Trigger warning / Advertencia: Tortura.
Cuando llegaron a la puerta del apartamento, notaron como evidentemente alguien había tratado de forzar su entrada, pero no lo había conseguido. En un acuerdo silencioso para controlar la situación, Namjoon se colocó detrás de Seokjin e ingresaron al lugar muy despacio, con las armas levantadas. El que no hayan podido forzar la cerradura no quería decir que no hubiera nadie adentro, después de todo.
No había señales de desorden y tampoco pareciera que nada faltase, la laptop de Joon seguía cargándose sobre la mesita de la sala y las carpetas con los archivos confidenciales del NIS estaban donde Jin las había dejado cerca del televisor. Lo más importante de todo probablemente era que las múltiples armas y herramientas escondidas en cada rinconcito del piso aún estaban en sus lugares.
Al cabo de unos minutos de recorrer todo el apartamento por completo unas tres veces, Seokjin se detuvo en la sala y suspiró, dejando caer el brazo con el que sostenía la pistola. Parecía agotado y no físicamente.
—Esta dirección está comprometida, tenemos que mudarnos —concluyó visiblemente estresado. Namjoon quería encontrar la forma de ayudarlo a calmarse pero no se le ocurría absolutamente nada—. No es la primera vez que pasa algo como esto.
Eso llamó su atención. Tras quitarse la chaqueta y dejarla tirada en uno de los sillones, Namjoon caminó hacia él y tomó una de sus manos.
—¿A qué te refieres con que no es la primera vez?
El mayor lo observó con algo de incomodidad, pero en vez de evitar la pregunta como en ocasiones anteriores, simplemente lo guió de la mano hasta el sofá y una vez estuvieron sentados, se acurrucó contra su pecho, dejando que Namjoon lo acunara con los brazos y sostuviera en la oscuridad del apartamento. La repentina muestra de afecto era extraña, pero no por eso menos bienvenida, así que no se quejó.
—Tiene relación con lo que iba a comentarte. Mis pesadillas me vuelven loco, Joonie; la otra vez tuve que salir de madrugada para comprar un maldito helado.
—¿Helado? ¿En serio?
—A eso iba. No sé si conoces la dependencia que tienen algunos con el cigarrillo o la bebida para relajarse, pues es lo mismo conmigo y con el helado —explicó sin levantar la mirada, por lo que Namjoon no podía verlo—. Llevo usando eso para calmarme desde hace bastante, pero últimamente es más frecuente y ya te has dado cuenta.
—¿Quiere decir eso que estás demasiado estresado? ¿Qué es lo que te sucede realmente, Jin? ¿Qué me estás ocultando?
Seokjin no tuvo que ni detenerse a pensarlo, como si llevara ya bastante cavilando y organizando sus ideas al respecto.
—Entre más nos metemos en esta misión y más recuerdos tengo de mi tiempo en Noir, parece que los recuerdos se hacen más vívidos —dijo Jin levantando la cabeza tras posiblemente armarse de valor para mirarlo a la cara—. Los recuerdos de las torturas y de mi hermana. De las cosas que he tenido que hacer durante mis misiones. Siento los dolores en la piel, escucho los gritos y disparos en los oídos. Creo que estoy perdiendo la puta cabeza.
—¿Qué fue lo que te hicieron, Jin?
Le daba miedo la respuesta que podría recibir, pero al mismo tiempo sabía que no podía seguir huyendo de la verdad. Tarde o temprano tendría que enfrentarse a lo que había hecho a Jin quién era, por más horrible de afrontar que fuese. Si quería verdaderamente poder ayudarlo, tendría que escuchar la historia sin filtros ni censuras.
—Qué fue lo que me hizo, querrás decir.
—¿Hablas de tu padre?
—Sí. Younghwan tiene de buen padre lo que yo de bailarín —irónico, Jin soltó una risa sin gracia—. Al principio solo eran cosas tontas como bajarme la ración de comida o limitarme el tiempo en las duchas. Ponerme a pelear con chicos más grandes. Pero luego todo cambió, una vez que Soojin se fue.
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OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}
RomanceDos años después de escapar de Noir y dedicarse a formar una vida normal y alejada de los riesgos del hacking y las misiones, la calma de Namjoon y Seokjin se ve interrumpida por lo que a simple vista parece ser un virus de computadora. || Segunda p...
