica.

-Muchas gracias -dijo Acxa, sonriendo con agradecimiento.

-Gracias a ustedes por comprar -contestó la cajera, atendiendo a su próximo cliente.

Las chicas caminaron hasta la otra fila y esperaron. Cuando ya tuvieron sus pedidos en mano, se dispusieron a buscar una mesa. Al encontrar una, Acxa corrió a ella y se sentó rápidamente. Verónica iba detrás suyo con la bandeja.

-Toma cualquier hamburguesa, son iguales -comentó Verónica, dejando la bandeja en la mesa.

Acxa agarró una, la abrió, le puso mayonesa y le dio un gran mordisco. Su expresión ansiosa fue reemplazada por una satisfecha, y gimió por lo bajo.

-Riquísima -dijo con la boca llena.

Verónica rio y comió una papa frita.

-Me alegro de que te guste -dijo.

Acxa se limpió la boca con una servilleta.

-Come tú también, anda, chica bonita.

Verónica se sonrojó levemente y comenzó a comer la hamburguesa.

...

Cuando terminaron, siguieron sentadas unos minutos más, hablando con la mirada y sonriéndose con admiración. Acxa puso su mano encima de la de Veronica, agradeciéndole la cita, antes de ponerse de pie y tirar la basura de la bandeja.

Salieron del lugar y vieron el cielo: el sol estaba casi escondido. Decidieron ir a caminar por el parque, pensando que el lugar era lo suficientemente cursi para concluir su linda cita.

Cuando llegaron, frenaron cerca de unos árboles y escucharon un pedazo de una conversación.

-No hay lugar para mí... -dijo alguien. Por su voz, era una mujer. Se miraron a los ojos y se escondieron detrás de un arbusto.

-Bien, sólo quería dejarte las cosas claras- dijo otra persona. Ésta tenía voz grave. Era un chico.

-Veo que el plan va muy bien- susurró Verónica.

Acxa la miró confundida, hasta que Verónica salió del arbusto.

-¡Verónica! -exclamó en susurros, intentando agarrarla.

Verónica rio y agarró su mano, poniéndola de pie.

-¡Allura! -susurró fuerte. La chica la escuchó, se volteó hacia ellas, les sonrió y se acercó-. ¡Ey! ¿Cómo te fue?

Se saludaron las tres de un beso en la mejilla y Acxa se quedó mirando a Allura. Era joven y su pelo era extrañamente blanco. ¿No estaba teñido?

-¡Fue perfecto! -contestó Allura. Sus ojos brillaban con emoción-. Vero, Keith es muy fiel a Lance. Y a sus celos -dijo, y rio. Verónica sonrió y agarró la mano de Acxa, acariciándola suavemente-. Soy muy buena actriz -dijo con tono presumido.

Rieron y Acxa sonrió chiquito. No entendía nada.

-Gracias por ayudarme -dijo Verónica. Señaló a su acompañante con la cabeza-. Ella es Acxa.

-Un placer -habló al fin.

Allura sonrió encantada.

-El placer es mío.

-Ahora -dijo Acxa, pasando sus ojos morados entre Allura y Verónica-, quiero una explicación de esto.

Allura miró a Verónica y Verónica miró a Acxa.

-Hice este plan para ver qué tan fiel podía llegar a ser Keith con mi hermano, para eso le pedí ayuda a Allura -explicó.

Mullet 3 [KLANCE]Where stories live. Discover now