Capítulo 12

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23 de octubre de 1982 - Egipto.     

La tormenta de arena era más fuerte de lo que las personas que marchaban pensaron. El calor a esas horas parecía traspasar los cuerpos de los individuos y los quemaba por dentro. Las elevaciones de tierra eran difíciles de escalar, pero la altura les permitía ubicarse de alguna forma.

-¿Sientes algo?- Cannonball alzó la voz para hacerse oír entre el fuerte viento.

-Por ahí- gritó Magneto mientras señalaba lo que parecía ser una roca de perfecta forma redonda.

Los hombres y la mujer le siguieron. No tardaron en llegar y se aglomeraron de una de sus lados tratando de evitar mínimamente la tempestad.

-¿Es aquí?- gruñó Logan.

-Apocalipsis dijo que sentiría el metal y no bromeaba- le respondió el hombre del casco-, hay algo bajo de nosotros tan poderoso que hace que mis poderes vibren.

-¡No hay tiempo que perder!- alentó Pyro- ¿Cómo entraremos?

-Yo no miro una puerta- Sapo brincó sobre la roca e inmediatamente fue arrastrado hacia atrás por la corriente aérea.

-Es porque no saben ver- se burló Mente Maestra-. Todo es una ilusión.

Retrocedió unos pasos y alzó sus brazos, enseguida la visión de todos los presentes se despejo. Pudieron ver a través del velo. Lo que antes era una simple piedra en medio de la nada, se alzó poderosa como un templo que parecía muy antiguo pero perfectamente cuidado. Altas columnas sobresalían en la entrada, cada una rodeada de lo que parecían ser cadáveres. En el centro un hueco que al parecer era la puerta.

-Magia- río el ilusionista.

El grupo se dirigió hacia dentro. El interior era igual de tétrico. Vieras donde vieras había tesoros esparcidos que eran coronados con cuerpos completamente descompuestos que no parecían capaces de llegar a convertirse en huesos. El desagradable olor invadía el lugar.

-Baise*- susurró Gambito.

En el fondo, sobre una plataforma de tierra, una tumba dorada proclama su puesto como centro de la exposición. Los mutantes caminaron hacia ella mientras uno que otro husmeaba los tesoros.

-¿Es esa?

-¿Vez otra tumba en algún lado, Todd?- preguntó St. John.

Los demás ignoraron la pelea de los más jóvenes y se acercaron hacia el objeto encargado. Erik posó sus manos sobre el metal mientras suspiraba.

-Metal puro, enterado bajo el Desierto Arábigo- asintió para si-. Y pensar que recorrimos tres días para esto.

-Cuando esto acabe- Espiral cruzó sus seis brazos-¿Seremos libres?

Nadie contestó. Todos sabían que después de eso no habría salida. La risa de Magneto interrumpió el reposo.

-Charles debe creer que me cambié de bando otra vez- volvió a reír con amargura.

-Mis hijas estarán acusándome ahora mismo con quien puedan- asintió Jason Wyngarde-. No son unas santas precisamente, pero habíamos acordado alejarnos de esto.

-Nadie está aquí porque quiere- confirmó Gambito.

-Debemos irnos- interrumpió Wolverine-, el plazo que ese monstruo nos dio termina hoy.

Erik meneó la cabeza mientras se posicionaba en la parte superior de la tumba. Se arremangó las mangas de su playera y elevó la tumba con facilidad.

X-MEN: Intocable {Terminada}On viuen les histories. Descobreix ara