Clave #12

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Una vez que el humo se disipó casi completamente de la oficina, Namjoon finalmente pudo comprender lo que sucedía en la escena frente a él; Jeonghan estaba sentado en un rincón probablemente después de tropezar, mientras que Seokjin mantenía atrapado contra el suelo a un hombre vestido totalmente de negro. Le había aplicado una llave y no conseguía escaparse incluso con todos sus esfuerzos.

A un metro de sus pies estaba el residuo de la bomba de humo y aparte de la ventana rota, realmente no había más señales de forcejeo, excepto por una silla caída. No quería ser pesimista tan pronto, pero la forma en la que el CEO los observaba a ambos demostraba que ahora guardaba sospechas o simplemente ya no sería capaz de verlos con los mismos ojos.

—Ji- Junseo, ¿estás bien? —interrogó Namjoon avanzando hasta él para inspeccionar su rostro y su estado; no parecía herido en lo absoluto—, ¿qué fue lo que pasó?

—Bueno, resulta que este amigo se coló durante nuestra reunión e intentó matarnos a los dos —informó Jin sonando aburrido—. ¿No tendrás cinta adhesiva por ahí, Jeonghan? Hay que lidiar con él.

El mayor de los cuatro se movió con rapidez para sacar cinta del cajón del escritorio y se la lanzó a Jin, que la atrapó sin problemas con una mano y procedió a inmovilizar las manos y piernas del intruso con ella, asegurándose de que no tuviera posibilidad de romperla o escaparse. De todos modos dudaba que pudiera huir estando Seokjin en el cuarto, pero tampoco podía señalarlo en voz alta si quería evitar levantar más sospechas en el CEO.

—Asumo que su objetivo era solo acabar con el señor Lee, pero yo también estaba en el medio y bueno, forcejeamos y lo inmovilicé.

—Me salvaste la vida, pero ¿cómo? —Jeonghan se acercó para mirar mejor al mercenario, pero no parecía particularmente asustado de él, pero parecía desconfiado de su posible socio.

—Creo que sabes mejor que nadie que uno no puede ir por la vida sin aprender a defenderse en nuestra área de trabajo —se excusó Seokjin poniéndose de pie y dejando al tipo sentado contra la pared—, no puedo pagarme un guardaespaldas, así que aprendí a protegerme yo mismo. Con ayuda de Minjae, claro. Guarda la pistola, cariño.

—Oh, sí. Lo siento.

La explicación no pareció convencerlo del todo pero pareció aceptar que no tenía por qué haber otra, así que no hizo más preguntas al respecto. Namjoon guardó la pistola dentro de su chaqueta tal y como le había pedido y suspiró, dándose cuenta solo entonces lo rápido que le latía el corazón y el aire que necesitaba recuperar después de su corrida hasta la oficina.

El intruso se mantenía en completo silencio con una mueca de disgusto dibujada en todo su rostro. No importaba cuántas preguntas le hicieran o las amenazas que utilizaran para amedrentarlo, él simplemente se rehusaba a dirigirles la palabra. Ni siquiera los miraba, mantenía la cabeza agachada y no se fijaba en ellos, como si ignorara la existencia del resto.

—Hay que llamar a la policía, entonces —zanjó Jeonghan cuando otra idea para hacerlo hablar falló. Estaba despeinado y tenía la ropa algo desordenada, pero aparte de eso no parecía herido.

—¿Estás seguro de que es una buena idea?

—Sí, ¿por qué no lo sería?

La conversación se vio interrumpida justamente por la entrada de justamente cuatro oficiales de policía completamente armados. No eran un escuadrón ni mucho menos gente especializada en un área en específico, pero ya eran algo. Lo más probable era que alguno de los demás invitados los había llamado al escuchar la explosión. Seokjin no parecía para nada cómodo con la presencia de los oficiales, quizás porque su intención había sido interrogar al intruso por su cuenta.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Where stories live. Discover now