—¿Por qué demonios me pides esto? ¿Acaso no recuerdas que yo...? —Jeonghan se detuvo a media frase, finalmente comprendiendo lo que estaba ocurriendo.
Antes de que el CEO pudiera voltearse para ver a quién tenía a sus espaldas, Namjoon disparó y el sonido de la explosión hizo eco por todo el pasillo.
Lee Jeonghan cayó al suelo gritando de dolor, con la sangre saliéndole de la herida que el hacker le había hecho en la pierna. Seokjin estuvo perplejo unos segundos, pero mucho más rápido se movió y aplicó una llave al cuello del CEO para impedirle respirar y asfixiarlo hasta dejarlo vivo pero inconsciente. Una vez comprobó que ya no se movería por un rato, Jin se dejó caer contra la pared.
—¡Jin! —Namjoon tiró la pistola y se lanzó sobre él para acunarlo contra su pecho. Seokjin estaba pálido como una hoja de papel y no parecía que le quedara fuerza alguna en el cuerpo—. Has perdido demasiada sangre, ¿estás bien?
—Estoy mareado. Y me duele todo —confesó acurrucándose sin más en los brazos del menor y permitiéndose cerrar los ojos—. También estoy cansado. Vaya día de mierda.
—Ni se te ocurra dormirte, Seokjin.
—No lo haré, mamá, tranquilo.
—Te compraré todo el helado que quieras cuando salgamos de esta —prometió Namjoon abrazándolo con más fuerza de la necesaria y dándole un beso en el cabello.
—No más helado para mí, estoy harto.
No pudo evitar soltar una risita. Más bien le parecía a él que Jin no quería volver a tocar o ver nada que le recordara todo lo que habían tenido que pasar.
Miró a su alrededor. No tenían oportunidad de escape en el estado en el que se encontraba el mayor; no podría arrastrarlo hasta la salida y defenderlos a ambos de los guardias al mismo tiempo. Porque aún quedaban algunos y si su oído no le fallaba, podía escuchar unos pasos rápidos y fuertes acercarse a ellos.
Lo menos que podía hacer era proteger a Seokjin.
Hizo lo que pudo y lo cubrió con los brazos, además de que se inclinó sobre él para también poder escudarlo con la cabeza. Sentía la sangre del mayor ensuciarle la ropa y la cara, pero no se movió ni un solo centímetro en lo que los pasos adquirían más y más volumen. Si moría, que fuera protegiéndolo a él. Por lo menos se acabaría todo sabiendo que lo había intentado.
Seokjin estaba al borde de la inconsciencia, así que no decía absolutamente nada. Aceptaba el abrazo como si fuera la cosa más normal del mundo en medio de aquella situación. Escuchó los gritos a unos metros de distancia. Namjoon apretó los párpados.
—¿Namjoon? —preguntó una de las voces.
Sorprendido e incrédulo, Namjoon levantó la mirada para encontrarse con el familiar rostro de Hoseok, armado hasta los dientes y uniformado acorde a la situación. Detrás de él tenía a un grupo de cuatro hombres que estaban igual de preparados que él, pero no veía a Yoongi por ningún lado.
—¿Hoseok? ¿Cómo...?
—Es una larga historia —le detuvo sonriendo. Comunicó por su in-ear que los había encontrado y se arrodilló junto a ellos—. ¿Qué le pasa a Seokjin? ¿Está vivo?
—Ha perdido demasiada sangre y tiene heridas en todos lados. Está apenas consciente, no estoy seguro de que nos escuche o entienda —informó Namjoon aflojando su abrazo para que Hoseok pudiera ver el estado de Seokjin, quien palidecía cada vez más con los minutos.
—No te preocupes, Joon, el edificio está tomado por Noir y el NIS. Vamos a sacarlos de aquí para llevarlo urgentemente a un hospital —aseguró Hoseok poniéndole una mano en el hombro. Su rifle descansaba contra su rodilla—. 096, llévate a Namjoon y Seokjin a la ambulancia. Los demás, tomen a todos los sobrevivientes.
Uno de los chicos que lo acompañaba se acercó para ayudar a Namjoon a ponerse de pie con Seokjin en brazos y comenzó a guiarlo por el laberinto con el arma en alto. Evidentemente había aún quienes luchaban. Por todo el lugar se escuchaban más y más voces conforme avanzaban. Pero algo le decía que ya estaban acabando con todo y que finalmente, finalmente, todo se había terminado.
La pesadilla de aquella misión quedaría en el pasado para siempre.
Una vez que tuviera a Daeil en frente cumpliría con la promesa que se había hecho: en definitiva le lanzaría la laptop a la cabeza.
En la ambulancia, Namjoon sostuvo la mano de Jin con todas sus fuerzas.
—¿Por qué siempre terminas salvándome tú? —se quejó tras unos minutos recibiendo suero por la intravenosa.
Namjoon se rió un poco y pegó su frente a la del mayor, que estaba recostado y asegurado a una camilla. Un paramédico estaba intentando parar el sangrado.
—Siempre voy a salvarte, amor.
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OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}
RomanceDos años después de escapar de Noir y dedicarse a formar una vida normal y alejada de los riesgos del hacking y las misiones, la calma de Namjoon y Seokjin se ve interrumpida por lo que a simple vista parece ser un virus de computadora. || Segunda p...
Clave #27
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