Clave #5

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Gangnam por la mañana era un lugar movido y plagado de gente yendo a sus empleos o tratando de llegar a sus destinos a tiempo; pensó tontamente que tendrían algo de tiempo para acomodarse en el que sería su hogar por un tiempo, pero Seokjin solo le dio unos minutos para cambiarse y en menos de media hora, estuvieron sentados dentro del vehículo que el NIS les había proporcionado.

Estacionado frente al edificio de su apartamento los esperaba nada más y nada menos que un BMW 640i en color negro. Le pareció una mala elección por lo llamativo, pero Seokjin le recordó que se suponía que pretenderían ser gente de la clase alta y asumió que estaba bien. Las llaves estaban sobre una mesita en el recibidor, con una nota y unas licencias de conducir con sus nombres nuevos.

Siendo Namjoon un peligro al volante, decidieron que Seokjin sería el conductor durante el resto de la operación: el mayor conducía de una forma tan fluida que casi le daba sueño estar sentado en el asiento del copiloto mientras se movían por las calles de Gangnam hasta Importaciones Jeong.

Antes de ingresar al imponente edificio sobre la calle principal, Seokjin peinó su cabello con los dedos y con un poco de gomina, para poder obligar a los mechones rebeldes a quedarse hacia atrás.

El mayor le sonrió.

—Nunca antes te había visto en traje —murmuró Seokjin ajustando las solapas de su chaqueta. Todo su traje estaba hecho a medida, uno de los muchos regalos del NIS. Lo hacía lucir más alto y elegante—, te ves muy guapo.

—Tú no te quedas atrás, amor.

Seokjin no estaba de traje, llevaba puesto algo incluso mejor: sobre una camisa azul claro, un chaleco a medida azul oscuro y unos pantalones a juego. Con los diseños de todas las prendas cualquiera pensaría que una corbata con diseños amarillos sería demasiado, pero en él lucía muy bien. Con su cabello oscuro peinado hacia un costado, dejando su frente al descubierto, lucía como un joven CEO de película.

—Hice lo que pude con lo que tengo a mano.

—¿Hiciste lo que...? ¿Eres consciente de que eres el tipo más hermoso sobre la faz de la tierra?

Una risa avergonzada abandonó su garganta. Sus orejas estaban un poco enrojecidas, lo cual le pareció excesivamente tierno.

—Gracias, Joon- no, Minjae.

Rodó los ojos. No estaba seguro de que alguna vez podría acostumbrarse a ese nombre o al de Seokjin, en todo caso. Solo esperaba no arruinarlo todo llamándolo por el nombre equivocado delante de alguien importante.

Una vez dentro de las instalaciones se sintió un poco fuera de lugar. Muchos empleados iban y venían, todos vestidos impecablemente y aparentando muy concentrados en lo que hacían. Llevaban documentos de un lado a otro, discutían con clientes o socios por teléfono, hablaban entre ellos sobre ciertas situaciones en el trabajo y todo lo hacían luciendo como gente de alta categoría.

Ser un hacker de raíces pobres no lo ayudaba a sentirse mejor. Seokjin sin embargo lucía inafectado por todo, como si estuviera en su hábitat natural. Caminó hacia el escritorio principal, donde se sentaba una recepcionista; su andar era el de un supermodelo, tan cómodo que era imposible no fijarte en él. Namjoon tuvo que acelerar el paso para alcanzarlo.

—Buenos días, ¿En qué puedo ayudarles? —preguntó la recepcionista dedicándoles una sonrisa a cada uno antes de seguir su trabajo en su computadora. Tenía el cabello recogido en un chungo y su uniforme gris estaba impecable.

—Buen día, vinimos a ver al señor Lee Jeonghan —la voz de Seokjin era tan autoritaria como suave. Casi seductora.

La mujer se detuvo de golpe y lo observó sorprendida.

OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}Where stories live. Discover now