Capítulo 1

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17 de octubre de 1982 - Mansión de los X-MEN.

Rogue no tenía idea alguna de como había aceptado regresar, tal vez el dolor. Un hermano, una madre, el dolor es la debilidad de las personas, no el amor.

No recordaba cuanto tiempo había pasado desde la ultima vez que piso tierra de héroes. En cierto modo era gracioso, ella (que era la niña bien) ahora era la mala. Pero, al contrario de lo que ella creía, la Mansión no había cambiado, otra cosa irónica, ella fue la que cambió. 

-¿Rogue?- preguntó alguien a su espalda cuando estaba a punto de abrir la puerta principal.

Se volteó. Por fin un rostro familiar.

-¿Emma?- preguntó no muy segura. 

-¿No te acuerdas de mi, pequeña?

Ella sonreía tan malvadamente como siempre, su aspecto podría llegar a compararse al de un ángel, pero Rogue sabía que ese ángel sería uno maligno y sin corazón.

 La Reina Blanca la desafiaba con la mirada, como siempre lo hizo.

-Su alteza- se burló Rogue-, cada vez con menos ropa. Ya no me sorprende.

Su sonrisa tembló.

-¿Dónde dejaste a tu perrito faldero?

-¿Scott? Esta platicando con el Profesor, querida. Ellos tratan sus asuntos, nosotras los nuestros.

-¿No has superado que una niña te ganara en combate, Frost?- preguntó con sorna.

-No me ganaste. Tuve piedad de ti, eras muy joven- se defendió-, pero ahora ya no. ¿Quieres que lo intentemos otra vez?

Rogue sostuvo su mirada, esa perra sabía que no tenía oportunidad sin ningún poder mutante, se burlaba de ella.

-En otra ocasión. Debo hablar con Charles Xavier.

-¿También te ha mandado a llamar? Se le nota desesperado. Pensé que solo llamaría a los mejores- terminó guiñándole el ojo.

-¡No hagas que se quite el guante!- gritó alguien a lo lejos.

Ambas mujeres voltearon su mirada hacia un chico rubio que venía navegando en una pista de hielo, con su cuerpo cubierto por el mismo.

El muchacho avanzó hasta ellas y transformó su cuerpo en uno de una persona normal. Ninguna lo reconocía.

-Disculpa, niñato- habló Emma-, pero ¿quién diablos eres?
Él pareció sorprendido de que no lo reconocieran.

-¿Iceman?- preguntó con obviedad- Soy el hombre de hielo, el superhéroe, ¿no me han visto en las noticias?

-No- hablaron ambas.

-No diré cuan ofendido estoy- dijo-, así que me presentaré. Iceman, a sus servicios- tomó una mano de ambas (la de Rogue enguantada) y las besó-, pero tú, muñeca- se dirigió a Rogue-, puedes llamarme Bobby- les guiñó el ojo.

-Bien, Iceman- habló Emma- ¿Qué te trae por aquí?

-El Profesor me llamó- contestó con orgullo-, por fin, luego de muchos ruegos, he aceptado unirme al equipo.

-¿Equipo?- preguntó Rogue.

-Si, ya sabes, los X-MEN. Puede que sea nuevo para ti, ya que eres una criminal, pero ellos son los buenos, ya sabes el lado correcto, los que siempre se llevan a las chicas...

-¡Ya se que son los X-MEN!- le paró- No he venido para eso, el Profesor dijo que quería hablar conmigo y solo he aceptado por cortesía. No pienso volver a este lugar.

X-MEN: Intocable {Terminada}Where stories live. Discover now