OPERATION: Decode | JinNam {Binary Code #2}

Clave #16

       

Había pasado ya casi una hora desde que Seokjin se había marchado.

No había tenido intención alguna de despertar a Jungkook de su siesta, pues dudaba que de verdad corrieran algún peligro en ausencia de Jin, pero la solitud no le hizo ningún bien acompañada con los nervios y terminó despertando al menor diez minutos después. No es que a Jungkook le molestara, parecía bastante contento de poder jugar al pubg mientras esperaban.

Nunca comprendería la habilidad de todos ellos para mantener la calma en las peores situaciones. Yoongi, Hoseok, Jungkook y Jin. Los cuatro eran como paredes impenetrables de acero a las que nada podía perforar. Quizás Seokjin ya no lo era tanto, pero no dejaba que los traumas del chico cambiaran su percepción de él.

Jungkook susurró algo en satisfacción.

—Nunca pierdo en este juego pero igual me encanta, ¿no te pasa?

—¿Crees que Jin está bien?

El menor lo miró como si acabara de oír la cosa más estúpida del mundo y no pudiera creérselo en lo absoluto.

—Conozco a hyung desde los once años, creo que la pregunta ofende —dijo a modo de respuesta, bloqueando su teléfono para prestarle atención. Estaban sentados uno al lado del otro en la cama—. Entiendo que te preocupe, él es importante para ti, pero créeme, Jin no iría si supiera que no tendría oportunidad, menos ahora.

—¿A qué te refieres con ahora? —murmuró Namjoon sintiendo un nudo en el estómago. Aquello no sonaba muy bien.

El chico puso un gesto extraño en el rostro, como inseguro de lo que estaba planeando decir pero que al mismo tiempo sabía que tendría que decir tarde o temprano. Si se lo pensaba un poco, Jungkook era una especie de mezcla entre todos sus compañeros, así que cuando se veía de ese modo le recordaba un poco a Jin. Como una versión más joven y menos seria de él.

—Antes de conocerte él era un poco temerario, por decirlo así —explicó visiblemente incómodo, quizás por hablar de su antes líder a sus espaldas—. No es que fuera suicida, pero a veces parecía como si no le importara morir. No tenía miedo alguno de ello.

—¿Y ahora?

—Ahora le importa mucho sobrevivir. Han pasado casi tres años desde que se conocieron y a veces me cuesta reconocerlo. Hyung ha cambiado mucho.

—¿Eso es bueno o malo? —quiso saber Namjoon, pues aunque sus palabras eran positivas, su tono no lo parecía tanto.

—Es bueno, claro que sí. Siempre vi a Seokjin como un robot sin sentimientos pretendiendo ser humano, ¿sabes? Si soy honesto, hasta me daba un poco de miedo —admitió entre risas nerviosas—. Pero ahora es tan... humano. No es que lo vea mucho mostrando emociones, pero cuando está contigo puedo ver que es distinto.

—Él está sufriendo mucho, Jungkook.

—Lo sé, pero por lástima ni tú ni yo podemos hacer mucho. Es algo que requiere de él mismo y de ayuda profesional.

—¿Y tú cómo estás?

La repentina incógnita lo hizo sonreír algo avergonzado. Tan duro y terrible como podía parecer, siempre terminaba siendo un niño en el cuerpo de un hombre. Era menor que Taehyung y hasta lo consideraba un hermano pequeño, aunque quizás los roles estaban demasiado invertidos entre ellos.

—Lo creas o no, yo estoy bien. Por supuesto que tengo mis demonios, pero nada de lo qué preocuparse —dijo tomando su teléfono para lanzarlo en el aire y atraparlo de nuevo, una y otra vez—. Si tuviera que calificar la salud mental de mis compañeros, diría que Jin es quien está peor, Yoongi y Hoseok están normales y yo, bien.